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AÑO 10|NÚMERO 110|PRECIO $520.-
Destino: la ola perfecta
Cocó Cianciarulo y Santiago Muñiz, dos sur!stas apasionados por el mar y
los viajes en búsqueda de olas.
DIRECCIÓN:
Matías Copic
EDITOR:
Dr. Martín Sala
PROPIETARIO:
Muguer Comunicaciones s.r.l.
DIRECCIÓN DISEÑO EDITORIAL:
Guillermo Liesegang
COLUMNISTAS:
Clara López Tonón
Analía Elefante
Julia Sartora
Del!na Mostafá
María Almendra Valero
David Akerman
Nicolás Antoniucci
Martín Irazabal
Marcelo Corbalán
Leonardo Malgor
FOTOGRAFÍA:
Noelia Fernández
Ana Clara Sáenz
Javier González
REDES SOCIALES:
Noelia Huertas
PROD. COMERCIAL - CAP. FED.:
Pablo Javier Casterán
pablo.casteran@gmail.com
DEPARTAMENTO CONTABLE:
Cdr. Marcelo Corbalán
IMPRESIÓN:
Latingrá!ca
www.latingra!ca.com.ar
EDITORIAL MUGUER COMUNICACIONES S.R.L.
www.revistacentral.com.ar
info@revistacentral.com.ar
MUGUER COMUNICACIONES S.R.L., ni el Director de la revista
se responsabilizan por las opiniones vertidas por los entrevistados
colaboradores ni sus escritos, así como por las fotografías
cedidas por terceros en concepto de gentileza, ni por el
mensaje de los anuncios publicitarios que se incluyen en esta
edición. PROHIBIDA su reproducción parcial o total sin la
previa conformidad del Director, con inclusión de la fuente.
Registro de Propiedad Intelectual EN TRÁMITE.
CENTRAL Revista de Mar del Plata es marca registrada.
CONTENIDO
#110
TURISMO
Lima / P.24
Un recorrido con historia y aventura. ¡La capital
del Perú es tu próximo destino!
DE GUSTOS
Hazy IPA / P.39
Para los amantes del lúpulo y nuevos estilos
Antares propone una cerveza tropical.
PERFILES
Sonido de barrio / P.46
El guitarrista Agustín Luna comparte sensaciones
de su debut en el espacio Chauvin.
MOVIMIENTO URBANO
Sushi Point / P.50
Piezas únicas, futuras aperturas de locales y
delivery a casi toda la ciudad. Éxito asegurado.
EN TAPA
La ola perfecta / P.56
Cocó Cianciarulo y Santiago Muñiz, junto a las
pick ups de Ford nos llevan a un recorrido de olas,
sueños y metas. Dos sur!stas amantes del mar.
INFORME CENTRAL
Especial Malvinas / P.74
A 40 años de la guerra de Malvinas desde revista
Central proponemos un homenaje a los soldados
locales que fueron a la guerra.
•Gustavo Schroeder -ex combatiente- y su lucha
contra el olvido de los que pudieron volver.
•13 historias de quienes fueron caídos en
combate en las Malvinas.
•“#La otra batalla”, una campaña para generar
conciencia.
EDITORIAL
Un héroe en la familia
E
l 2 de abril de 1982 fue viernes, tenía 13 años,
nos despertamos con mis hermanos y vimos a
nuestros padres muy serios y hablando de
nuestras tías y tíos y Huguito diciendo que
"íbamos a ir a la guerra". Como todos los días, llegué al
colegio secundario, al Comercial y me encontré con una
euforia generalizada, todos cantando, nos fuimos al patio
del colegio donde todos los alumnos, en torno al mástil con
la bandera nacional cantábamos y saltábamos, lo más
parecido a una !esta. Todos mezclados, los de 1ro. con los
de 5to. año, alumnos y profesores, cánticos de cancha
dedicados a Reina de Inglaterra y a los ingleses en general.
No me animo a a!rmarlo, pero creo que ese día no entramos
a las aulas.
De esa forma empezamos a vivir un estado de guerra.
Hasta que el 3 de mayo nos avisan que el Tío Sergio había
muerto.
Para nosotros había muerto el Tío con la Voz del Pato
Donald, el Papá de María Paula, de Agustín y Nacho. Para la
Patria había nacido un héroe.
El Tío Sergio; -Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca-;
era el comandante del aviso Sobral, un buque pequeño de la
Armada Argentina que había muerto en combate, en cumplimiento
de una misión.
Sobre su muerte, el Ministerio de Defensa en su página
o!cial describe:
Habían pasado solo 30 minutos de iniciado el 3 de mayo
cuando el “Sobral” fue detectado por unidades navales
enemigas que enviaron un helicóptero a veri!car su posición.
Cuando el primero sobrevoló la unidad, el Comandante del
buque, Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca, ordenó
cubrir puestos de combate. El ataque era tan inminente como
inevitable. Cuando la segunda aeronave apareció, la
tripulación argentina abrió fuego con su cañón de 40 mm y
ametralladoras de 20 mm, pero dadas las condiciones del mar
y la escasa visibilidad, solo lograron alejar momentáneamente
a los helicópteros, que en segundos regresaron para
atacarlo con misiles aire-super!cie Sea-Skua. Un misil impactó
en la lancha del buque, repartiendo esquirlas e hiriendo
a varios tripulantes, mientras que otro pasó por encima del
“Sobral”, que respondía al ataque con fuego de artillería.
El Capitán Gómez Roca pidió un informe de daños y de los
heridos, que ya eran tratados por el médico y enfermero de a
bordo. Observó también que el enemigo podría lanzar sus
misiles fuera del alcance de las armas del aviso, tornándolas
ine!caces, por lo que, priorizando la seguridad del personal a
sus órdenes, ordenó desalojar las cubiertas superiores y la
superestructura.
Solo él y los hombres indispensables permanecerían en el
puente de comando y el cuarto de radio. Esta difícil decisión,
adoptada en el momento de mayor tensión e incertidumbre,
signi!caría la preservación de la vida de muchos de sus
hombres, pero también su propia muerte en acción.
A continuación les quiero compartir unos párrafos de la que
sería su última carta, enviada a su esposa, Juana, con fecha
10 de abril de 1982. De su lectura surge la fortaleza moral, su
valor y determinación para enfrentar el destino y su
profundo amor por la Patria.
Les comparto tres párrafos que seleccioné:
"Acabo de escuchar en la radio que fracasó la misión de
Haig, así que habrá que darles a estos ingleses como
hace 176 años, miedo no les tenemos."
"Evidentemente todo este asunto de las Malvinas
signi!cará un cambio fundamental para el país,
termine como termine y creo que in"uirá en todas
nuestras vidas. ¡Sabe Dios lo que nos tiene reservado,
tanto de sacri!cios como del fugaz resplandor de la
gloria!”
"Creo que el miércoles zarpamos para una tarea que
todavía desconozco. No sé de qué se trata, ni si es
peligroso o no, pero quiero que sepas que todos vamos
dispuestos a cumplir con nuestro deber hasta la última
gota de sangre, y esto no es literatura, es lo que sentimos
y lo que vamos a hacer. Siempre dije que una muerte
gloriosa digni!ca y enaltece una vida mediocre, y a lo
mejor esta es la oportunidad de demostrarlo, además si
uno está preparado, morir es en realidad empezar a
vivir para toda la eternidad."
Me parece que no es necesario agregar nada más a este
texto editorial, esta carta que mi querida madrina me
autorizó a hacer pública ya no es solo de ella y mis primos,
creo que el tenor de sus palabras la han convertido en el
legado de Sergio Gómez Roca para su querida Argentina.
Que Dios los bendiga, disfruten de la edición
MARTÍN SALA
@MartinSalaMdp
#VamosMardelPlata
#PodemosSerMejores
www.revistacentral.com.ar
CENTRAL
MOVIMIENTO URBANO
Ciencia aplicada
al cannabis
Hemp Lab inaugura el primer
laboratorio de análisis y certi!cación
de cannabis en Argentina.
Con una importante inversión ya
comenzó a operar en Mar del Plata el
primer laboratorio del país que
analiza, con equipos de tecnología
japonesa, la calidad del cannabis y
sus productos derivados.
Se trata de un laboratorio único en su
categoría que busca garantizar los
máximos estándares de calidad y el
primero en brindar certi!cación para
el productor, ofreciendo así información segura
y transparente a los consumidores de productos
cannábicos.
Además, Hemp Lab está avanzando en la !rma
de acuerdos estratégicos con el CONICET y otros
organismos privados.
“En Argentina casi la totalidad de los productos
terapéuticos de origen cannábico no cuenta con
ningún tipo de análisis ni certi!cación sobre sus
componentes.”
“El cultivo terapéutico de cannabis es un boom y,
ante tanta oferta, es tiempo de conocer y evaluar
cada producto, para cuidar los procesos, mejorar
la calidad de vida y crear relaciones de con!anza.
Desde Hemp Lab buscamos aplicar ciencia y
tecnología a la industria del cannabis para garantizar
que las personas puedan acceder a productos
seguros, con información precisa y certi!cación
de sus componentes. A su vez creemos que
nuestro aporte contribuirá a continuar con la
profesionalización de la industria local para que
sea cada vez más competitiva”.
https://hemplab.io
hemp.lab
CENTRAL
TURISMO/ TEXTOS: Pezzati Viajes
www.pezzati.com
L
LIMA
ima es la capital gastronómica
no solo del Perú,
sino de Sudamérica:
quien llega a Lima queda
encantado por la variada y deliciosa
comida que se sirve en sus mesas;
con recetas milenarias, platos fusionados
con otras culturas y una
sazón realmente única.
Sin embargo, deleitar a tu paladar no
es lo único que conseguirás en las
calles limeñas. No por nada es una
de las regiones más importantes y
visitadas del país incaico, que tiene
un sinfín de actividades, atractivos y
experiencias para todos los gustos.
Si estás listo para combinar historia
y aventura, la capital del Perú tiene
que ser tu próximo destino.
Cuando estés en Lima, sentirás que el tiempo se
pasa volando ya que siempre, pero siempre,
tendrás algo qué hacer, descubrir o experimentar.
Las ofertas hoteleras con los más altos
estándares de calidad están ubicadas en los
distritos de Mira!ores y San Isidro, que están
situados estratégicamente, muy cerca del mar
(sí, con actividades acuáticas como surf, entre
otros, aseguradas), y muy seguros para los
turistas. Desde estos dos puntos, es muy sencillo
trasladarse a los diversos puntos de la
ciudad, ya que son espacios concurridos.
En el Centro Histórico de Lima, las edi!caciones
que rodean la Plaza de Armas parece que están
detenidas en el tiempo, pues aún se conservan
muchos de los balcones coloniales que se veían
en la Lima de ayer.
Los museos a lo largo del territorio limeño
también son alternativas para intercalar con
otro tipo de actividades. El Museo Nacional de
Antropología y Arqueología cuenta en su
interior con la mejor colección de la época
prehispánica del Perú. A su vez, podés visitar el
Museo Larco, el Museo de Arte de Lima (MALI),
el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y el
Museo Mario Testino (MATE), que están a la
vanguardia artística de la sociedad global.
IMPERDIBLES!
—CUSCO. En Cusco, cada rincón está lleno de
historia. Porque la antigua capital del Perú
(durante el Imperio Inca), aún mantiene
vestigios de lo que fuera el poderío más importante
de esta antigua civilización.
La historia milenaria se respira en cada paso que
des por las calles de sus pueblos, que parecen
haberse detenido en el tiempo.
La forma más sencilla de llegar a Cusco es a
través de un vuelo, desde Argentina siempre
debemos pasar por Lima, por eso recomendamos
realizar noches allí y aprovechar la visita a
la capital.
—PUNO. En Puno todo está relacionado con la
historia del antiguo Perú, ese del cual surgieron
las primeras civilizaciones, y que aún conservan
sus enseñanzas y prácticas hasta el día de hoy:
basta con ver sus pueblos originarios, en los que
se practican aún costumbres ancestrales que
terminan siendo uno de los atractivos más
poderosos para turistas. El Lago Titicaca,
Patrimonio Natural del Perú, guarda sobre sus
aguas islas !otantes (Uros, Taquile y Amantaní,
entre otras) historia y cultura ancestral. Es,
además, el lago navegable más alto del planeta,
por lo que podrás visitar a las comunidades que
habitan estas porciones de suelo creadas a partir
de la totora (material que también sirve para
crear sus balsas y botes), en la que conviven
perfectamente con la naturaleza.
—ICA. Ica es uno de los destinos ideales para
escaparse: esta región está ubicada a 4 horas
aproximadamente de Lima y tiene un sinnúmero
de actividades, tan distintas como divertidas,
para los viajeros que se aventuran a recorrer su
territorio. Las dunas de sus enormes desiertos
resguardan el legado cultural e histórico de
antiguas civilizaciones, son la locación de un
oasis que parece sacado de una película o un
cuento de hadas. En Ica abundan las hermosas
playas con aguas refrescantes. Ese mismo mar
que sirve para practicar chapuzones con tu
familia y amigos, también es el hábitat de
hermosas especies de fauna silvestre.
CENTRAL
TURISMO
SELVA
—LORETO, ubicada en el oriente
de la Amazonía peruana, espera a
los aventureros y turistas del
mundo entero con los brazos
abiertos. El clima es tan caluroso
como las energías positivas de su
gente. En cada paso que des por
esta zona llena de vegetación,
sentirás cómo se respira la
amistad y cariño que el pueblo
entero está dispuesto a brindarte.
Para empezar la travesía, es
necesario trasladarse hacia dos
de las ciudades más importantes
de Loreto. La primera alternativa
–y la más concurrida- es la ciudad
de Iquitos, capital de la región.
Este es uno de los espacios más
importantes en cuanto a materia
económica y turística, pues aquí
podés encontrar una serie de
comercios, restaurantes y hoteles
con todas las comodidades
necesarias para que tu estadía sea
lo más placentera.
La segunda alternativa para alojarte
es la ciudad de Yurimaguas,
capital de la provincia del Alto
Amazonas, que tiene como atractivos
el Templo Virgen de las
Nieves o el Lago Sanango.
Si sos un amante de la "ora y
fauna, Loreto es el lugar indicado
para vos. En su territorio, descansan
los más grandes centros de
rescate de animales del Perú,
además de las más importantes
reservas nacionales.
PLAYA
—Si lo tuyo es el sol y la playa,
TUMBES es un destino ideal que
se encuentra al norte (al límite
con Ecuador). Los balnearios de
Tumbes se caracterizan por su
agua cristalina, arena !na y el
calor justo y necesario (la temperatura
mínima media es de
22.4 °C). Existen distintos hospedajes
para el alcance de todos los
bolsillos. También podés aprovechar
para realizar distintas actividades
deportivas como surf,
motos acuáticas, buceo y pesca
deportiva, entre otros. A la par de
estar disfrutando de las hermosas
playas tumbesinas (los balnearios
de Punta Sal y Zorritos son los
más concurridos y emblemáticos
de la ciudad), no te pierdas
deleitarte con la fabulosa gastronomía
tumbesina, que tiene como
base a la comida marina.
Camino del Inca
Salidas en Junio.
5 noches con Desayuno.
2 en Cusco. 3 en Campamento en Yunca
Chimpa, Chaquicocha, Wiñayhuayna.
Servicio de Tren Vistadome.
Traslados.
Base doble: USD 899.-
Perú Mágico
Salidas en Junio.
Aéreo. 9 noches con Desayuno.
3 noches en Lima. City Tour.
2 en Arequipa. City Tour y Visita al
Monasterio de Santa Catalina.
2 en Cusco. City Tour. Visita a Machu
Picchu con Almuerzo Incluído.
Servicio Tren Expedition.
2 en Puno. Visita a la Isla de Los Uros y
Taquile con Almuerzo Incluido.
Base doble: USD 2585.-
Tarifas publicadas en dólares: adicionar
Imp. País del 30% + Percepción 35%
si abona en pesos.
Condiciones Generales: Tarifas por persona en habitación doble
o indicada, para residentes argentinos. Expresadas en dólares
estadounidenses, pudiendo abonarse en pesos argentinos al tipo
de cambio vigente para la actividad que informe ITS SA para el día
de pago, por ej, al día de publicación el tipo de cambio del
13/4/22: 1 USD = $122.00; adicionando al pago en pesos el
IMPUESTO PAÍS del 30% y PERCEPCIÓN RG 4815 del 35% no
incluidos en la tarifa. Impuestos y gastos de reserva incluidos,
excepto tasas de aeropuerto y gastos de cancelación. No aplican
para !nes de semana largos ni fechas especiales, excepto que se
indique en la descripción. Compras desde el 13/4/22 hasta el
15/5/22 o hasta agotar 05 plazas o lo primero que ocurra. Las
tarifas publicadas corresponden a PRECIO DE CONTADO (tarjeta
de débito o tarjeta de crédito en un pago, transferencia bancaria o
cheque). Consulte Planes de Financiación. No incluyen percepción
RG 3819 del 5% caso de corresponder. Las fotografías son
ilustrativas del lugar de destino. Las mismas no corresponden
especí!camente a los servicios ofrecidos ni forman parte de la
oferta. EVT ITS SA. Res. 228/83 Leg. 3399 CUIT 30-67675791-7.
FINANCIACION: términos y condiciones en www.pezzati.com/
!nanciacion.
11 5171 4258
BIENESTAR / TEXTOS: Dr. Ernesto Parellada
Esp. Univ. en Cirugía Plástica. Estética y Reconstructiva. Esp. en Cirugía Plástica Infantil.
Miembro Titular de la S.A.C.P.E.R. Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica
International Member American Society of Plastic Surgeons (ASPS) M.P.. 94451 M.N. 119323
IMPLANTES MAMARIOS
MITOS Y VERDADES
Si hay un procedimiento Estrella en la
cirugía plástica (dentro de lo que es la
cirugía estética) es la colocación de los
implantes de mama. Desde hace décadas
es la cirugía plástica mas realizada en el
mundo, y en nuestro país. Todos conocemos
a alguien que se operó las mamas
con implantes. Hoy vamos a intentar
echar luz sobre algunos aspectos de las
prótesis que siempre generan dudas.
L
o primero que quiero aclarar, como
siempre lo digo, es que para realizar
cualquier tipo de procedimiento en
cirugía estética, es fundamental consultar
con un médico que sea especialista
en cirugía plástica y reparadora. Recordalo
siempre, es por tu propia seguridad.
Una pregunta clásica en el consultorio es si los
implantes hay que cambiarlos. Y la realidad es
que ningún fabricante de implantes mamarios
mani!esta que sus implantes durarán toda la
vida, es decir, en algún momento habrá que
cambiarlos. ¿Cuándo? Solamente cuando se rompan
o se encapsulen. Ya no hay que reemplazarlos
“programadamente” cada 10 años como
antes, pero eso no signi!ca que el implante que
me coloco a los 20 siga estando en condiciones a
los 60. Tenemos que entender que todos los implantes
tienen una vida útil, y que al cabo de ese
tiempo el material se fatiga y el implante se
rompe o se encapsula. Los fabricantes de implantes
mamarios no dan un tiempo estimado de
duración de los mismos, por eso, son muy importantes
siempre los controles anuales luego de la
cirugía para detectar cualquier problema que
pudiera aparecer.
Los implantes mamarios están rellenos de silicona
cohesiva, es decir, un tipo de silicona que no es líquida,
por lo que si el implante se rompe, la misma no migrará
por el cuerpo de la paciente, sino que queda dentro de la
cápsula del implante. Esto signi!ca que, si bien todo
implante roto se debe reemplazar, no hay ninguna urgencia
en hacerlo. Muchas mujeres tienen uno o ambos
implantes rotos por años y no lo saben.
Las prótesis mamarias no explotan si viajamos en avión
ni si hacemos deportes intensos, las mismas están preparadas
para esto. Si no pensemos que ninguna vedette
podría viajar, y ninguna deportista famosa podría estar
operada (recordemos que la genial Lucha Aymar se
operó años antes de su retiro de Las Leonas).
Cuando una mujer decide ponerse prótesis, lo que se está
buscando es aumentar el volumen del busto, nada más.
Uno puede usar los implantes en conjunto con otras
técnicas para, por ejemplo, levantar el busto al mismo
tiempo, pero los implantes por si solos NO levantan el
busto. De la misma manera, los implantes NO evitan la
caída del busto. ¿Qué signi!ca esto? Esto signi!ca que la
mujer operada de implantes TIENE que usar corpiño.
Muchas mujeres piensan que solo por tener prótesis de
mama pueden no usar sostén, y esto es un gran mito.
Tengamos en cuenta que los implantes de mama pesan, y
que ese peso se agrega al peso natural de la mama, ya sea
chica o grande, pero siempre, siempre, el peso de la
mama operada de implantes será mayor al peso que tenía
antes de la cirugía. Las mamas se caen por gravedad y
por peso. Es muy lógico comprender que la mujer deba
utilizar corpiño luego de la cirugía, ¿no?
Otra pregunta muy común que me hacen en el consultorio
es “Doctor, ¿dónde coloca los implantes, por adelante
o por atrás del músculo?”. Casi todas las mujeres tienen
el concepto de que los implantes atrás del músculo
quedan más naturales que por adelante y que se DEBEN
poner por atrás. Esto es otro gran mito existente. Los
implantes hay que colocarlos delante o detrás dependiendo
del tipo de mama y del volumen del implante. Si la
mujer es muy magra y no tiene volumen mamario
su!ciente para “disimular” el implante, en ese caso sí, no
queda otra opción que colocarlo detrás del músculo
pectoral, pero si la mujer se colocara un implante pequeño
y su mama puede cubrir correctamente el implante, el
utilizar el músculo es innecesario. Tengamos en cuenta
que la colocación detrás del músculo tiene una recuperación
más lenta y un poco más dolorosa que por adelante.
Sin duda, el temor más grande de cualquier mujer que se
coloca implantes en sus mamas es el pensar que sus
prótesis le traerán alguna enfermedad grave en el futuro,
más especí"camente cáncer. Los implantes mamarios
NO dan cáncer de mama, es más, se utilizan para la
reconstrucción de la mama en las pacientes que tuvieron
cáncer (sería ilógico usar algo en la reconstrucción que
pudiera provocar la enfermedad). Ahora bien, hace
algunos años es discusión a nivel mundial en cuanto
congreso o simposio de cirugía plástica uno concurra, si
los implantes de mama ocasionan algún tipo de
enfermedad maligna, y aún no hay una respuesta clara
sobre el tema. Hay un tipo especí"co de cáncer, llamado
linfoma anaplásico de célula gigantes (BIA-ALCL), cuya
incidencia es más alta en mujeres con implantes
mamarios (1 en 3000 mujeres operadas con implantes
texturizados) al compararla con mujeres no operadas o
con mujeres operadas con implantes lisos. Sin embargo,
como dije antes, hoy se sigue discutiendo acerca de si el
origen de esta enfermedad son los implantes o si en
realidad es multifactorial. Hasta no tener más información
es inútil echarle la culpa de esta enfermedad a los
implantes únicamente.
. . . . .
A modo de conclusión, quiero
recalcar que la colocación de
implantes mamarios sigue siendo el
procedimiento más realizado a
nivel mundial, es muy seguro y
tiene excelentes resultados siempre
y cuando sea realizado por especialistas
en cirugía plástica y reparadora,
en lugares adecuados, aptos y
habilitados para cirugías.
El Dr. Ernesto Parellada es especialista en Cirugía
Plástica y Reparadora. Es miembro titular de la
Sociedad Argentina de Cirurgía Plástica y Reparadora
(SACPER) y miembro internacional de la
American Society of Plastic Surgeons (ASPS).
Consultorio: Av. Colón 3445 10 “B”
Tel: (0223) 499-2480
Whattsapp: (0223) 600-9715
mail: info@drparellada.com.ar
instagram @dr.ernestoparellada
web: www.drparellada.com.ar
CENTRAL
DE GUSTOS
Hazy IPA
Hoy venimos a celebrar nuestro fanatismo por
la "or más bella del mundo cervecero con una
Hazy IPA, el nuevo lanzamiento de nuestra
Canilla Verde. La Hazy IPA es como una clásica
American IPA, pero con un sabor y aroma
mucho más intensos, un amargor más suave y
una sensación de no saber si estás tomando
una cerveza o un jugo de frutas tropicales.
P
ero antes de seguir hablemos del
lúpulo. El lúpulo es una "or, es uno
de los cuatro ingredientes básicos
de la cerveza y es el encargado de
aportarle amargor, sabor y aroma. Existen
muchísimas variedades de lúpulo y cada una
tiene un per!l aromático distinto. Además se
las puede combinar para obtener sabores aún
más complejos e interesantes. Cuando en una
cerveza predomina el per!l del lúpulo se dice
que es una cerveza lupulada. Y a nosotros nos
encantan las cervezas lupuladas y nos encanta
hacer experimentos.
CENTRAL
Para este nuevo lanzamiento combinamos las
variedades Columbus, Citra, Mosaic, Strata,
Sabro y Nelson Sauvin, y utilizamos por primera
vez la levadura Verdant IPA, de la compañía
canadiense Lallemand. ¿Por qué les contamos
todo esto? Porque en la Hazy IPA van a encontrar
aromas a frutas tropicales como el
mango, frutas de carozo como el durazno,
algunas notas cítricas y algunas notas a coco.
Todos estos detalles no vienen del agregado
de ninguna fruta ni aditivo, sino de la interacción
entre las variedades de lúpulo y la cepa
de levadura que usamos. A eso nos referíamos
cuando decíamos que amábamos los experimentos.
La Hazy IPA es de apariencia amarilla pálida y
turbia, un rasgo característico del estilo.
Tiene un amargor suave y amable, 6,5% de
alcohol y cuerpo medio. En boca se siente
suave y sedosa, y tiene una tomabilidad altísima.
¿Ya te dio curiosidad? La vas a poder
probar a partir de este mes tirada en todos los
locales de Antares.
. . . . .
Si ya sos amante del lúpulo,
sabés con lo que te vas a
encontrar. Si todavía no te
iniciaste en este camino de ida,
la Hazy IPA es una excelente
puerta de entrada. Y si simplemente
andás con ganas de
juntarte con amigos a pasar
un buen momento, aprovechá
y hacelo con este nuevo estilo
de Canilla Verde.
PERFILES
TEXTOS: Pablo Casterán / FOTOS: Jony Paz
Sonido de
barrio
AGUSTÍN LUNA
Un tipo sencillo a punto de a!nar su
guitarra y ponerse en sintonía !na con su
arte. Un par de horas antes de su debut
artístico en CHAUVIN, primer concierto en
su SoundRoom, el guitarrista Agustín
Luna comparte algo de sí: sensibilidad,
pasión y una carrera musical que Mar del
Plata merece conocer.
¿Cuándo tuviste contacto por primera vez con
una guitarra?
Fui a la casa de un amigo cuando tenía
12 años. Había una vieja guitarra que
tenía cuatro cuerdas. Ahí me conecté
con esa guitarra y empecé a sacar
cancioncitas de oído con un dedo de
la mano derecha e izquierda y ponía
la guitarra en posición vertical, no
como se usa formalmente. Ni sabía
cómo se usaba. Volví a casa copadísimo. Tal es
así que mi vieja me regaló una guitarra cuando
cumplí 13. ¡Fue una felicidad enorme!
¿Quiénes fueron tus maestros?
Primero empecé muy solo tocando de oído con
algún amigo y le copiaba las cosas. No me animaba
a ir a un profesor porque tenía la cuestión de
que te va a obligar a leer y a ser muy rígido con el
solfeo, tardé bastante.
Hasta que fui con Marcelo Iglesias, un profesor de
guitarra muy bueno de aquí de Mar del Plata. Una
buena experiencia. A partir de ahí fue el camino
para tomar clases y avanzar.
Otro maestro de Mar del Plata fue Julio Azcano,
un guitarrista argentino que se radicó en Suiza
hace muchos años. Él fue el de la técnica más
dura y de la disciplina, con quien aprendí esas
cosas. Después hubo una profesora en el conservatorio
muy importante, Silvia Castro. De ahí me
fui a estudiar a La Plata, en La Facultad de Bellas
Artes. Ahí tuve distintos maestros, ya que me
formé en guitarra clásica en esa universidad.
A la vez también con música argentina, tango y
folklore. Aquí mi mayor referente es Juan Falú,
que no fue estrictamente un profesor con toda la
formalidad de las clases y todo eso, pero cuando
iba a Buenos Aires le hacía un llamado y le decía:
'Mirá Juan lo que estoy tocando y haciendo'. Él
me aconsejaba: 'Acá está muy bien y tenés que
mejorar esto'.
CENTRAL
En este nuevo ámbito cultural y gastronómico
de CHAUVIN, ¿qué sentís y cómo lo
ves? Siento una enorme felicidad. Además
de comentarios positivos de gente amiga y
conocida. Que van a ir, que les resulta
interesante el lugar. Porque también hay una
especie de misterio todavía, cómo funciona
eso del teatro y de la sala de música.
Además me une afectivamente con Guido
Murgier la familia y la amistad. Esto es algo
que no lo puedo dejar pasar porque me
atraviesa emocionalmente y me da una gran
felicidad que este proyecto se lleve a cabo.
Tengo expectativas de que les vaya muy bien.
¿Cuáles fueron tus primeros conciertos?
Yo iba al colegio Nacional Dr. Arturo Illia y me
motivaban mucho con la guitarra los mismos
profesores, entonces tocábamos en los actos.
Después me convocaron de un restaurante para
tocar. Recuerdo que era la Casa de Salta y ahí
tocaba para un público folklórico. Tenía 15 años.
La emoción de la juventud y adolescencia
mezcladas con el público, con el aplauso, forjó mi
personalidad. Sabía que quería tocar la guitarra y
hacer música.
¿Y el primer concierto a nivel profesional?
Fue en el teatro Colón de Mar del Plata, en el
Festival de Guitarras del Mundo organizado por
Juan Falú, con 18 años. Y se dio muchas veces
esto de tocar en público profesionalmente, pero
esporádicamente. No era como una cuestión ya
instalada y estable. Eso se dio después de la
Facultad, a los 25 años.
Previo a tu concierto ¿ya habías hecho una
incursión por este SoundRoom? En el
verano vine a probar la sala en plena obra,
pero casi terminada. Estaba el arquitecto
doctorado en acústica Roberto Daniel
Ottobre probando, ultimando detalles "nales,
probé la sala sin ampli"cación y ya me
encantó. Se podría tocar un concierto con la
guitarra sin ampli"car y sonaría muy bien.
Toqué ese día y todos estaban felices por
cómo sonaba.
¿Cuál es tu propuesta artística en este
debut del SoundRoom aquí en CHAUVIN?
Se compone de una parte solista de guitarra y
otra con una cantante exquisita, Silvia Sab.
Canta folklore y tango hace muchísimo
tiempo y es fenomenal. Yo la conocí una vez
que fui a la esquina Homero Manzi, en Buenos
Aires, a ver un certamen llamado Hugo
del Carril. Ella lo ganó de punta a punta, no
hubo ninguna duda. Ella era letal, contundente.
Y ese día se dio la sorpresa de conocer
a Silvia Sab. Y el mundo artístico nos unió.
¿Cómo ves a Mar del Plata cultural y artísticamente?
Bastante bien por ser un país tan centralizado en
Buenos Aires. En Mar del Plata veo una enorme
movida. Músicos de calidad de los distintos
estilos, rock, jazz, folklore, tango, clásica. ¡Músicos
de gran talento y espacios a donde el público
va y se copa! No por casualidad el equipo
humano que creó CHAUVIN apuesta a este gran
emprendimiento.
CENTRAL
MOVIMIENTO URBANO
Dos años de
Sushi Point
Sushi Point abrió sus puertas el 20 de
marzo de 2020… casualmente, el mismo
día en el cual se decretó la cuarentena
estricta en nuestro país, debido a la
pandemia. El panorama no fue otro más
que la incertidumbre. Tres empleados
contratados y mercadería por usar…
“15 días de no saber si abrir o no… pero
decidimos comenzar, con mucha fuerza y
ganas.”
CENTRAL
El 20/03/2020, con su creador Cristian
Liparoti a la cabeza, en plena pandemia
Sushi Point abrió sus puertas en el
Centro Comercial del Puerto. “Desde el
minuto cero la propuesta fue diferente, con un
packaging exclusivo diseñado junto a los amigos
y compañeros de Grá!ca Tucumán, a medida
para nuestras piezas únicas, de generoso tamaño
y abundante materia prima para hacer de éste el
mejor sushi de la costa bonaerense.
Orgullosamente marplatenses, sabemos que el
valor agregado es fundamental y los clientes van
primero. Durante estos dos años, Sushi Point
ofreció y ofrece entrega a domicilio, desde el
Aeropuerto hasta Acantilados, desde la costa
hasta pasando 180, llegando a todos lados.
Vamos a toda Mar del Plata.”
Esta es una de las razones por las cuales la
marca ha conseguido posicionarse como
líder en tan poco tiempo. La comunidad en
Instagram actualmente ronda los 24 mil
seguidores, mientras que ya son 25 las
personas que activamente trabajan todos los
días, de 8 a 1, en el local. “En 2021, con
mucho esfuerzo, logramos construir una
cocina propia en el ex local de Güemes, para
luego llegar a la preciosa casa que tenemos
hoy en Castelli 3075. Allí hay servicio de
delivery, take away y un salón para consumo
en el lugar.”
Con sus más de 220 etiquetas de vinos
exclusivos, Sushi Point restó es una propuesta
única en la ciudad que, desde el inicio, no
para de ser un éxito. Cristian Liparoti y Carlos
Barroca lideran este equipo, basándose en el
trabajo conjunto y la solidaridad con el otro.
Su horizonte es claro: un 2022 de expansión,
que pronto nos encontrará con varias
sucursales de la marca por toda Mar del
Plata.
CENTRAL
MOVIMIENTO
/SUSHI POINT
“Consolidados, un clásico
de 'La Feliz', así es Sushi
Point. Siempre vamos por
más, ofreciendo una amplia
carta con variedad de platos
y destacadas
recomendaciones. Este año
también sumamos un stand
móvil para recorrer lugares,
encabezar eventos y
festivales, dando a conocer
nuestro sushi a distintos
públicos.”
Cristian Liparoti y Carlos Barroca
“Son muchas las marcas
que han decidido creer y
apostar por este proyecto,
como Chandon, Los
Helechos y Grido, para que
nuestros clientes disfruten
de promociones exclusivas.”
CENTRAL
MOVIMIENTO
/SUSHI POINT
“Somos un equipo. Somos
trabajo. Somos Mar del
Plata. Somos una familia.
Somos Sushi Point.”
“Cintia, Micaela, Facundo,
Magalí, Matías, Lara, Liz,
Leandro, Yamila, Matías,
Luciana, Rocío, Ro, Pricila,
Marcelino, Mariano,
Gustavo, Mariano, Carlos,
Cristian y muchos, muchos
más.”
@sushipointmdp
Castelli 3075, mdp
Abierto todos los días
223 5 605562 / 223 4 214999
CENTRAL
NOTA DE TAPA
COCÓ + SANTI
DESTINO:
LA OLA PERFECTA
Los Acantilados de Mar del Plata como escenario natural para
esta producción fotográ!ca con Cocó Cianciarulo y Santiago
Muñiz, junto a las pick ups de Ford. Un recorrido de olas,
sueños y metas de dos sur!stas amantes del mar.
PRODUCCIÓN: Pablo Casterán / FOTOS: Noelia Fernández
AGRADECIMIENTOS: Ford Argentina
COCÓ + SANTI
CENTRAL
Deslizarse con su tabla y su Ford Maverick lo
muestra como un ser de rápidos movimientos,
inquieto por lo que quiere sin dejar de lado sus
afectos, la familia que lo apoya y contiene.
Santiago Muñiz
—APASIONADO DEL SURF, LOS AUTOS
Y CON UN ESTILO PROPIO PARA VIVIR.
¿Cuándo surfeaste tus primeras olas en Mar
del Plata? A los 11 años aquí en Mar del Plata,
en la Playa Popular, donde mi padre surfeó sus
primeras olas a sus 15 años. Fue la primera
playa que conocí.
Nací en Mar del Plata y a los 3 meses nos fuimos
con toda la familia a vivir a Brasil. Ellos son lo
más argentino que conocí en mi vida. Mi mamá
embarazada vino a Mar del Plata para que
nosotros seamos argentinos y marplatenses de
nacimiento.
CENTRAL
/SANTIAGO
El sueño de mi papá era vivir en un lugar de
calor con sus hijos surfeando. Un hombre de
muchos valores. Mis padres se conocieron
viajando a Brasil y decidieron que ése era el
lugar para vivir: Bombinhas. Actualmente
surfeamos todos juntos con mi hermano Alejo,
Danilo, el más chico, y mi hermana, Bruna. Ese
sueño que mi padre tenía con sus hijos se
cumplió.
Cuando no surfeás ni entrenás, ¿qué haces?
Otra pasión que tengo desde muy chico son los
autos. ¡Me encantan! Saber de mecánica, cómo
están hechos y los arreglan. Googleo autos
nuevos, modelos que van a venir, eléctricos e
híbridos. Siempre me gustaron desde chico.
Recuerdo cuando mi papá manejaba y yo le
preguntaba: por qué pusiste segunda, el
embriague. Siempre me gustó saber y aprender
de autos. Tengo unos amigos en Brasil que son
mecánicos y cuando me arreglaban un auto me
gustaba saber cómo se cambiaba el !ltro,
aceite. Siempre me gustó.
¿Cómo viviste la Ford Maverick a pleno?
¡Cuando Ford anunció que volvían a fabricar la
clásica Maverick me fascinó! ¡Y su nombre! Una
de las mayores olas del mundo se llama
Maverick, en Estados Unidos.
La Maverick es una camioneta que llama mucho
la atención en varios sentidos. No solamente
por el diseño que tiene, muy llamativo. Tiene un
toque agresivo de pick up.
Cuando abrís el capot, lo que tiene abajo, su
motor 2.0 turbo. Para el deporte brinda mucho
y en la ciudad también. Tiene una caja grande
con casi 1.000 litros de capacidad. Es muy
completo y fuerte.
Ahora tengo la fortuna de manejarla como
embajador de Ford. Me gusta mucho la velocidad
también...
Conversando con mis padres nos acordábamos
de mi abuelo. Él era un apasionado de los autos.
Creo que agarré un poquito de esa pasión.
¿Cuál es el rol de un sponsor para un atleta
como vos? Otras empresas de diferentes rubros
también empezaron a interesarse por el surf.
Están las marcas propias del surf, como
mundialmente Quiksilver. Marcas hechas por
sur!stas.
Ahora muchas marcas fuera del surf se interesan
en los atletas. Es una señal muy buena que
el surf esté creciendo y teniendo el espacio que
se merece realmente. Que sea olímpico. Que no
lo vean solamente como si fuera un hobbie. Es
un trabajo profesional. Hay horas de trabajo,
dedicación y hay que cuidar muchas cosas.
A mí, personalmente, que Ford me convoque y
sea un embajador de ellos en el deporte, ya eso
me llena de orgullo y deja huella para las próximas
generaciones.
CENTRAL
LOS MOMENTOS
MÁS FELICES DE
MI VIDA Y DE
MIS AMIGOS LOS
VIVÍ DENTRO
DEL MAR.
LAS PRIMERAS
OLITAS DE NENI-
TOS QUE VEÍA
CON SUS PADRES
EMPUJÁNDOLOS,
Y SU PRIMERA
FELICIDAD
FRENTE AL
MAR...
EL MAR PARA MÍ
ES TODO, ME DA
LUZ, ME DA PAZ,
NATURALEZA,
FELICIDAD,
DIVERSIÓN Y
SIEMPRE ALEGRA
MIS DÍAS NUBLA-
DOS.
COCÓ CIANCIARULO
SANTIAGO MUÑÍZ
COCÓ + SANTI
Desde muy niña desafía la adrenalina. Cada día
intenta volar más alto en su vida. Skateboard,
Surf, Rock y con la energía familiar que es el núcleo
creador de su personalidad.
Cocó Cianciarulo
—ELLA AQUÍ EN UN "HEAT" MUY
PERSONAL.
¿Cómo es un día en tu vida? Me levanto temprano,
desayuno y a las 7 am tengo entrenamiento
de surf. Después vuelvo a mi casa,
almuerzo, y voy a entrenamiento físico. De ahí,
voy por el segundo entrenamiento de agua.
Después, vuelvo a casa, hago una merienda /
cena, charlo con mi novio, me quedo con mi
familia, toco la guitarra, a veces el piano y ya
descanso para el día siguiente. Otros días de la
semana tengo natación, ensayo con la banda
que tengo con mi papá y mis hermanos, que se
llama “LOST MARPLAS”, y también hago yoga.
¿Qué signi"cado tiene el mar para vos? Desde
que tenía 2 años, siempre veraneamos en
Chapadmalal, precisamente en Luna Roja, y a
los 5 años comencé a tomar clases de surf todos
los veranos. Siempre me gustó el mar desde
bien chiquita. Competía en Skate desde los 5
años, hacía el Circuito Nacional, competía con
los varones y con las chicas grandes. El Skateboarding
es mi primer amor, hasta que tuve un
accidente muy grave, donde me quebré la tibia
en diagonal, de la rodilla al tobillo. Fue volando
en un bowl, y por querer volar más alto, ocurrió
el accidente.
CENTRAL
/COCÓ
Estuve un año con yeso y el traumatólogo me
mandó a surfear, ya que era mi otra pasión,
para recuperar masa muscular. Y ahí empezó
todo. Me empezó a gustar muchísimo surfear y
estar en contacto con el mar. Sentí una
conexión muy linda hacia él y ahí decidí hacer
mi carrera como sur!sta. A los 12 años empecé
a competir en Surf, pero no descarto la posibilidad
de competir en Skate.
¿Qué otras cosas te apasionan fuera del surf,
skate y la música? No asimilo mi vida sin
música. Compongo y escribo algunas canciones
en mis ratos libres y me gusta mucho tocar la
guitarra y aprender nuevos covers que me
enseña mi papá. Y estamos por grabar un disco
con “Lost Marplas”. Yo toco el bajo y hacemos
música surf instrumental. Mi hermano Astor
toca la batería, mi papá la guitarra rítmica, mi
hermano Jay la guitarra principal y mi mamá se
encarga de la producción y de vender los
shows. Amo tocar con Lost Marplas. Es increíble
compartir el escenario con la familia.
¿Qué otros desafíos tenés para este año? Para
este año, tengo tres objetivos a corto plazo.
Éste es mi último año siendo junior. El primero:
ser campeona argentina junior por sexto año
consecutivo. El segundo: ser campeona Sudamericana
(objetivo logrado). El tercero: representar
a Argentina en el mundial Junior ISA, que
se celebra en El Salvador, y buscar el mejor
resultado posible. Así el año que viene me quedo
enfocada en los QS y los nacionales open.
¿Cómo manejás lo emocional en un momento
de competencia? Trato de estar relajada,
pienso en cosas positivas, veo el mar, me
conecto con él. Siempre antes de cada heat, le
hablo y le pido que me mande buenas olitas.
/COCÓ
DESTINOS
Una opinión sobre Santi Muñiz. Primero que
nada, un ser humano increíble, gran sur!sta,
con unos valores y una familia hermosa.
¿Qué sensaciones pasan por vos al representar
a la celeste y blanca? Me llena de orgullo llevar
la celeste y blanca por el mundo. Es una sensación
única que no se puede explicar, muy
emocionante.
Viajar y "surfear" en una
Ranger por rutas argentinas
¿qué destino elegirías
para recorrer el país?
—Me gustaría mucho hacer
un viaje a la patagonia porque
sé que hay muy buenas olas y
todavía no conozco. Ese sería
mi próximo destino, ideal
para ir en la Ford Ranger.
CENTRAL
Ford desembarcó
en Mar del Plata
Surf & Golf
En Mar del Plata se respira surf, para
quienes hoy recorren Playa Grande es
común ver una camioneta cargada con
tablas de surf o palos de golf. Lo que
pocas veces sucede es cruzarse con una
camioneta cargada con ambos equipos al
mismo tiempo.
E
n el verano 2020, la Asociación Argentina
de Golf y la Asociación de Surf
Argentina junto a Ford reunieron a los
atletas de alto rendimiento de ambos
deportes para intercambiar conocimientos,
técnicas y experiencias durante el 102° Abierto
del Sur de Argentina jugado en el Mar del Plata
Golf Club. La costa marplatense fue un escenario
único para los gol!stas junior de alto rendimiento
como Vicente Marzilio, Federico Shin, Ezequiel
Rodríguez Barri, Ricardo Matho, Tomás Maradei
y Franco Scorzato que se animaron a subirse a las
tablas junto a un an!trión de lujo, Jesús “Pochi”
Montenegro, quien se coronó campeón de la
categoría a!cionado.
Increíblemente, en el mismo momento, Cocó
Cianciarulo, hija de Flavio Cianciarulo (Sr. Flavio
para todo el mundo), bajista de Los Fabulosos
Cadillacs y embajador de Ford Argentina, se
consagraba bicampeona de la primera fecha del
circuito nacional, el “Quicksilver & Roxy Young
Guns” cerrando así una jornada histórica para
ambos deportes. Duke Kahanamoku, “padre del
surf moderno” y ganador de tres medallas de oro
en los Juegos Olímpicos de 1912 y 1920, reconocido
por la famosa foto que lo muestra surfeando
con un palo de golf en la mano, recibió homenaje
al ser reemplazado por una joven atleta que replicó
el reconocido retrato en su memoria (foto).
A través de distintas iniciativas, junto a la
Asociación Argentina de Surf, Quiksilver, Roxy y
Ala Moana cuyo dueño es Fernando Aguerre,
“padre del Surf Olímpico”, Ford promueve los
valores de ambos deportes y su estilo de vida
caracterizado por la perseverancia, la camadería
y el respeto al medio ambiente, contribuyendo
así al crecimiento del deporte tanto a nivel profesional
como a!cionado.
•Agradecimiento: Seba Chacón, SURFPRESS.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
DE OPINIÓN
GUILLERMO MONTENEGRO
Intendente de General Pueyrredon
—Un reconocimiento real
y merecido
Al cumplirse 40 años de la gesta de Malvinas, la emoción
nos atraviesa a todos los argentinos pero en particular a
aquellos que tenemos amigos que fueron y volvieron, y
también que fueron y no volvieron.
No es un año cualquiera, porque en palabras de ellos
mismos y de sus familias hoy están viviendo el real y
merecido reconocimiento por haber defendido con sus
vidas nuestra Patria.
Pre!ero no usar las palabras ex combatientes o veteranos
al momento de recordarlos porque para mí son los
Héroes de Malvinas y así se los explico a mis hijos, y
vamos a explicarle a las generaciones venideras, que
ellos que hoy caminan con nosotros son héroes y que
están ahí, no solo en los libros. Están al lado nuestro.
En esta página, al igual que en el acto que realizamos el
pasado 2 de abril en el cenota!o, nos encontramos con
miles de marplatenses que eligieron acompañarnos,
alrededor de este monumento que ahora iluminado,
permite recordar y homenajear a nuestros héroes.
Aunque no habrá palabras, monumentos, ni des!les que
lleguen a pagar esa deuda que tenemos con ellos, pero
cada gesto es un granito de arena para intentar llegar al
merecido reconocimiento.
Tengo muchos amigos que fueron a defender la Patria, y
que hoy están en mi ciudad y comparto conversaciones
que aún conmueven, y también el recuerdo de quienes
no regresaron. Y eso también nos hace sentir desde el
corazón esa dualidad: por un lado la Soberanía en
nuestras islas, la Paz y por otro lado, lo que nos hicieron
entender los Héroes, que es la falta de un debido reconocimiento.
Estamos a tiempo de hacerlo. Para los que están acá y
tienen la posibilidad y la alegría de vivirlo, y también con
mucha fortaleza, para quienes no volvieron y hoy no
están acá.
En ese sentido creo que el reconocimiento real que una
sociedad necesita hacer de sus Héroes es, no solamente
con lo que hacemos hoy, sino con lo que hacemos y
decimos todos los días: cómo le explicamos a los más
chicos, cómo compartimos estas vivencias con cada
uno de los integrantes de nuestras familias, sectores o
instituciones. Y sobre todo desde el corazón y el cariño
que cada uno de ellos tiene y debe seguir teniendo en
nosotros.
Por eso quiero agradecer a cada marplatense que es
parte de esta memoria viva, pero especial y profundamente,
a ellos “por no haber cesado en esa batalla y en
esa lucha, que fue posterior a la vuelta de las Islas y que
nos hicieron ver a toda una sociedad que recién hace
pocos años empezó a reconocer como se merecen a los
Héroes de Malvinas”.
Circunstancialmente soy el Intendente de esta ciudad y
tengo el honor de serlo en este 40ª aniversario, de poder
compartir esta fecha, y este año, con varios amigos y
poder decir que los voy a seguir acompañando desde el
lugar que me toque. No por ser el intendente, sino
porque ellos me hicieron entender la importancia que
tiene para cada uno de los marplatenses, pero mucho
más para cada uno de los argentinos. Gracias por no
cesar y seguir haciéndonos ver la importancia que tienen
no solamente las Islas, sino que todos nosotros sepamos
que vivimos cerca de los Héroes de Malvinas.
CENTRAL
De Opinión. A 40 años de la Guerra de Malvinas
seres queridos quienes también nos daban la fortaleza
para seguir adelante.
FERNANDO ÁLVAREZ
Presidente Centro de Ex Soldados Combatientes
en Malvinas de Mar del Plata
— 40 Años
Si bien el número 40 representa, como en muchos
festejos, conmemoraciones, eventos y demás, un número
redondo y atractivo, y no es más ni menos, para
nosotros, que un año más, recordando y homenajeando
a quienes consideramos nuestros verdaderos Héroes, los
que dieron su vida por la Patria.
Se acerca un nuevo 2 de Abril y el solo hecho de comenzar
los preparativos para otra conmemoración, empieza a
movilizarnos internamente, a"oran recuerdos, momentos
difíciles, emotivos, nuestros cuerpos se transforman y
tambaleamos en más de una oportunidad, pero nunca
dejando de mantener la mirada en lo que nos proponemos,
!rme la convicción y decisión de lo que nos pusimos
como objetivo y porque siempre lo hicimos así, desde
nuestros inicios, en los comienzos de la posguerra.
Malvinizar no es simplemente hablar de lo que vivimos
en la Guerra o hablar de por qué las Islas son nuestras,
también fue encarar “la otra batalla” lo que venía para
nosotros, el día después y contarlo, decir acá estamos y
queremos insertarnos en la sociedad y demostrar, entre
otras cosas, que no éramos los LOQUITOS DE LA GUERRA.
Y nuestras vidas comenzaron a construir caminos paralelos:
la conformación de una familia y la lucha por
organizarnos, cuidarnos, construir un camino que, más
allá de nuestros logros personales nos permitiera dar
pelea y reivindicar los valores, mantener la memoria viva
y honrar a nuestros Héroes, prioridades fundamentales
para no decaer y del otro lado no descuidar a nuestros
Y a esta lucha se sumaron los familiares de los caídos,
guías esenciales en nuestro camino Institucional y espiritual,
porque además nos enseñaron a mantener el dolor
oculto para que no entorpezca nuestras vidas, que ya
estaban marcadas, pero nos fuimos expandiendo, abriéndonos
camino, llevando nuestra bandera en alto y nuestra
palabra a través de las nuevas generaciones, quienes nos
permitieron avanzar, nos escucharon y nos acompañaron,
cada vez con más fuerza, hasta el mismísimo día de hoy.
El hoy, después de tanta lucha y dejando muchos compañeros
en el camino, nos muestra que a pesar de todos los
errores que pudimos haber cometido, por inexperiencia,
juventud y ansiedad, damos un ejemplo de superación,
que nos enorgullece y nos insta a seguir, siempre con la
premisa de rendir honores.
Tener en claro tres cosas fundamentales: BREGAR POR LA
PAZ, MANTENER VIVA LA IDEA MALVINIZADORA y HONRAR
PERMANENTEMENTE A NUESTROS CAÍDOS.
Hace 40 años gritábamos a viva voz nuestras palabras en
la calle, nuestros reclamos, entre nuestras familias,
amigos, familiares de caídos y algún que otro vecino. El
Estado totalmente ausente, las escuelas alejadas, organizaciones
que no creían en nosotros y aún los militares
siguiéndonos para que no contemos la verdad. Hoy,
llegando a los 60 años, y en lo personal, con el Orgullo de
representar a esta Institución, ver los cambios de mentalidad
de la gente, las escuelas pidiéndonos que por favor
les demos una charla educativa, el Estado acudiendo a
nuestros actos, las Instituciones pidiéndonos participar
en nuestros des!les. 40 años, las cosas cambiaron. ¿Para
bien? Puede ser, porque hoy, los Héroes tenemos un
reconocimiento y esto es así porque nunca abandonamos
y porque ELLOS hubieran hecho exactamente lo
mismo si nosotros no estuviéramos aquí.
Soy un veterano de la Guerra de Malvinas más que junto
a mis compañeros seguimos dando pelea, en la vida y
hasta el último de nuestros días, pero con la tranquilidad
de haber hecho lo que corresponde y para que las
nuevas generaciones continúen con nuestro propósito.
Un propósito simple y concreto… mantener la memoria
presente y que se riegue por todo nuestro país, y por qué
no, más allá de las fronteras.
CENTRAL
De Opinión. A 40 años de la Guerra de Malvinas
mejor formato para el status especí!co de las queridas
Islas, en el marco de las relaciones diplomáticas entre
Argentina y el Reino Unido. ¡Las Malvinas son argentinas!
MONS. GABRIEL MESTRE
Obispo de Mar del Plata
—Soberanía, memoria, paz.
A 40 años de Malvinas.
La palabra Malvinas es sugestiva, casi provocativa...
Suscita nostalgia, valentía, miedo, esperanza, rebeldía,
heroicidad, impotencia, vida, enojo, patriotismo, dolor,
fortaleza, muerte, compromiso...Son muchas las reacciones,
incluso contrapuestas, que se entrecruzan al evocar
el acontecimiento Malvinas. Me ha tocado ser testigo de
alguna discusión más o menos virulenta con respecto a
este tema tan delicado que toca las !bras más íntimas.
Como argentinos pensar en Malvinas toca nuestra sensibilidad
más profunda y, de alguna forma, nos hace
reaccionar. Estas reacciones se han ido entretejiendo a lo
largo de estos 40 años en medio de diferencias generacionales,
ideológicas y epocales.
Buscando sintetizar todo lo que Malvinas evoca en mi
corazón, me surgen tres ideas que comparto con ustedes
como mi reacción personal al conmemorar estos 40 años
de Malvinas. Los tres impulsos los sintetizo en tres
palabras: SOBERANÍA, MEMORIA, PAZ.
1) SOBERANÍA
Pasados estos 40 años, más que nunca como miembros
de esta querida Patria Argentina, debemos rea!rmar
nuestra SOBERANÍA sobre las Islas Malvinas. No soy
especialista en geopolítica ni en otras ciencias análogas.
Los argumentos geográ!cos, históricos y culturales, son
más que evidentes para rati!car que las Malvinas son
argentinas. En este marco de rati!cación de nuestra
SOBERANÍA, luego se podrá discutir y consensuar el
2) MEMORIA
Pasados estos 40 años, estamos naturalmente obligados
a hacer MEMORIA de las hermanas y hermanos que
entregaron su vida. En muchos casos en condiciones
infrahumanas y hasta desesperantes… La MEMORIA nos
obliga a valorar su compromiso y a buscar sincera y
efectivamente que hoy sean tenidos en cuenta sin chicanas
ni falsos descuidos. Al conmemorar los 30 años, el
entonces Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco,
insistía en las cicatrices que nuestros héroes de Malvinas
experimentan hoy en carne propia o sus familias.
¡Hagamos MEMORIA y recordemos convencidos la valentía
y el testimonio de los que entregaron su vida en Malvinas!
3) PAZ
Pasados estos 40 años, más que nunca tenemos que
rati!car el valor de la PAZ para solucionar cualquier tipo
de con"icto. Conmemoramos los 40 años de Malvinas en
el contexto de la guerra que están padeciendo nuestros
hermanos ucranianos. La opción bélica siempre es
oscura, siempre daña, siempre complica, nunca resuelve…
Es por eso que, una vez más debemos recordar las
invitaciones que constantemente nos hace el Papa
Francisco: ser artesanos de la PAZ, maestros en la cultura
del diálogo y el encuentro, constructores de la
amistad social. La PAZ es posible, la PAZ nace en el
corazón de cada persona.
Soy profundamente creyente, tengo fe en Dios. Desde la
fe imploro a nuestro Señor por el eterno descanso de los
que hay fallecido en combate: ¡Qué Dios los tenga en su
gloria! Pido por las familias que dejaron, para que en
medio del dolor puedan encontrar el consuelo que
otorga la fe. Oro también por todos los que estando en
combate o en zona de guerra, han sobrevivido pero han
experimentado las fuertes heridas interiores que dejan
siempre los con"ictos bélicos: ¡Qué Dios sane sus
corazones y que los acompañemos siempre desde todos
los ámbitos de la Patria!
CENTRAL
EDUCACIÓN
En camino
hacia el futuro
La propuesta educativa del
Colegio OAR San Agustín
Con corazón inquieto, el nivel secundario del
Colegio OAR San Agustín dirige su misión a
formar jóvenes capaces de enfrentar su
futuro en reconocidas casas de altos estudios
y postular a mejores empleos, con la claridad
que solo da la luz de la Fe y el testimonio del
Buen Ejemplo.
www.colegiosanagustinmdp.com
@sanagustinmdp
Durante esta etapa, resulta imprescindible desarrollar
capacidades de comunicación, resolución
de problemas, pensamiento crítico, compromiso
y responsabilidad.
La propuesta educativa de la secundaria orientada del
Colegio OAR San Agustín, ofrece a sus alumnos la posibilidad
de profundizar sus conocimientos en Ciencias Naturales,
Economía y Gestión de las Organizaciones y Artes
Visuales.
Complementan la currícula o!cial, los espacios de Tecnología,
Huerta, Matemática Recreativa, Lectura y Escritura
de textos académicos, Ajedrez, entre otros. A partir de
proyectos que incursionan en el área de la impresión 3D,
inteligencia arti!cial, robótica, programación, desarrollo
sustentable, sus alumnos reciben una educación de
vanguardia.
Considerando de gran importancia potenciar el per!l de
los egresados, desde este ciclo lectivo la Institución ha
tomado el compromiso de seguir creciendo junto a la
comunidad marplatense. A partir de la inversión en nuevos
recursos de robótica e impresoras 3D se completa el
equipamiento en tecnología adquirido en convenio con
Rasti S.A. De esta manera, los alumnos pueden emprender
carreras universitarias de avanzada, lo que les permitirá
acceder a mejores empleos.
Este proyecto revaloriza la misión que desde el año 2015
lleva adelante St. Augustine School of English dotando a
sus estudiantes de las herramientas necesarias para
desenvolverse en el área de la inteligencia arti!cial y la
programación a partir de la enseñanza de los idiomas
inglés, chino e italiano.
La propuesta educativa del Colegio OAR San Agustín, en
camino hacia el futuro.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
TEXTOS: Martín Sala / EDICIÓN: Clara López Tonón / FOTOS: Christian Heit
GUSTAVO
SCHROEDER
—De la !esta de egresados al in!erno de la guerra
Con 18 años y casi sin instrucción militar tuvo que ir a Malvinas. En las
islas fue del optimismo a la angustia y del agotamiento al alivio. Vio la
heroicidad de sus compañeros y padeció las miserias de sus superiores.
También sufrió hambre y regresó desnutrido. Con los años se convirtió
en uno de los referentes del Centro de Ex Soldados Combatientes,
desde donde dio la lucha contra el olvido.
ESPECIAL
MALVINAS
40 . . .
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder
Amediados de 1981 Gustavo Schroeder
no tenía idea de lo que el
destino le deparaba. Ese año terminaba
el secundario y ya había
comenzado a preparar en el Instituto
IDRA las materias que debía rendir para
ingresar a la Facultad de Ciencias Económicas:
Matemática e Historia. Se había anticipado porque
sabía que a principios de marzo de 1982
entraría al Ejército y no iba a poder estudiar en el
último tramo del curso de ingreso.
Se incorporó al GADA 601 con 18 años y a poco
de estar allí le dieron cinco días para rendir los
dos exámenes. Cuando volvió al cuartel casi que
no tuvo tiempo para continuar la instrucción
militar porque estalló el con!icto bélico con
Gran Bretaña por las Islas Malvinas.
La mañana del 2 de abril los conscriptos fueron
despertados a una hora inusual: alrededor de las 5,
cuando siempre lo hacían a las 6. “Nos prendieron
las luces y nos sacaron rápido”, recuerda Schroeder
en diálogo con CENTRAL 40 años después. Y
también se acuerda con claridad la arenga que
hizo el o"cial: “Hoy es un día histórico, hemos
recuperado las Islas Malvinas y es muy probable
que tengamos que defenderlas. Así que mírense
bien las caras porque muchos de los que estamos
acá vamos a tener que ir a defender las islas, la
soberanía, y puede ser que alguno no vuelva”.
La proclama patriótica no alcanzó a convencer a
Schroeder y a sus compañeros de que tendrían
que ir a la guerra. La sensación generalizada era
que, a lo sumo, se repetiría lo sucedido en 1978 en
el con!icto con Chile por el canal de Beagle,
cuando la guerra estuvo a punto de estallar pero
la mediación llegó primero.
“Lo tomábamos todo con bastante optimismo.
Pensábamos que no iba a pasar nada. A lo sumo
una movida como la de Chile”, cuenta el ex
conscripto. “Nosotros en el cuartel no nos enterábamos
mucho lo que pasaba afuera y no sabíamos
qué iba a pasar. Éramos soldados nuevos: ni
un mes teníamos de incorporados.Y habíamos
hecho muy poquita instrucción. Pero fueron
pasando los días y la cosa empezó tomar otro
color”, recuerda.
Fue cuando los superiores llamaron a armar el rol
de combate. “El suyo es en el director de tiro:
apuntador óptico”, le dijeron. Era casi como si le
hablaran en otro idioma. Y cambiaba respecto a
lo que le habían dicho en la instrucción: que
sería estafeta.
FOTO ARCHIVO /
El grupo de conscriptos de Gustavo Schroeder
parten desde el Aeropuerto de Mar del Plata
hacia el sur.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder
S
emana Santa de 1982 cayó jueves 8, viernes
9, sábado 10 y domingo 11 de abril. A
Schroeder le permitieron salir del GADA el
viernes y debía volver el domingo a la tarde. El
domingo al mediodía almorzó con su familia. Era
un día de despedida porque después comenzaban
a movilizar a los soldados. Lo único que no
estaba del todo claro era quiénes iban a cruzar a
las islas y quiénes no. Así que estaba con su padre,
su madre y su hermana cuando por televisión
vieron al presidente de facto, Leopoldo Fortunato
Galtieri, y escucharon la frase que quedaría
clavada como un puñal en la historia argentina: “Si
quieren venir que vengan, les presentaremos
batalla”.
“El 12 de abril a la mañana nos empezaron a
movilizar, a llevar al aeropuerto. Salimos de Mar
del Plata al Regimiento de Infantería VIII de
Comodoro Rivadavia. El material y las municiones
se cargaron en un barco que fue hasta Puerto
Deseado. Y cuando empezamos a recibir el
material nos empezaron a cruzar a la isla. A mí
me tocó con un grupo de 12 o 15 soldados. Nos
apartaron, nos subieron a un avión y nos llevaron
a Río Gallegos. Y de Río Gallegos, el 15 cruzamos
a la isla. Fuimos los primeros en llegar del grupo
nuestro. El resto salió en aviones Hércules desde
Comodoro”, detalla el ex combatiente.
“Llegamos y armamos carpitas para esperar a los
demás. El 16 todo el grupo de artillería de Mar del
Plata, el 601 y el 602, se juntó en el aeropuerto y
nos empezaron a desparramar en el terreno. El 17
de abril a mí me tocó ir a un lugar que se llamaba
Puerto Enriqueta”, relató.
Para el momento en que Schroeder estaba
situado en el campo de batalla había realizado
solo dos pruebas de tiro. Una en el regimiento de
Comodoro y la otra en el Tiro Federal de Mar del
Plata. A la escasa experiencia se sumaría más
tarde otro inconveniente: el fusil que le dieron no
andaba. “Tiraba un tiro y se trababa. Eran fusiles
tan viejos, tan desgastados que no estaban bien
regulados. La segunda bala tenías que cargarla
manualmente. No me pasó solo a mí, sino a
varios”, comenta.
El 1 de mayo los ingleses empezaron a atacar. Al
mediodía aparecieron en el horizonte tres fragatas.
Schroeder y el resto de los soldados las
veían acercarse, pero la artillería tenía un alcance
de 10 kilómetros, así que si disparaban no iban a
impactarlas. Los ingleses contaban con esa
información: se ubicaron a 17 kilómetros y comenzaron
a bombardear a discreción. Ellos sí
tenían armamento de largo alcance. La única
opción fue repelerlos con aviones.
Cuando eso ya había ocurrido, los soldados
argentinos oyeron un zumbido a sus espaldas.
Miraron hacia atrás y vieron a un avión a vuelo
rasante. Tenían la orden de dispararle a todo
aquello que se saliera del corredor aéreo y eso
estaba ocurriendo con ese avión. Así que empezaron
los cañonazos. La primera andanada no
hizo impacto; la segunda sí: el avión cayó en la
costa y explotó. “Parecía que Maradona había
hecho un gol. ‘Ingleses hijos de puta’”, les gritábamos.
“Cinco, diez minutos después, por mensaje de
radio dijeron que era un avión de propia tropa”,
cuenta Schroeder, que no estaba en los cañones
pero sufrió la pérdida con la misma angustia que
los demás. Y después de cuatro décadas no tiene
dudas: “Salvo el operativo de recuperación de las
islas, que era un plan armado hacía muchos años
y lo desempolvaron por necesidad política, todo
lo que vino después fue improvisación. Absoluta
improvisación”.
CENTRAL
FOTOGALERÍA / LÍNEA DE TIEMPO: MAR DEL PLATA ~ MALVINAS
PARTIDA AEROPUERTO MDP - LLEGADA A PTO. ARGENTINO - PREPARATIVOS COMBATE
A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder
Ala noche los barcos volvieron y los
combatientes argentinos tuvieron que
replegarse. “En un minuto llegué a contar
90 bombazos”, precisa Schroeder.
Eran días de mucha tensión para los soldados,
en los que eran frecuentes los rumores sobre
las negociaciones de paz. “Un día se había
corrido la voz de que se había llegado a una
propuesta de triple bandera, con Perú incluido.
Un soldado empezó a festejar y a tirar tiros al
aire. Otros pensaron que estaban atacando
comandos ingleses. Se armó una balacera con
nosotros en el medio”, recuerda.
A medida que fueron pasando las jornadas y
el alto el fuego no llegaba, la situación se fue
tornando traumática. “El tiempo es una variable
terrible en esos momentos, parece que
no pasa nunca”, dice.
El 25 de mayo hubo un cambio de posición y
a la batería de Schroeder le tocó ir al
aeropuerto. “Era el in"erno mismo”,
describe, sin exagerar. “Nos atacaban
de día los aviones y de noche los
barcos. En la semana había tres o
cuatro incursiones aéreas o alertas
y cuatro bombardeos navales nocturnos
y alerta de helicópteros
silenciosos todas las noches, con
temperaturas de 10, 15 grados bajo
cero y sin ropa para poder cambiarnos”.
En la mañana del 3 de junio sintieron una gran
explosión: a un kilómetro cayó un misil y mató
a cuatro de los soldados del grupo. Al otro día
los ingleses bombardearon la posición y, a
pesar de la alerta roja, había cuatro soldados,
entre ellos Schroeder, fuera de los pozos, por
negligencia del cabo. “Dos estaban haciendo
guardia, otro calentando el agua para el
desayuno del cabo y el otro calentando el
agua para el desayuno de los otros siete”,
menciona. Y sigue: “Nos arrojamos al suelo y
cuando pasó la andanada de bombas empezamos
a reptar para irnos al pozo. Pero un
compañero se quedó quieto: lo había alcanzado
una esquirla. No le tocó la espina dorsal de
casualidad. Hoy está bien, gracias a Dios”.
Schroeder recuerda la iluminación del campo
de batalla de esos días, por las bengalas y los
combates que tenían lugar en Monte Longdon
y Dos Hermanas. “El 13 de junio a la noche nos
dijeron que estábamos en estado de agonía.
Que si veíamos a un soldado inglés no le
teníamos que tirar y que si uno de ellos
nos veía a nosotros tampoco lo iba a
hacer. Y el 14 de junio al mediodía
nos avisan de la rendición. Eso fue
un alivio terrible”.
A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder
—SIN COMIDA Y MALTRATADOS
“Hasta el 1 de mayo venían dos veces por día y
nos servían un guiso, más una manzana y un
pedazo de pan. El desayuno era mate cocido con
un pedazo de pan las primeras dos semanas;
después ya no había pan, y eso que estábamos al
lado del pueblo. Pero cuando fuimos al aeropuerto
no llegaba casi nada”, comenta el ex combatiente.
“Nos habían dado unas raciones de emergencia,
que consistían en dos latas de carne en conserva,
turrones, una pastilla de alcohol para calentar la
lata de comida y algún chocolate. Eso lo recibía
el superior. A nosotros lo que nos llegaba eran las
dos latas y las pastillas de alcohol. El cabo se
quedaba con todos los chocolates y los turrones.
En la guerra se desatan las peores miserias del ser
humano”, lamenta.
En el aeropuerto estuvieron dos días sin probar
bocado. La primera vez que comieron después de
ese lapso fueron tripas de gaviota que habían
intercambiado por cigarrillos con unos infantes
que estaban más cerca de la costa. “Y otro día
comimos garbanzos hervidos en agua y sal. No
me olvido más: repartimos siete garbanzos para
cada uno. Estábamos muertos hambre”.
En la noche del 15 de junio tuvieron que ir
caminando desde el aeropuerto hasta el pueblo,
donde los iban a subir a los barcos ingleses. Caminaron
entre 10 y 12 kilómetros con 10 grados bajo
cero, lluvia, frío y hambre. Ya eran prisioneros
ingleses y como tales fueron alojados en un
galpón. “No nos daban nada, pero uno de los
nuestros descubrió que en un galpón de al lado
había comida. Era un depósito argentino, donde
conseguí una lata de dulce de batata y una
horma de queso”. Schroeder comió con desesperación,
pero no tenía agua. “Nos moríamos de la
sed”, recuerda.
Al otro día a la mañana, los ingleses juntaron a un
grupo de diez y los sacaron del galpón para hacer
fajina. Había una vereda y en el cordón, agua:
Schroeder y sus compañeros bebieron de allí.
Como perros.
Al día siguiente los subieron a un barco inglés
para emprender el regreso al continente. “Dos
ingleses me empezaron a mirar. Era para hacerme
controlar: cuando quedé con el torso desnudo se
me veían las costillas marcadas. Tenía la piel
pegada a los huesos, el estómago chiquito y las
piernas sin contextura muscular.”, enumera.
“A mí y a otros en similar condición nos llevaron
a una enfermería, donde nos traían para comer
tres veces por día: un vaso de leche, un plato con
huevos revueltos con queso y nada más. No
entendíamos por qué al resto le daban huevo
duro con tocino y más cosas”, cuenta el ex
combatiente, y admite que esa diferencia era por
su cuadro crítico: “Me hicieron un diagnóstico
visual de la desnutrición”.
Un día les permitieron darse un baño de agua
caliente. Hacía dos o tres meses que no sabía lo
que era eso. Les concedieron cinco minutos; él se
quedó diez y se lo reprocharon: “¡Ten minutes!”,
largó un inglés. A la salida pasaron por un lugar
en el que preparaban la comida y no lo dudó: se
guardó seis huevos duros en el bolsillo.
El 18 embarcaron y el 20 los bajaron en Puerto
Madryn, donde los subieron a unos micros. “El
conductor aceptó parar en una estación de
servicio. Nos regalaron dos docenas de facturas. Y
cuando llegamos a Trelew nos esperaban con
mate cocido y una montaña de sándwiches de
"ambre. Luego, un avión nos trajo a El Palomar”,
relata Schroeder.
Al llegar a Campo de Mayo, los llevaron a comer
al casino de subo"ciales de la Escuela Sargento
Cabral. Había empanadas pequeñas. Devoró tres
docenas y siete jarros de mate cocido. A la noche
lo tuvieron que internar.
“Al otro día nos volvíamos en tren para Mar del
Plata, así que el médico me dijo: ‘Cuidate porque,
si no, no te puedo dar el alta y no te podés volver
a tu casa’”. Lo hizo, pero las penurias se re!ejaron
en cada kilo perdido: fue a la guerra con 67;
volvió con 42 y “un cuadro de desnutrición muy
severo”. A la vuelta debió hacer “todo un proceso”
para recuperar peso y contextura. También
pasó dos años largando ollín: “Cada vez que tenía
!ema me salían los puntitos negros”.
FOTOGALERÍA / LÍNEA DE TIEMPO: MALVINAS ~ MAR DEL PLATA
PTO. ARGENTINO - PRISIONEROS EN EL BUQUE INGLÉS - REGRESO A MAR DEL PLATA
A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder
—“La vuelta fue tan complicada como
la experiencia en la isla”
Al regresar de las Islas Malvinas en tren a Mar del
Plata, cada soldado se fue a su casa. Gustavo
Schroeder estuvo tres o cuatro días tirado en la
cama. Su casa era un des"le de primos, tíos y
vecinos. “Parecía que era un velorio en vida”,
cuenta a CENTRAL.
A su entender, “la etapa de la vuelta fue tan
complicada como la experiencia propia en la
isla”. “Llegamos y nos dimos cuenta de que acá
se había vivido otra cosa. La gente creo que no
dimensionó lo que pasó allá. Pero no lo dimensionó
no porque no quiso verlo, sino porque los
medios de comunicación estaban totalmente
dirigidos por el gobierno militar”, agrega el ex
presidente del Centro de Ex Soldados Combatientes
y ex secretario de Economía y Hacienda
del municipio.
¿Cómo se sentían en esos momentos?
Muy marginados. Empezamos a juntarnos porque
había muchos compañeros con problemas.
Yo había decidido retomar la facultad. En un
momento, estando en la isla, había cambiado
totalmente de planes, pero a poco de estar acá y
empezar a tomar ritmo dije que iba a retomar la
facultad. En realidad me puse dos objetivos: para
recuperar el físico, el deporte: yo siempre entre-
né y jugué mucho al vóley. Y a !n de ese año
estaba el provincial juvenil. Era el último año que
podía jugarlo. Y para ocupar la cabeza, me
propuse no dejar para el año siguiente la facultad,
sino buscar alguna chance de empezar a
recuperar ese mismo año.
¿Y cómo te fue?
En la Facultad tuve buena recepción de las
cátedras y un amigo incondicional, Gustavo del
Potro, que me ayudó mucho. Arranqué en el
segundo cuatrimestre y llegué a rendir tres materias
en diciembre, de las sencillas, pero con todo
el cursado aprobado. Y ese año terminé saliendo
campeón provincial juvenil de vóley. Todo en
base al esfuerzo, pero era un privilegiado. A la
par de eso, con mis compañeros nos fuimos
dando cuenta de que había muchos que tenían
que ir a trabajar porque tenían que mantener a la
familia o para aportar en la casa y no tenían
ningún tipo de ayuda. Eso fue lo que provocó que
ya en el año 83 empezara a darse forma al Centro
de ex Soldados Combatientes.
¿Cómo eran esos encuentros?
En primer lugar, fue un centro sin participación
de las fuerzas armadas, porque acá en Mar del
Plata en general la relación con nuestros superiores
fue muy mala. Al principio se in!ltraban para
participar en las reuniones. Los primeros años
no fueron fáciles porque las fuerzas armadas que
habían sido gobierno todavía tenían poder.
Incluso tuvimos que mudarnos del lugar donde
nos reuníamos porque teníamos amenazas de
bomba. Para que te des una idea, en diciembre
FOTO ARCHIVO /
Fin del con"icto bélico. Llegada de los soldados
argentinos a Puerto Madryn.
A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder
de 1986, cuando se inauguró el monumento, yo
era presidente y leí el documento en el acto.
Después de eso, el jefe de la inteligencia militar
me dijo que desde la superioridad le habían
reprochado los términos del discurso por su
tendencia izquierdista. Y me pidieron que fuera
al cuartel. Fui con mi viejo, entré y hablé con el
superior. No pasó nada, pero todo eso muestra
cómo era la situación.
¿Y cómo era la vida del ex combatiente?
Te discriminaban, te convenía decir que no
habías ido a la guerra. Trabajamos mucho por la
dignidad del veterano. Y creo que se revirtió con
la sociedad esa anomia que había al principio,
ese desinterés. Hay un reconocimiento generalizado
del sacri!cio que se hizo. La gente ya
también distingue que cuando nosotros hablamos
de la ‘Gesta de Malvinas’ estamos rescatando
la gesta de un grupo de argentinos al que le
tocó bailar y bailó. Porque en las islas era matar
o morir. Y en Mar del Plata nos sentimos especialmente
reconocidos. Es un mundo muy distinnto
al resto del país.
FINAL
Gustavo
Schroeder
¿Después de tanta lucha, qué
re"exión podés hacer a 40 años de
la guerra?
—Veo cómo está el país y cómo está
la dirigencia y me da miedo que se
replique la situación. No digo ahora,
sino que algún día tengamos un gobierno
que decida otra vez invadir
Malvinas o pelearse con los chilenos,
por ejemplo. Me da temor a veces el
rumbo en lo político. En el país y en la
región. Por eso una de las cosas que
nos proponemos en el Centro es
bregar por la paz. Mientras estemos
vamos a tratar de que no vuelva a
suceder una locura de estas.
La guerra no soluciona nada.
MOVIMIENTO URBANO
CLÁSICO
DE CARNES
La Cabrera Al Paso en la ciudad
La cocina argentina evoluciona. Mar del
Plata también y en este caso nos enriquece
la apertura de un clásico de carnes
argentinas que trasciende fronteras.
LA CABRERA AL PASO, de la mano de su
creador Gastón Riveira, ya está a pleno
aquí en la ciudad, en Alsina esquina San
Lorenzo. Conversamos con él, quien
pone su alma, pasión y experiencia.
La experiencia LA CABRERA nacida en el corazón
de Palermo Soho (Buenos Aires), ¿a
dónde se exportó? Ahora abrimos en Málaga.
También estamos en Colombia, Chile, Filipinas,
México, Paraguay, Perú, y próximamente, en
Miami.
Aquí en Argentina estamos en Capital Federal,
Palermo Soho, donde nació la marca. Pilar, San
Salvador de Jujuy, ahora aquí en Mar del Plata, y
próximamente en City Bell (La Plata).
¿Hoy la gente exige calidad y algo más? Lo que
queremos es reírnos, divertirnos, pasarla lo mejor
posible nosotros y con el público.
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LA CABRERA AL PASO en nuestra ciudad? Porque
Mar del Plata es una ciudad extraordinaria. Me
pareció que es un lugar en donde LA CABRERA
AL PASO tiene que estar.
¿Con qué se van a encontrar marplatenses y
turistas? Queremos que la gente viva la misma
experiencia que se disfruta tanto en Buenos Aires
como en cualquier otro lugar del planeta. Que
prueben las mejores carnes del mundo con el
mejor servicio del mundo. Disfruten de buenos
sabores y se diviertan... Ese es nuestro objetivo.
¿Cuál es la propuesta a nivel de carnes y especialidades?
Las especialidades son todas las
carnes. Y como estamos cerca del mar, decidimos
ofrecer unas ricas rabas, cornalitos, calamaretis
fritos. Otra opción será el pulpo a la parrilla.
La idea es complementar, pero con platos
bien del mar que identi!can a Mar del Plata.
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
TEXTOS: Julia Sartora
HOMENAJE A
NUESTROS 13
HÉROES LOCA-
LES CAÍDOS EN
MALVINAS
ESPECIAL
40
MALVINAS . . .
CENTRAL
E
l mes de abril en nuestro país suele
caracterizarse por el asentamiento
del otoño, despedimos al calor para
dar paso a los colores amarronados y rojizos que
acaparan el follaje. Las calles se inundan de
hojas y comienzan a aparecer las bufandas y
guantes en los transeúntes. Sin embargo, hubo
un hecho central en nuestra historia nacional
que hizo que el cambio de temporada pasara a
un segundo plano cuando hablamos de abriles
en Argentina. Hace 40 años, un 2 de abril de 1982,
comenzaba la Guerra de Malvinas. Este mes
jamás sería igual.
general es conocida por todos: bajo el mando de
un gobierno militar de facto, con Leopoldo
Fortunato Galtieri a la cabeza, Argentina ocupa
puerto Stanley, dando inicio al con"icto armado
contra Inglaterra, lo que se conoce como Guerra
de Malvinas.
Fueron 2 meses y 12 días de enfrentamiento, del
2 de abril al 14 de junio de 1982. De nuestra
patria partieron miles hacia las Islas, cada uno
con sus convicciones y miedos, sus promesas y
deseos, pero todos con un horizonte común:
recuperar lo que nos pertenece y defenderlo.
Nombrar Malvinas es nombrar una de las
heridas más grandes y profundas de nuestro
país. Son muchas y muy distintas las emociones
que nos invaden al pensar en ello. La historia
Homenaje a nuestros 13 héroes locales caídos en Malvinas
Sin embargo, el dolor siempre se
hace presente. 40 años aún no son
su!cientes para sanar, tal vez se
necesiten otros cuarenta para que eso suceda. Y
aunque la herida se cierre, quedará una cicatriz
grabada para siempre en nuestra memoria
colectiva. Debe ser así, ya que es la memoria lo
único que puede salvarnos del olvido, para
aprender y no volver a cometer los mismos
errores del pasado.
En la Guerra de Malvinas perdimos a 649
argentinos, héroes que dieron sus vidas por
amor a la patria, muchos de ellos muy jóvenes.
Especí!camente en nuestra ciudad, son 13 los
marplatenses que hoy no están con nosotros de
forma física, pero sí en espíritu, pues ellos nos
inspiran día a día y es a ellos a quienes recordamos,
especialmente, cada abril.
¿Qué sentimientos brotan cuando pasamos por
la calle Córdoba y Diagonal Alberdi Sur? La llama
eterna que ocupa el centro del Monumento a los
Caídos en Malvinas es la misma que se mantiene
encendida en nuestros corazones al pensar en
estos héroes, símbolos de valentía y amor por
nuestra tierra.
Desde Revista CENTRAL, con motivo de este 40
aniversario del con"icto que nos marcó para
siempre, deseamos avivar la llama de la memoria
en cada uno de nuestros lectores. Es nuestra
responsabilidad y sincero deseo como marplatenses
y argentinos, el difundir las historias y la
labor de cada uno de nuestros héroes locales,
que no pueden hacerlo por ellos mismos.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Félix Oscar Artuso
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
FÉLIX
OSCAR
ARTUSO
MLVN.40
liderando el ataque, la guarnición
argentina se rindió y sus miembros
fueron tomados como prisioneros de
guerra. Terminaron siendo custodiados
por infantes de marina reales.
Oriundo del barrio Villa Urquiza, en la Ciudad de Buenos Aires, Félix
Oscar Artuso era parte del cuadro de subo!ciales de la Armada
Argentina, había ingresado en 1962. Pero, en 1968, se trasladó junto a
su familia a Mar del Plata, ya que había sido elegido para realizar el Curso de
Capacitación en Submarinos en la Escuela de Submarinos de la Base Naval de la
ciudad.
Pasó por varios, hasta que en
1980 fue destinado al ARA
Santa Fe (S-21). Dos años
más tarde, al estallar la
guerra, este mismo sumergible tuvo
que partir con su tripulación hacia las
Georgias del Sur. Habían recibido la
orden de ir a apoyar a las fuerzas
argentinas en la zona, por lo que el 19
de abril de 1982, al inicio del viaje, Félix
se despidió de su esposa Alicia y de
sus hijos: Cristian, de entonces 8 años,
Karina, de 6, y Carolina, de 2.
En una entrevista, Cristian contó que
en la despedida su padre lo apartó y le
dijo: "Hijo, me voy a la guerra.
Tomá mi espada, sé que no voy a
volver". A pesar de la negativa del
niño, quien incluso arrojó las llaves del
auto por la ventana en un desesperado
intento por retenerlo, Félix partió a sus
36 años rumbo a Grytviken, con una
visión pesimista sobre su futuro.
Y es que el maquinista y subo"cial
primero del submarino ARA Santa Fe
(S-21) era "el a la Armada Argentina y
a su patria. Su honor no le permitió
desistir y estuvo dispuesto a entregar
todo por su país. Así fue que el 24 de
abril de 1982, Félix Oscar Artuso llegó a
Grytviken, Georgias del Sur.
Sin embargo, tras la Operación
Paraquat llevada adelante por el ejército
británico para invadir la isla San
Pedro, con el destructor HMS Antrim
En ese momento, Artuso y otros militares
argentinos recibieron órdenes de
acomodar el submarino, prohibiéndoles
tocar ciertas palancas para evitar su
hundimiento. Un o"cial de la marina
británica le especi"có a Félix que si no
se acercaba a las palancas de ventilación
“todo estaría bien”, mientras que
un guardia lo amenazó con dispararle
en la cabeza si es que intentaba algo.
La desdicha inició cuando el ARA
Santa Fe (S-21) era trasladado por la
costa de Caleta Vago. Comenzó a
perder !otabilidad. El capitán de
Corbeta Horacio Bicain, o"cial naval
argentino, alertó a Félix Artuso de la
situación y le ordenó ajustar los
sistemas de baja presión para reequilibrar
el submarino.
Tras los años de experiencia como
mecánico naval, Félix conocía muy
bien al viejo artefacto que en aquel
entonces ya venía prestando 40 años
de servicio, habiendo sido utilizado en
la Segunda Guerra Mundial. Solo le
restaba un año para jubilarse y ser
reemplazado por las nuevas adquisiciones
alemanas: el ARA Santa Cruz y
el ARA San Juan, que "nalmente protagonizaría
la tragedia de 2017.
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: Félix Oscar Artuso
FOTO ARCHIVO /
Félix Artuso maquinista y subo!cial primero
del submarino ARA Santa Fe (S-21).
Submarino ARA Santa Fe (S-21).
Por esto mismo, el ARA Santa
Fe manejaba di"cultades
para la inmersión, que debía
ser con un tiempo reducido gracias a
graves fallas en las baterías. Además,
llevaba mucho peso: armamento,
víveres y torpedos. Su misión era
desembarcar a los refuerzos para el
personal que se encontraba en
Grytviken, y luego ocultarse en una
zona lejana a la espera de instrucciones.
Tenían la orden explícita de no
atacar a menos que se viesen obligados
a defenderse.
Y lamentablemente, así fue. Cuando se
propusieron esconderse, un helicóptero
Wessex inglés descargó dos bombas
cerca de la popa. A pesar de los intentos
por defenderse, otra nave aérea
inglesa apareció y se sumó al ataque.
Durante el bombardeo, el reloj Seiko
de Artuso, según narra su hijo Cristian,
“se golpeó y se detuvo para siempre”.
Aún hoy, la fecha y hora exactas
del impacto "guran en el viejo reloj: 25
de abril, 5:43 am.
Más tarde cayeron prisioneros y a Félix
se le ordenó nivelar el submarino, que
se inclinaba ligeramente a estribor,
producto del ataque inglés. No obstante,
el guardia que lo custodiaba malinterpretó
sus acciones y no dudó en
proporcionarle cinco disparos.
Cuando el caso llegó a la Comisión de
Investigación, el acusado de disparar
el arma se defendió alegando que
jamás había escuchado la orden para
el subo"cial y que, por lo tanto, concluyó
que se trataba de un sabotaje a la
nave. No se conoce públicamente el
nombre del custodio que jaló el gatillo
aquel día, fue resguardado por los altos
mandos británicos y el hecho fue
cali"cado como un “error trágico” para
la Royal Navy. El informe, fechado el 30
de abril de 1982, sostuvo que “no había
culpa o negligencia” atribuible a
ningún miembro de las fuerzas británicas.
Félix Artuso falleció instantáneamente.
Podría ser un pequeño consuelo pensar
que fue rápido, aunque el dolor de
quienes sienten su ausencia sea in"nito.
Tres días después, un grupo de militares
argentinos tocó a la puerta de la
casa de Vicenta, madre de Félix, para
dar la triste noticia. Cristian relató en
una entrevista para Infobae que toda
la familia se encontraba en la casa
cuando llegaron con el telegrama.
“Habíamos faltado a la escuela el
día anterior cuando nos enteramos
de que el submarino había sido
capturado y de que había un hombre
gravemente herido. No sabíamos
quién", resultaba imposible
deshacerse de los nervios y la tensión.
¿Y si era? No podía ser. Jamás pensamos
que las cosas sucederán, hasta
que pasan. Aferrados a una última
esperanza, a sabiendas de lo que le
había sucedido a Félix, la familia quiso
ir a recibir a los prisioneros que
llegaban desde Georgias del Sur, a un
mes de la fallida misión. "Recuerdo
los micros llegando y la alegría de
los familiares. Los compañeros de
mi papá empezaron a descender.
Yo miraba a cada uno y lo buscaba.
Esperaba que de ese micro también
bajara mi viejo. A mí ya me
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: Félix Oscar Artuso
habían dicho que había
muerto pero quisimos ir.
Con mi madre y mis hermanas
abrazábamos una falsa
ilusión. Yo esperé a que bajaran
todos y subí. Fue desolador ver que
adentro de ese colectivo mi papá
no estaba”, recuerda Cristian.
Su funeral fue realizado bajo honores
militares, con presencia tanto de sus
compatriotas argentinos como de
combatientes del lado inglés. También,
se le dio su nombre a la bahía de la isla
San Pedro de las Georgias del Sur,
ubicada en la costa norte-central de la
isla, entre la bahía Stromness y la bahía
Grande.
Actualmente, Félix Oscar Artuso
descansa en el cementerio de la antigua
estación ballenera de Grytviken,
siendo el único combatiente argentino
de la guerra enterrado en las Georgias
del Sur. Esto mismo es lo que le ocasionó
especiales di"cultades a la familia
para poder visitar la tumba.
Increíblemente, fue recién en 2018
cuando sus hijos pudieron ir por
primera vez, no habiendo podido
hacerlo Alicia, su esposa, Vicenta, su
madre, y su hermana, Jose"na. La
espera fue demasiado larga, una
deuda de 36 años de demora.
FOTO ARCHIVO /
Los restos de Félix Artuso descansan en el
cementerio de Grytviken, Georgias del Sur.
El problema radical es que la isla San
Pedro no cuenta con aeródromo y, por
su ubicación lejana al territorio continental
argentino, resultaba aún más
difícil de concretar. Pudieron, por
primera vez, colocar una ofrenda !oral
para su padre en 2014, cuando un
grupo de canadienses se ofreció a
llevarla. Al regresar, les entregaron una
pequeña piedra del sepulcro de Félix a
cada uno de sus hijos. Ese pequeño
objeto es el primer contacto directo
que tuvieron con el lugar donde
descansa Artuso.
Finalmente, en 2018 el embajador
británico Mark Kent recibió la solicitud
de colaboración de Cristian, Karina y
Carolina. Sin dudarlo, él les dio autorización
para viajar y los asistió en todo
para que pudieran llegar a Grytviken.
"La humanidad no tiene bandera",
asegura Cristian.
La rápida respuesta y la predisposición
de Kent para ayudar a los hermanos
Artuso deja en evidencia que el único
camino correcto para saldar las
deudas es el entendimiento y la acción
conjunta, el dar una mano sin
importar la nacionalidad.
Por su parte, la Armada Argentina
declaró el día 28 de abril como Día del
Maquinista, en honor al Subo"cial
Primero Félix Oscar Artuso. No obstante,
esto se trató de un error, ya que
confundieron el día de su fallecimiento,
que en realidad sucedió el 26 de
abril.
Félix Artuso, esposo y padre, hermano e
hijo, con orgullo llevó hasta el "nal su
cargo como Subo"cial Primero Maquinista.
Un hombre que no titubeó a la
hora de partir en defensa de la patria,
"el a la Armada y a su código de honor.
Una desafortunada cadena de sucesos
originaron que hoy no esté sentado a
la mesa en las reuniones familiares de
los Artuso. De igual modo, su historia se
mantiene siempre presente en los
corazones de quienes lo conocieron.
En la Armada Naval Argentina seguirá
resonando el apellido Artuso. Ahora
vivirá también en nuestra memoria.
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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
JOSÉ LUIS
DEL HIERRO
MLVN.40
Con 19 años, José Luis ya había terminado sus estudios secundarios
en el Instituto Peralta Ramos y se disponía a estudiar ingeniería
aeronáutica en la ciudad de La Plata. Desde pequeño amaba los
aviones, y había decidido profesionalizarse en el área.
Era un apasionado, a los 15
le traían revistas de España
muy buenas y él las
coleccionaba. También tenía
una biblioteca sobre la Segunda
Guerra Mundial, increíble que después
haya terminado él en una
guerra”, nos relata con amargura Juan
José del Hierro, hermano de José Luis.
En 1980 lo llamaron para cumplir el
servicio militar obligatorio en el
Regimiento N°7 de la ciudad de La
Plata. Estuvo allí desde marzo de 1981
hasta noviembre, cuando fue dado de
baja. Ya había cumplido, ahora podría
dedicarse de lleno a sus estudios y
también a los preparativos del tan
esperado viaje que tenía programado
junto a su padre y sus dos hermanos
para ver el primer partido de la Selección
Argentina en el Mundial de España,
contra Bélgica. Pero estos planes no
pudieron concretarse. Con el estallido
de la guerra, José Luis fue reincorporado
al Regimiento el 9 de abril de 1982.
De encontrarse desayunando tranquilamente
en casa con su madre y sus
hermanos, en el lapso de una semana él
ya estaba en las islas, en un con!icto
armado contra Inglaterra.
Fue muy rápido, sus vidas dieron un
giro completo en cuestión de días. Juan
recuerda con claridad que su madre
no quería que José Luis vaya. “Estaban
los pasajes del viaje a España, le
insistió durante todo el camino
para que los cambiara. Mi hermano
decía ´tengo que ir, tengo que
ir´, pero no sabía que iba a Malvinas,
pensó que solo tenía que pre-
presentarse. Nunca se imaginó que
iba a pasar lo que pasó”. Ninguno de
los jóvenes soldados argentinos asignados
a la defensa del Cordón Plata lo
hizo. Ésta fue la más importante línea
defensiva del ejército, cubría el sector
noroeste de Puerto Argentino y abarcaba
las alturas de Monte Longdon y
Wireless Ridge. Ellos pensaban que en
cualquier momento llegarían refuerzos
y podrían irse, había que resistir y
esperar. Contra las heladas temperaturas,
contra las feroces ráfagas de viento,
contra el hambre, intentando domar al
miedo al aferrarse a ese fuerte deseo
de volver a casa.
Sin embargo, y a pesar de que eso fue
lo que les habían dicho desde el
principio, llegó el momento en el cual
notaron que nada ni nadie podía
entrar ni salir. ¿Qué sentimientos y pensamientos
invadieron a José Luis cuando
cayó en la cuenta de que no todo
sucedería como se lo prometieron sus
superiores? ¿Por qué en vez de estar en
la facultad estudiando se encontraba
en una guerra?
Por los compañeros que lograron volver,
Juan se enteró que su hermano
“estaba bajoneado”. Cree que por lo
racional que era, estaría plenamente
consciente de lo que pasaba y eso
hacía que todo le afectara más.
“Fueron dos clases distintas a Malvinas.
Por un lado, el militar que
hacía su carrera y estaba preparado
para ir a la guerra, quería ir y luego
recibir todas las medallas. Pero por
otro lado, el soldado no quería hacerlo,
a ellos los obligaban. Si bien
querían defender al país y lo hicieron,
cada uno tenía sus propios
proyectos y aspiraciones. No querían
ser militares”, asegura Juan José.
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Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro
FOTO ARCHIVO /
Año 1977, Colegio Peralta Ramos. (José Luis
del Hierro parado en el extremo derecho).
Año 1980, Servicio Militar Obligatorio.
(José Luis del Hierro con fusil en mano).
Por medio de excombatientes
que compartieron sus
días en Malvinas junto a
José Luis, conocemos algunas cosas
por las que tuvo que atravesar. “Cuentan
que él sabía por los ruidos
cuando un avión era argentino o
inglés. La tenía clarísima. Escuchaba
y ya te decía de qué bando era”,
comparte Juan. Pero también existen
ciertas historias que llaman a la ira,
como cuando en medio de un
bombardeo un superior le ordenó a
del Hierro ir arrastrándose cuerpo a
tierra a buscarle queso y dulce. Insólito,
pero esto también ocurrió en Malvinas.
Con amargura, Juan con"esa que lo
que más le pesó a su hermano no fue
el ir a la guerra, sino el volver al
Regimiento. “Había sufrido mucho.
Esto no se dice normalmente, pero
el verdadero problema que tenía
era volver con esta gente. Él padeció
el servicio militar y cuando
dejó de hacerlo, sintió que se había
liberado”. Y es que José Luis no tenía
vocación militar, lo suyo era otra cosa.
Además de su gran amor por los
aviones, José Luis del Hierro tenía
mucho talento artístico. Con nostalgia
y ternura, Juan recuerda que su hermano
era un excelente dibujante. Había
estudiado en la Escuela Municipal de
Arte y con tinta china solía dibujar a
personajes populares de la época: la
Pantera Rosa, Mafalda, la mona Chita
de Tarzán, entre otros.
“Tenía una mano brillante para las
manualidades. A mí me hizo cosas
muy buenas y lindas. Un día,
cuando tomé la comunión, él hizo
la estampita gigante, como de un
metro, para la entrada de casa”,
dice Juan. Como este, guarda montones
de recuerdos de su infancia con su
hermano mayor. Los juegos en el asiento
trasero del auto mientras viajaban
en familia a Corrientes o a Cataratas; la
pista de Scalextric que su papá les
había comprado en Paraguay y con la
que pasaron horas divirtiéndose; la vez
que José Luis no paraba de llorar mientras
se disculpaba por haber chocado
el auto de papá.
Juan describe a José Luis como un
“muy buen hermano, cariñoso,
grande. Nos llevábamos 8 años. A
mí me gustaban mucho los Rastis y
él me armaba las cosas. Estaba muy
encima mío, era muy compañero”.
Durante el tiempo en el que José Luis
estuvo en Malvinas su familia recibió
alrededor de 5 o 6 cartas. “En un
principio estaba optimista, decía
que esperaba poder volver para el
viaje que íbamos a hacer en junio
al Mundial de España, que era el 8.
Los compañeros lo cargaban diciéndole
que iba a perder el avión,
le decían: ´ya es 8 de junio, ¡dale
que se va el avión!´. Para "nes de
abril nos decía: ´espero que se
termine antes así llegamos al viaje,
lo que sí voy a llegar a Alicante
más !aco´. Ya después, en mayo,
no mencionó España. Nos contaba
que hacía mucho frío y que había
tenido que parar mientras escribía
la carta porque los habían bombardeado”,
relata Juan.
La situación en general se endureció
en el Cordón Plata cuando llegó mayo
y el fuego enemigo, tanto naval como
aéreo, se incrementó. El 9 de junio se
sumó al ataque la artillería de campaña
inglesa.
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro
La noche del 11 de junio
estalló el inminente combate.
Un cabo inglés pisó una mina a 600
metros de las "las argentinas, dando
inicio a una de las batallas más feroces
y terribles de toda la Guerra de Malvinas.
El Regimiento 3 de paracaidistas
británicos, apoyados por su fuerza
naval, con artillería y misiles Milan, se
lanzaron sobre el Regimiento argentino
de Infantería 7 en Monte Longdon.
La diferencia entre ambos bandos era
abrumadora, tanto en números como
en recursos.
El General Julian Thompson, ex o"cial
del Cuerpo de Marines Reales, narra en
su libro No Picnic que “la lucha duró
casi hasta el alba, alrededor de 12
horas de lo que alguien describiría
como ´peleas de callejón´, empeñada
desde muy corta distancia con granadas,
fusiles y bayonetas, además de
lanzacohetes, cañones, fuego naval, de
morteros y ametralladoras”.
El in"erno se hizo presente en la tierra
aquella fatídica noche. Como resultado,
el Regimiento N°7 de La Plata fue el
que sufrió más bajas en la guerra. Casi
200 heridos, 39 prisioneros y 36 caídos,
entre ellos José Luis del Hierro.
Lo último que se supo sobre él es que
durante ese tremendo ataque, junto
con otros dos compañeros de trinchera,
vieron venir una bomba y saltaron
para ponerse a salvo, pero la magnitud
de la onda expansiva fue demasiado
amplia. Durante cinco meses el cuerpo
de José Luis permaneció enterrado
bajo la nieve, en ese mismo lugar,
como si el tiempo se hubiese detenido.
Posteriormente, fue sepultado en el
cementerio de Darwin, Islas Malvinas.
FOTO ARCHIVO /
Carta de puño y letra de José Luis del Hierro
enviada desde las Malvinas.
Su familia tardó mucho en enterarse
de la verdad. “Cuando lo fuimos a
buscar al Regimiento no apareció y
al no volver se lo empezó a buscar.
Se formó una comisión de familiares
para personas que estaban
desaparecidas y todo. Llegó febrero
y no se sabía nada. Mi papá lo
fue a buscar y le dijeron que podía
estar muerto, en un hospital inglés
o en un hospital argentino, pero
que no sabían dónde estaba su
hijo. Entonces fue a París, donde
hay una o"cina de la Cruz Roja, y
le dijeron que tenía que ir a Ginebra,
que allí había información.
Ahí le dieron unos papeles que
decían que mi hermano había
muerto en combate y sus pertenencias
habían sido enviadas a la
Argentina. Las habían mandado en
diciembre al país y nunca nos
informaron a nosotros. Después,
un Jeep del ejército llegó a la casa
de mis padres, enojados preguntando
por qué mi papá había ido a
preguntar allá. Entonces tuvo que
viajar para algo que estaba todo
acá”, cuenta Juan, con la bronca y la
impotencia intactas.
José María del Hierro, ante el silencio y
la falta de respuesta, tuvo que ir hasta
Suiza para saber qué le había pasado a
su hijo. “La historia fue larga, es un
ciclo que no está cerrado porque
siempre ves al otro. Queda trunco,
un poquito es lo que no está”, dice
Juan. Le resulta inevitable pensar en
todo lo que su hermano no pudo vivir
al ver a los excombatientes que
lograron volver y seguir adelante con
sus vidas, aunque siempre con los
tormentosos recuerdos de la guerra
presentes en algún lugar. “Tenemos
que hacer hincapié en eso: no tiene
que haber. Eso es Malvinas, decir
nunca más. No discutimos que sean
argentinas, claro que lo son, pero
nunca más hay que intentar recuperarlas
de esta forma”.
Conocer los hechos y lo que padecieron
los soldados en el frente es necesario,
contar la historia hasta el hartazgo,
porque el ser humano tiende a olvidar.
Pareciera que a veces la humanidad
está condenada a repetirse, como bien
dice Juan: “Son cosas que pasan
hoy, como en Ucrania, que es tal
cual. Sea un ucraniano o un ruso el
que muere, la familia la está pasando
igual a como la pasamos nosotros.
Exactamente igual”.
A 40 años de la Guerra de Malvinas,
con todo lo que se ha reivindicado la
causa y el enorme trabajo llevado a
cabo por diferentes personas y entidades
que se involucraron, surge un
sentimiento extraño. Es como si se
tratase de un gris, porque pasó mucho
tiempo, pero a su vez tampoco es un
hecho tan lejano. “Es como si no
terminara. He ido a La Plata y me
es inevitable no recordar esa tarde,
no me gusta ir porque agarrás
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Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro
FOTO ARCHIVO /
Correspondencia de José Luis del Hierro,
desde Malvinas a su familia en la ciudad.
cualquier calle y no pareciera
que hayan pasado
40 años. Como que te persigue”,
re!exiona Juan.
También es cierto que ahora, siendo un
adulto, le es posible ver el con!icto
desde otra perspectiva: la de sus
propios padres. Hoy día, a sus 51 años,
Juan es mayor de lo que ellos eran
cuando sucedió lo de José Luis. “A mi
hermano y a mí nos cuesta ir a
buscar personas. Despedirnos nos
retrotrae a esa despedida en La
Plata y a esa ´no vuelta´. Te quedás
con ese miedo, el ´ir a buscar´ te
lleva 40 años para atrás. Uno convive
toda la vida con ese no regreso”.
Esta, como tantas otras, es la historia de
una familia común atravesada por la
guerra. El abrazo que no fue, el viaje al
Mundial que nunca sucedió, los paseos
por Playa Grande que José Luis no pudo
hacer, los pasteles de papa que tanto le
gustaban y no volvió a comer, las
juntadas con amigos en Parque Camet
que se perdió, los sobrinos a los que no
conoció, y así muchas cosas más.
“Más allá de los reconocimientos,
me gustaría que la ciudad recuerde
a mi hermano y a los demás con
respeto, sabiendo que estos chicos
dieron sus vidas. Se cagaron de frío
y de hambre por todos nosotros, y
estamos hoy en democracia también
por ellos”, asegura Juan José.
Además, hoy tiene una meta clara que
desea cumplir: donar la última carta
que la familia recibió de José Luis al
Museo Malvinas e Islas del Atlántico
Sur, y que sea el actual Presidente de la
Nación el que la entregue. Es que en el
último párrafo que llegó a escribir su
hermano, hay una deuda pendiente
que Juan quiere saldar. El texto dice:
7/06/1982. “Hay que seguir rezando y
pidiendo a la Virgen para que esto se
arregle en paz y se acabe ya. Cada vez
tenemos más ganas de volver cada
uno a su casa sea como sea, ganando
o perdiendo, pero volver y pronto”. “ …
deslindo responsabilidades en el loco
de nuestro presidente y su desvelo de
grandeza. Acá todos, pero todos, lo
agarraríamos del fundillo de los pantalones
y lo pondríamos como nosotros
55 días en estos pozos... Espero yo
llegar de esto, antes que la carta, así no
los preocupo más, pero es hora que
sepan lo que pensamos nosotros de
Malvinas”.
Un pedido claro, regresar. Como bien
explica Juan, “en la última carta se
despide. Así fue evolucionando esa
idea de que era algo corto, porque
Malvinas se inició supuestamente
para arreglar: invadimos y negociamos.
Al "nal eso no sucedió y, en
vez de irse, se quedaron por dignidad.
Pero el problema fue que los
que se quedaron fueron los soldados,
no los militares de rango alto.
Cuando Galtieri dio su famoso discurso
´si quieren venir que vengan,
les presentaremos batalla´, él
se quedó en su despacho en Buenos
Aires. Por eso, mi hermano le
dedica este último párrafo en su
última carta. Que venga él acá, es
fácil hablar desde afuera”.
Por esto mismo, la familia del Hierro
busca que sea el Presidente en ejercicio
y electo en democracia el que, en
un acto simbólico, lea la carta escrita a
puño y letra por José Luis y la entregue
al museo. Sería para Juan el tener la
paz de saber que pudo hacer llegar lo
que su hermano pensaba. Y es por eso
que también desea traerlo de regreso a
Argentina, trasladar sus restos para que
descansen en la ciudad en la que
nació y creció.
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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Jorge Nicolás Politis
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
JORGE
NICOLÁS
POLITIS
MLVN.40
Hombre de los mares, lujanense de corazón y vecino de Mar del
Plata. Jorge Politis tenía 55 años y pertenecía a la Marina Mercante.
Meses antes de la guerra, había regresado de Europa para hacer
todos los trámites y papeles para retirarse, dejaría de embarcarse para disfrutar
más tiempo con su familia y hacer otras cosas a las que antes no se podía dedicar.
Estaba a punto de comenzar una nueva vida.
S
in embargo, todos sus planes
fueron descartados de
inmediato cuando comenzó
el con!icto. El 3 de abril
de 1982, a tan solo un día de haber
ocupado las islas, Jorge no dudó en
llamar a ELMA (Empresa Líneas Marítimas
Argentinas) para ofrecerse como
voluntario para ir a Malvinas. Incluso
insistió en que estaba dispuesto a
realizar cualquier tipo de tarea o ejecutar
cualquier orden, aunque fuese
ajena a sus actividades típicas como
marino mercante.
No era la primera vez que accionaba
así. Ya en 1978, cuando Argentina
estaba bajo tensas relaciones con
Chile, Politis se había manifestado de la
misma forma a través de una carta. Era
un argentino amante de su país que
saltaría a defenderlo en cualquier
situación sin siquiera pensarlo. No le
interesaban las recompensas ni bene-
"cios, todo era por honor y patriotismo.
En esa misma llamada telefónica para
enlistarse, dejó en claro que no aceptaría
ningún tipo de pensión o ayuda
económica.
Unos días después, le comunicaron
que saldría por la mañana en un avión
hacia las islas y que tendría el cargo de
Segundo O"cial Piloto de Ultramar en
el ARA Isla de los Estados (B-8). El
buque había sido utilizado para transportar
elementos de apoyo logístico
que el Ejército argentino requirió para
la Operación Rosario, arribando a
Malvinas el mismo 2 de abril de 1982.
Ahora, se desempeñaría como nave
mercante al servicio de la Armada
Argentina, para llevar y traer cosas
desde los distintos puntos del archipiélago.
Con el paso de los días, el Isla de los
Estados comenzó a llevar a cabo
diferentes tareas de lo más riesgosas.
Además de proveer a las bases argentinas
con municiones y combustible
para aviones, también se dedicaron a
maniobras de alije y a colocar minas.
El buque signi"có un gran soporte
para Argentina en la guerra, al llevar a
cabo todas estas prácticas de apoyo.
Junto con Jorge, a bordo se encontraban
otros 23 hombres más. De entre
ellos, 15 también eran marinos mercantes
que se habían ofrecido como
voluntarios. El personal del ARA Isla de
los Estados jugó su rol en la guerra con
orgullo y honestidad.
Tristemente, cuando el barco se encontraba
en el estrecho de San Carlos,
cerca de Isla Cisne, fue descubierto por
las fuerzas británicas. Era la noche del
10 de mayo de 1982, alrededor de las
22 horas. De un momento a otro, el
pánico.
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Héroes locales caídos en Malvinas: Jorge Nicolás Politis
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La embarcación ARA Isla de los Estados se utilizó de
apoyo logístico en las islas.
El fuego enemigo se dirigió
directamente al Isla de los
Estados, descargaron 15
rondas de sus cañones de 114 mm,
ocasionando numerosos incendios en
la embarcación y haciendo que la
misma se escorara a estribor. La
arremetida fue perpetrada por la
fragata HMS Alacrity, que estaba en la
zona para establecer si nuestro ejército
había minado la entrada norte del
estrecho o no.
La situación se volvió insostenible
cuando los tanques de combustible
explotaron, a pocos minutos del inicio
del ataque, hundiéndose el ARA Isla de
los Estados (B-8) en menos de 10
minutos. Desesperados, algunos miembros
de la tripulación alcanzaron a
saltar al mar, mientras que otros quedaron
a bordo.
Resultó imposible siquiera defenderse,
todo sucedió en el lapso de alrededor
de 20 minutos y, al tratarse de una nave
de la Marina Mercante, no disponían
de armamento para responder a la
agresión de los poderosos cañones
ingleses. El barco estaba totalmente
desprotegido y a su suerte, con la gran
mayoría de su tripulación sin formación
militar, pero con la convicción
intacta.
El capitán de la fragata enemiga, el
Comandante Christopher Craig, ignoró
el antiguo código marino y no ordenó
ayudar a ninguno de los argentinos
que estaban en el mar. Dieron máxima
potencia a sus motores y se alejaron
del lugar.
La de esa noche fue la más grande
pérdida de vidas por parte de marinos
civiles. Solo hubo dos sobrevivientes
de los 24 tripulantes, el Capitán de
Corbeta Alois Payarola y el marinero
español Alfonso Alfredo López. Ambos
pudieron llegar nadando a la costa
más cercana, a pesar del frío helado
del agua. Jorge, con sus 55 años, es el
argentino de mayor edad en fallecer
en la Guerra de Malvinas.
Su sobrino, Gustavo Politis, en una nota
para Página 12 describió a su tío como
“raro”. Siempre le gustó viajar, ir de
aquí para allá, un hombre entusiasta y
de espíritu libre que no guardaba
simpatía ni con"anza por los militares
argentinos, y sin embargo había decidido
ir voluntariamente a cumplir sus
órdenes en un barco sin escolta ni
armamento defensivo en mitad de un
con!icto bélico contra una potencia
europea.
Jorge Politis no se permitió no hacer
nada cuando nuestro país entró en
guerra, más allá de quién estuviera en
el poder, de los riesgos que correría y
de las falencias en el modo de trabajar
del ARA Isla de los Estados. Como esos
héroes de novelas clásicas, entregó
todo al son de un grito que se escuchará
por siempre: ¡Viva la Patria!
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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Márquez
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
MARCELO
GUSTAVO
MÁRQUEZ
MLVN.40
Piloto marplatense, quienes lo conocieron lo describen como una
persona de bien que desperdigaba generosidad y humildad. Era
brillante en sus estudios, destacándose como O!cial de Comando
Naval, la "ota de mar quería tenerlo como o!cial de operaciones y eso casi signi!-
có un impedimento para su ingreso a la Escuela de Aviación Naval.
Marcelo Gustavo Márquez
fue parte de los actores
de una de las más
grandes hazañas llevadas
a cabo por las fuerzas argentinas
durante la Guerra de Malvinas. Pertenecía
a la 3ra Escuadrilla Aeronaval de
Caza y Ataque, que ha sido elogiada
incluso a nivel internacional por
diferentes expertos gracias a la valentía
y el destacable desempeño de
todos los que la conformaban.
Todo se remonta al 21 de mayo de
1982, cuando a una de las secciones
reforzadas de la Escuadrilla se le asig-
nó la misión de atacar las unidades
británicas que estuviesen estacionadas
en el estrecho de San Carlos. El
entonces Teniente de Fragata Marcelo
Gustavo Márquez formaba parte de la
segunda división, por lo cual se dispuso
para la acción, junto a sus compañeros
en el aire.
Hicieron foco en la fragata británica
H.M.S. Ardent, perteneciente al grupo
de escoltas de la fuerza de desembarco
en la bahía San Carlos. Los tres
aviones argentinos, con destreza y
siguiendo la doctrina de ataque
aeronaval, pilotearon por los cielos
para mantener los 90m requeridos
para activar las bombas Mk 82 Snakeye
que lanzaron sobre la embarcación e
impactaron de popa a proa. Todo esto
en medio de una incesante respuesta
antiaérea por parte del buque atacado
y de otra nave que le brindaba apoyo.
Lograron que el Ardent escorara, y su
capitán se propuso evacuar al personal,
donde ya se contabilizaban 22
fallecidos. Al día siguiente se hundió.
No obstante, cuando se alejaron de la
zona de lanzamiento, Marcelo les
habló a sus colegas por radio y dio un
mensaje alarmante: “¡Bandidos a las 7,
son dos y vienen!”. Indefectiblemente,
los Sea Harrier de la Royal Navy se
dirigían hacia ellos con velocidad. Los
tres aviones argentinos, de color blanco,
volaban sobre el agua gris oscura
del Estrecho San Carlos, eran perfectamete
visibles. Intentaron llegar a las
Islas para protegerse, pero no lo
lograron.
Los misiles ingleses los alcanzaron. El
avión de Marcelo explotó, cayendo
con él en el océano. Márquez es el
único piloto marplatense caído en
Malvinas, a quien post mortem se lo
ascendió a Teniente de Navío.
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Márquez
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Aviones en formación, Tercera Escuadrilla
Aeronaval de Caza y Ataque.
Mayo de 1982. Los pilotos de la Tercera Escuadrilla
Aeronaval de Caza y Ataque.
El aviso que Marcelo dio a
sus compañeros hizo posible
que ellos dos lograran
sobrevivir al eyectarse a tiempo de sus
aviones, consiguiendo llegar a la costa.
En esta batalla aérea quedó en evidencia
el enorme potencial y talento de
los aviadores argentinos, que con poca
experiencia real en el campo militar y
con graves fallas técnicas en sus unidades,
lograron eliminar una fragata
inglesa mientras eran atacados desde
el aire.
La 3ra Escuadrilla Aeronaval de Caza y
Ataque utilizaba aviones cazabombarderos
Douglas A-4Q “Skyhawk”. Éstos
estaban en uso desde su adquisición
en los 70´s, con base en Bahía Blanca.
Sus 12 años de servicio repercutían en
el funcionamiento de los mismos, que
di"cultaban el trabajo de los pilotos y
los ubicaban en gran desventaja.
La capacidad operativa de los mismos
estaba muy reducida: el sistema de
navegación sobre el mar no era con"able,
no contaban con alerta de radar
para saber si habían sido detectados
por fuerzas enemigas o no, los impulsores
de los asientos eyectables estaban
vencidos, muchos largueros de alas
estaban "surados, sus cañones de
20mm fallaban constantemente, y
como estos muchos problemas más
que atentaban contra la seguridad de
los pilotos, más allá del ejército inglés.
Por esto mismo, además del sentimiento
de bronca y frustración al conocer
las condiciones en las cuales combatían
los aviadores, también es inevitable
sentir admiración por ellos y por
todo el esfuerzo que les implicó la
guerra. La 3ra Escuadrilla realizó su
último ataque el 12 de junio, cumpliendo
un total de 39 salidas de combate.
Su desempeño en la Guerra de Malvinas
sigue asombrando a quien escuche
su historia. El General de la
Aviación francesa Pierre Clostermann,
responsable de derribar 33 aviones
alemanes durante la Segunda Guerra
Mundial, escribió una carta en la que
plasmó su respeto por el coraje y
empeño de los aviadores de combate
argentinos durante el desarrollo de la
batalla aeronaval por las Islas Malvinas.
“¡Ay de este mundo! que solo cree en
aquellas causas en las que sus protagonistas
se hacen matar por ellas.”
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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Rolando Máximo Pacholczuk
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
ROLANDO
MÁXIMO
PACHOLCZUK
MLVN.40
De esos chicos a quienes uno le nota la bondad enseguida. Alegre,
divertido y cariñoso. Rolando, de 19 años, estudiaba a la vez que
trabajaba en una zapatería. Era un apasionado de la música, aunque a
veces la vida le había presentado di!cultades, él siempre podía afrontarlas con
una buena canción. Mercedes Sosa, Charly García y el grupo Vivencia eran algunos
de sus favoritos. Con sus amigos disfrutaba tocar la guitarra y cantar “Solo le pido
a Dios”, de León Gieco.
Y
a había cumplido con su
servicio militar, las armas,
los rangos y los uniformes
eran cosa del pasado, ahora
se centraría en trabajar y continuar
con sus estudios. En un futuro, ¿se
habría dedicado a la música? La duda
quedará por siempre, porque a Rolando,
como a otros tantos, lo perdimos en
la Guerra de Malvinas.
Podría haber hecho un certi"cado que
alegara algún impedimento para
presentarse, de hecho se lo ofrecieron,
pero él se negó. Rolando Pacholczuk
era muy respetuoso y derecho, iría con
la frente en alto a responder el llamado,
junto con todos los demás chicos
que también habían sido convocados.
Sergio, su hermano, aún recuerda con
claridad el último "n de semana que
pasaron juntos. Fue el verano anterior
al inicio de la guerra, estuvieron horas
pescando en la playa y a la noche
hicieron una fogata para asar y comer
los pescados, fruto del trabajo de todo
el día. A la mañana siguiente, caminaron
por el campo desde Ruta 11 hasta
Ruta 2, charlando sobre cosas de la
vida. Momentos como este son conservados
en un lugar especial en la
memoria, son valiosos y también dolorosos,
pues signi"can esa nostálgica y
triste “última vez”.
A Rolando lo enviaron a Monte
Longdon. A pesar de todo lo que
estaba viviendo se mantuvo “lleno de
vida”, cuenta el ex combatiente Hugo
Robert en una nota para Página 12.
Eran compañeros de trinchera y se
hicieron muy amigos. Por él sabemos
que Rolando solía ponerse a charlar
junto a una piedra que los protegía y
que cuando algo le causaba gracia se
reía “con ese vozarrón que le salía
franco”.
Hugo no tenía formación militar, en su
servicio se desempeñó en el área
administrativa y había llegado a Malvinas
por error. Una vez allí, cuenta que
los soldados tenían que dividirse en
grupos y armar sus trincheras, él quedó
solo. En semejante situación, su inexperiencia
resultaba una carga para
quien fuese su compañero, ¿qué podía
hacer? En ese momento vio que alguien
lo llamaba, un chico de su edad
que estaba con otro soldado. Era
Rolando.
Los excombatientes siempre resaltan
que fue la hermandad y solidaridad
entre los soldados, todos jóvenes de
edades parecidas, lo que les permitió
seguir adelante en esos durísimos
meses en las Islas. Rolando es claro
ejemplo de ello, quien no pudo no
involucrarse cuando Hugo más lo
necesitaba. Fue él quien le enseñó
todo: cómo armar un refugio, cómo
disparar, el conocimiento básico para
sobrevivir en las pésimas condiciones
en las que se encontraban.
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Héroes locales caídos en Malvinas: Rolando Máximo Pacholczuk
FOTO ARCHIVO /
Rolando Pacholczuk durante el Servicio
Militar Obligatorio.
Hugo cuenta que Rolando
“nunca aceptó que iba a
pasar hambre” y que un
día no aguantó más y dijo: “yo me voy
a Puerto Argentino a buscar comida”.
Con todos los riesgos que aquello
implicaba, salió de la trinchera con
destino al depósito de provisiones. Un
poco corriendo, otro caminando,
también agachado y cuerpo a tierra,
así durante casi 9 kilómetros. Mientras,
sus compañeros que lo esperaban no
podían evitar sentirse ansiosos, a los
militares de carrera no les temblaba el
pulso a la hora de ejercer castigos
físicos hacia los soldados que abandonaban
sus puestos. Pero el hambre no
da tregua, no se banca.
Rolando consiguió llegar y, con rapidez,
comenzó a tomar lo que tuviese al
alcance: cigarrillos y latas de mermelada.
Éstas eran muy pesadas y tenía un
largo camino de regreso a Monte
Longdon, por lo que decidió abrirlas y
guardar el dulce en los bolsillos de su
gabardina. Cuando "nalmente llegó a
su trinchera, notó que la mermelada se
había llenado de arena durante el
trayecto. No les importó, era eso o nada.
Estuvieron una semana alimentándose
de dulce con arena.
Excombatientes que actualmente pertenecen
al CECIM (Centro de Excombatientes
Islas Malvinas) han denunciado
ante la justicia que durante el
con!icto hubo torturas físicas y psicológicas,
estaqueamientos, maltratos y
privación de alimentos por parte de
los militares de rango hacia los soldados
conscriptos que estaban en Monte
Longdon. Incluso se llegó a la muerte
por congelamiento, caso del infante de
marina Héctor Miguel Rolla.
Pero lo peor estaba por suceder, entre
la noche del 11 y la madrugada del 12
de junio de 1982. Monte Longdon fue
un lugar estratégico por ser un punto
clave en torno a la guarnición argentina
de Puerto Argentino / Stanley. Esta
se trató de la más importante batalla
de toda la Guerra de Malvinas, gracias
a lo feroz y cruenta que fue, llegando
incluso al combate cuerpo a cuerpo
con bayonetas, poco usual en la guerra
moderna.
Del lado argentino, en su mayoría eran
todos soldados con tan solo un año de
formación en el servicio militar, jóvenes
de no más de 20 años, malnutridos
y con frío, sin las armas adecuadas
para defenderse. Tenían fusiles FN FAL
automáticos, que supuestamente
daban más potencia de fuego, pero la
realidad es que en general presentaban
severas fallas que los dejaban
obsoletos, como al de Rolando. Su fusil
no disparaba y sus superiores jamás le
dieron otra arma.
Ante el incesante bombardeo de los
ingleses, el ejército argentino ya no
pudo contenerlo y comenzó su retirada
hacia Puerto Argentino / Stanley.
Bajo ataque, como pudieron, empezaron
a replegarse en esa dirección.
Estallidos en medio de la oscuridad de
la noche, luces de bengalas, gritos y
confusión.
Mientras corrían, una bomba cayó
cerca del grupo de Rolando y ellos
intentaron mantener el equilibrio lo
mejor posible para seguir avanzando.
Tenían que salir de allí. Robert recuerda:
“en los últimos metros éramos 3
los que veníamos: Héctor Correia,
Rolando y yo. Estaba oscuro, era
de noche, y no veíamos dónde estaba
el puesto". Tuvieron una discusión
sobre el camino que debían tomar y se
separaron: Héctor y Rolando por un
lado, y Hugo por otro.
CENTRAL
Soldados marplatenses caídos en Malvinas: Rolando Máximo Pacholczuk
Finalmente, Robert consiguió
llegar pero no había
señales de sus compañeros.
Asegura que "a Rolando lo hirieron
en el último repliegue, cuando
faltaba poco para llegar al puesto
comando, que era el punto en el
que debíamos encontrarnos”.
Dice haber reconocido a un grupo de
compañeros de regimiento que traían
a cuestas a un soldado muy herido,
que resultó ser Rolando. Lo habían
encontrado en mal estado de camino
al puesto, y decidieron traerlo con
ellos. No se permitieron dejarlo a su
suerte en ese in"erno.
Entre dos, pusieron a Rolando en una
camilla y, tanto Hugo como Héctor
(que ya había conseguido llegar), se
acercaron desesperadamente a su
encuentro. Rápidamente lo llevaron
hacia el camión que transportaba a los
heridos al buque hospital Comandante
Irizar, que salía para Buenos Aires.
Fue la última vez que vieron a su querido
amigo.
FOTO ARCHIVO /
Rolando Pacholczuk con su guitarra.
Ya a bordo, el soldado y enfermero
Javier Corvalán fue quien se encargó
de acompañar y ayudar a Rolando.
Intentó no moverse de su lado y hacer
todo lo posible para calmar sus
dolores, animándolo para que resistiera,
a pesar de las heridas mortales que
le había producido una bomba.
Estuvo a su lado, dándole la mano y
conversando. Recuerda que Rolando
decía: “Qué cagada. No voy a poder
jugar al fútbol. No siento las
piernas”. El 16 de junio de 1982,
Rolando Máximo Pacholczuk, de 19
años, falleció estando aún en aguas de
Malvinas.
Javier alcanzó a escuchar sus últimas
palabras, ya casi como un susurro.
Hablaba de un hermano o una hermana
y de todos los proyectos que tenían,
el enfermero no llegó a comprender
claramente. Decidió tomar la campera
de Rolando, que le había colocado en
las piernas para protegerlo del frío, y
guardarla consigo, esperando algún
día poder entregársela a su familia.
Para Javier, como para tantos otros, la
posguerra fue difícil. Los recuerdos
eran muy dolorosos, por lo cual recién
en 2004 fue que comenzó a poder
hablar de ello. Ahí es que pudo
también hablar de Rolando, aquel
soldado al que acompañó en sus
últimos momentos.
Luego de 30 años, a través de un Centro
de Veteranos de Guerra y gracias a la
ayuda de Hugo Robert, pudo contactar
a Sergio, el hermano del cual Rolando
hablaba. En un más que emotivo
momento, en el año 2012 le hizo entrega
de la campera. El último recuerdo
físico del joven Pacholczuk.
Por las condiciones en las cuales se
dio su deceso, Rolando es el único
argentino fallecido en la guerra que
está sepultado en el país, especí"camente
en Mar del Plata, su ciudad.
“Solo le pido a Dios que la guerra no
me sea indiferente, es un monstruo
grande y pisa fuerte toda la pobre
inocencia de la gente”, recita el estribillo
de la canción que a Rolando tanto
le gustaba tocar.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Ricardo Mario Gurrieri
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
RICARDO
MARIO
GURRIERI
FOTO ARCHIVO /
MLVN.40
Ricardo Gurrieri y una de sus pasiones:
el skate.
Mar del Plata tiene una enorme comunidad en lo que re!ere al skate.
No es extraño pasar por el Bristol Skatepark y ver siempre una gran
cantidad de jóvenes y niños patinando. Es seguro que a Ricardo
Gurrieri le habría gustado contemplar esa escena.
Naval de Mar del Plata partió junto a
sus compañeros a bordo del buque de
carga Córdoba con destino a Puerto
Deseado. Luego, el 12 de abril, el grupo
se desplazó por la costa hasta Comodoro
Rivadavia.
N
ació en Junín, pero casi
toda su vida la vivió acá.
Ricardo era sur"sta y un
excelente skateboarder,
de hecho fue uno de los pioneros del
movimiento local, a "nes de los 70 e
inicios de los 80. Solía pasar horas en el
Skatepark Mar del Plata, ubicado en Av.
Independencia al 2200, y en el Skatepark
Oasis, en Av. Independencia y
Larrea.
Era carismático, conocido y querido
por todos sus colegas en el deporte. Su
impecable técnica, combinada con el
estilo atrevido y osado que tenía al
patinar, lo llevaron a subirse al podio
en varias oportunidades, en competencias
como el Gran Premio Apertura y
en el Skatepark Mar del Plata en 1979.
Pero las corridas de olas, las rampas y
la patineta quedaron en suspenso ante
la llegada de un telegrama, el 8 de
marzo de 1982. Ricardo debía presentarse
en el servicio de conscripción,
incorporándose en el Grupo De Artillería
Antiaéreo (GADA) 601, para posteriormente
formar parte del Cuerpo de
Batería Antiaérea 601.
En un principio se emocionó con la
idea. Le dijeron que cumpliría su
servicio en el sur del país y él, fanático
de los deportes, pensó que tal vez
podría aprender a esquiar. De la Base
Se suponía que de allí irían a Río Gallegos
y se quedarían tres días, pues eso
no sucedió y solo cambiaron de avión
para partir, "nalmente, hacia las Islas
Malvinas.
Allí se desempeñó como auxiliar del
Director de Tiro de la Segunda Sección,
parte de la Batería B. Se encontraba
en isla Soledad, especí"camente en
el Teatro de Operación, en la ladera de
una montaña con ráfagas de viento de
140 km/h, a tres kilómetros de Puerto
Argentino / Stanley y a 800 metros del
aeropuerto.
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Héroes locales caídos en Malvinas: Ricardo Mario Gurrieri
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Ricardo Gurrieri en Baile de Egresados
de su colegio.
Ricardo Gurrieri durante el Servicio Militar
Obligatorio.
En las primeras cartas que
envió a sus padres decía
sentirse orgulloso y feliz de
estar luchando por la patria, su querida
Argentina. Aunque también detalló
algunas de las di"cultades del día a
día con las que tenía que lidiar: falta
de agua potable, el frío y viento
helados, la carencia de alimento y de
suministros básicos. En una de ellas,
que data del 19 de abril de 1982, Ricardo
escribió: “tomaron a un grupo de
nosotros y sin desayunar ni nada
nos llevaron al aeropuerto a esperar
el avión que traía nuestras
cosas. Menos mal que me llevaron
allí, porque pude afanar un montón
de comida. Galletitas, bolsas de
caramelos, chocolates, latas de
Coca, pan, remedios, etc. Te pongo
'afanar' porque acá tenés que
hacer así, porque de todas las
donaciones que se hacen, no nos
dan nada”. Cuenta que los días en
las trincheras eran a puro mate, puesto
que muchas veces no había otra cosa y
necesitaban algo que los mantuviera
calientes.
A Ricardo lo perdimos, casi como si se
tratase de una broma de mal gusto,
mientras volvía de buscar una ración
de comida, en la zona de pista del
aeropuerto. Fue el 25 de mayo de 1982,
Día de la Revolución de Mayo, a las
12:45 hs.
Durante toda esa mañana hubo constantes
bombardeos aéreos y una alerta
roja generalizada para todas las
fuerzas argentinas en el lugar. Inglaterra
lanzó bombas de racimo y también
de retardo, que demoran un cierto
tiempo en estallar.
Ya para las 12:30 hs el ataque se había
detenido, por lo que el Jefe de Batería
les ordenó a todos que salieran de sus
puestos para ir a buscar sus raciones,
recién entregadas por la Cocina de
Campaña. Ricardo les ofreció a sus
camaradas de trinchera ir él a traer la
comida. “Dejame a mí, que yo los conozco
y puedo conseguir más”, le dijo
al soldado Isuribehere, que estaba a
punto de marcharse.
En un instante, mientras volvía, se
escuchó una explosión cercana al
Director de Tiro. Había detonado una
bomba de retardo que ya llevaba unas
horas en el lugar, ésta ocasionó el
fallecimiento de Ricardo, quien fue
alcanzado por una esquirla (de piedra)
que lo golpeó en la cabeza. Se
desplomó en el piso, con sus jóvenes
19 años, para no volver a levantarse
jamás.
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: Ricardo Mario Gurrieri
Fue la primera baja de su
unidad. Los compañeros
que estuvieron con él durante
la guerra aún recuerdan claramente
ese momento, como el ex soldado
Miguel Ressia: “Guillermo Duverni y
yo le dimos sepultura al cuerpo de
Ricardo. Eso fue algo que jamás
olvidaré. Después, cada uno de los
allí presentes tiramos un puñado
de tierra. Una vez cubierto, se
procedió a colocarle una cruz y
!ores. Era como querer embellecer
aquel lugar donde yace una
gran persona, que a pesar de lo
sucedido quedó para siempre en
nuestro ser y en el de todos los que
lo conocieron”.
La de los Gurrieri es una historia
familiar atravesada por la guerra. José,
padre de Ricardo, era italiano y excombatiente
de la Segunda Guerra Mundial.
Vivió 4 largos años como prisionero
de guerra bajo control británico.
Soportó todo tipo de torturas y maltratos,
cinco simulacros de fusilamiento
incluídos.
Una vez que el con!icto terminó,
migró a la Argentina esperando
rearmar su vida y estar en paz para no
volver a pasar por semejante sufrimiento.
Quién hubiese imaginado que el
destino llevaría a su hijo a participar
FOTO ARCHIVO /
El casco perteneciente a Ricardo Mario
Gurrieri.
de una guerra, para "nalmente perecer
ante el mismo enemigo que tanto le
había hecho sudar sangre.
José dejó documentada su historia
familiar en un libro que publicó en
1986 llamado “Del África a las Malvinas:
1928 - 1986”. Además, fue uno de
los principales impulsores de la
creación del Monumento a los Caídos
en Malvinas en la ciudad de Mar del
Plata. Un trabajador incansable por la
memoria.
En 2006 ocurrió un hecho casi milagroso.
Verónica Sheehan, Licenciada en
Historia Militar, viajó a las Islas en
febrero para conocer personalmente
el lugar en el cual se había llevado a
cabo la guerra. Mientras caminaba por
el vasto terreno y contemplaba los
innumerables pozos, hubo uno en
particular que le llamó la atención. Fue
una sensación inexplicable la que la
hizo detenerse en ese punto en
particular, y allí mismo se puso a cavar,
casi sin pensarlo, pero tenía el pálpito
de que debía hacerlo.
Al cabo de un rato, sus manos sacaron
un casco de la tierra. Éste pertenecía a
un argentino que había combatido en
el con!icto, y desde hacía 24 años estaba
en el mismo lugar. Sin dudarlo,
Verónica lo llevó consigo y lo lavó. Del
lado interno llegó a leer el nombre de
su dueño, grabado a cuchillo: Ricardo
M. Gurrieri.
Una vez en Buenos Aires, en abril del
mismo año, investigó sobre Ricardo
para, "nalmente, hacer entrega del
casco a su familia.
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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Diego Martín Bellinzona
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
DIEGO
MARTÍN
BELLINZONANA
MLVN.40
FOTO ARCHIVO /
Unidad de Diego Bellinzona saliendo
del aeropuerto de Mar del Plata.
Había terminado la escuela
secundaria en el Instituto
Peralta Ramos y vivía
en la zona céntrica de la ciudad con
sus padres, Carlos y Marta, y sus hermanos,
Esteban y Santiago. Diego era
un chico muy amoroso y unido a su
familia. Disfrutaban de compartir tiempo
juntos y la calidez siempre se hacía
sentir en la casa de los Bellinzona.
Más el destino los forzó a
separarse cuando Diego,
a sus 20 años y como
soldado conscripto, recibió
el llamado para ir a la Guerra de
Malvinas. Integró la Batería Comando
del Grupo de Artillería de Defensa
Antiaérea (GADA) 601 con la misión
de defender la capital, puesto que
estaban estratégicamente ubicados
sobre la costa este de Puerto Argentino
/ Stanley.
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: Diego Martín Bellinzona
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La Batería Comando del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea (GADA 601),
abriendo fuego contra la infantería británica.
Esta zona se caracteriza por
su clima oceánico subpolar
y, como el resto de la Isla,
mantiene temperaturas bajas durante
todo el año. Además, resulta preciso
mencionar las intensas ráfagas de
viento del oeste que ocasionaban el
levantamiento de polvo que muchas
veces signi"caba una obstrucción de
visión para los combatientes.
Allí, su trabajo consistía en operar y
reparar el radar, que debía funcionar
durante las 24 hs del día todos los días.
Era un modelo MARK lV Canadiens
que se encontraba dentro del Shelter,
un container. Todo blanco registrado
debían de informarlo a la Central de
Información de Combate (CIC), y prepararse
para luchar.
Diego fue uno de los grandes soldados
del GADA 601 que unieron fuerzas con
el Grupo de Artillería Aerotransportado
4 y la Batería de Artillería del BIM 5
en contra del Batallón de Guardias
Escoceses, uno de los ejércitos ingleses
de antaño.
Por el valor que Puerto Argentino
implicaba para nuestras tropas, el
riesgo de un ataque inglés era una
realidad indiscutible. Recibieron incontables
bombardeos y atentados,
perdiéndose muchas vidas en nuestras
"las.
El excombatiente Oscar Adolfo Orazi,
quien ostentaba el cargo de Cabo
Principal Electrónico Radarista de la
Armada, recuerda haber tenido una
signi"cativa conversación con Diego
un día después de que un misil acabara
con las vidas de algunos compañeros.
Le compartió una re!exión sobre
lo inesperado de la vida y cómo, de
haber estado compartiendo una cena
hacía apenas unas horas, ahora jamás
volvería a ver a sus amigos. “Vio Cabo.
Ayer les tocó a ellos, un día de estos
nos va a tocar a nosotros”, le dijo
el joven Bellinzona con desánimo. Una
semana después falleció.
El 13 de junio de 1982, un día antes del
"n de la guerra, fue golpeado por una
esquirla a la altura de la cintura, producto
de un bombardeo naval. Corría
hacia su refugio, pero desgraciadamente
no logró llegar a tiempo.
En la foto familiar de los Bellinzona, de
aquí en más, siempre faltaría su hijo
mayor. En el barrio era igualmente muy
querido, sus amigos lo describen como
una excelente persona con mucha
humanidad y empatía por el prójimo.
Esa amabilidad y simpatía que Diego
dio a sus afectos, hará que en sus
corazones se mantenga vivo por siempre,
como ahora también permanecerá
su historia.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: René Pascual Blanco
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
RENÉ
PASCUAL
BLANCO
MLVN.40
Había nacido en Córdoba pero vivió la mayor parte de su vida en Mar
del Plata. René era muy unido a su familia, habiendo podido disfrutar
de una infancia llena de felicidad y cuidados.
pudo rearmar su historia para llegar a
conocerlo de una manera más profunda.
“Fui teniendo la idea de volver a
Malvinas y de no olvidarnos de lo
que realmente es, recordando siempre
a los que quedaron y a los que
volvieron, que al principio no tuvieron
su real reconocimiento”, dice.
E
n su juventud conoció a
quien sería su esposa, el
amor de su vida. Compartieron
sueños, proyectos y
maravillosos momentos. Juntos tuvieron
dos hijos: Marcelo y Andrea.
Siendo los niños aún pequeños, la
pareja se encontraba en plena labor de
crianza, viviendo la bella experiencia
de acompañar a los hijos en los primeros
pasos de la vida.
Sin embargo, René se alejó de ellos
cuando debió ir a las Islas Malvinas.
Desde muy pequeño tuvo un gran
sentimiento de patriotismo. Amaba a
su tierra y estaba orgulloso de ser
argentino. Cuando terminó sus estudios
en la Escuela Nº33, supo que
quería responder a ese sentimiento,
por lo que posteriormente comenzó a
formarse como militar.
El esfuerzo físico que aquello implicaba
no le resultaba un inconveniente,
pues era amante del deporte y siempre
estaba en movimiento. Practicó
desde salto de valla hasta paracaidismo.
También, acorde a su argentinidad,
le gustaba el fútbol y era un conocido
árbitro de la ciudad. Incluso llegó a
dirigir importantes partidos.
Durante la cuarentena del 2020,
Andrea Blanco, su hija, compartió un
video en redes sociales hablando de
su padre. Fue en motivo de un nuevo
aniversario de la guerra. Ella tenía
apenas 2 años de edad cuando lo vio
por última vez, y fue de a poco que
Es gracias a las historias que su abuela,
su madre y todo el entorno familiar
solían contarle que hoy ella puede
saber quién fue su papá. “Creo que la
mejor manera para poder reivindicarlos
es conociéndolos”, opina
Andrea sin titubear. Sale a la luz nuevamente
lo fundamental de hablar, y
también estar dispuesto a escuchar,
sobre estos relatos de vidas de vecinos
de Mar del Plata, porque también nos
involucran.
Andrea resalta también a los que
fueron compañeros de su padre, hoy
excombatientes que llevan adelante
in"nidad de proyectos y actividades
para mantener vivas las memorias de
sus hermanos en Malvinas. “Creo que
un país que no conoce a sus héroes
difícilmente los puede valorar”,
concluye.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Oscar Daniel Diarte
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
OSCAR
DANIEL
DIARTE
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Dalis Cejas de Diarte con la cédula de
su hijo, Oscar Daniel Diarte.
MLVN.40
Vivía en la ciudad de Mar del Plata con su familia, aunque era oriundo
de Chaco. Recibió su nombre por su padre, Oscar René Diarte, una
herencia familiar.
Había cumplido con su
servicio militar obligatorio
un año antes del
con!icto, pero posteriormente
lo reincorporaron para formar
parte del GADA 601 como soldado.
Nacido un 31 de mayo, Oscar pasó su
cumpleaños número 20 en las Islas,
junto a sus compañeros.
Tristemente, no fue uno de los argentinos
que logró volver a casa cuando la
guerra terminó. Sus restos descansan
hoy en el Cementerio de Darwin, Islas
Malvinas.
Sin embargo, un pedacito de Oscar
logró volver con su madre, Dalis Noemí
Cejas, en 2019.
Todo se remonta a una visita que hizo
el excombatiente Osvaldo Hillar al
Imperial War Museum de Londres en
2009. Allí, notó que una de las piezas en
exposición correspondía a una cédula
identi"catoria militar de un soldado
argentino de la Guerra de Malvinas.
Estaba un poco alejada, en un muestrario
contra la pared, por lo cual era
difícil leer el nombre de su dueño.
Lo que sí pudo ver fue el 8, correspondiente
al número de identi"cación.
Tras unos momentos pensando en lo
que estaba enfrente suyo, se prometió a
sí mismo que la conseguiría. A pesar
de que estaba prohibido tomar fotografías,
el veterano sacó su cámara y
captó la cédula.
Una vez de regreso en Argentina, Osvaldo
buscó ayuda para mejorar la
calidad de la imagen y poder así leer el
nombre del soldado. Lo logró, decía
Oscar Daniel Diarte. Ahí se paralizó, lo
invadieron la duda y el miedo al
pensar si podría devolvérsela en persona,
sin saber cómo había llegado al
Museo, o si tal vez su dueño no estaba
con vida. Por ello, guardó la foto en su
cofre de recuerdos de Malvinas y
esperó para actuar.
Tiempo después, buscó a Oscar en
internet y descubrió que se trataba de
un héroe caído en combate. De allí en
más, a través del diálogo, comenzó a
llevar a cabo una gran investigación
para poder devolver aquel documento
a su familia.
Fue "nalmente con la ayuda del embajador
británico Mark Kent y del excombatiente
Julio Aro que la cédula pudo
llegar a sus manos, para luego hacer
entrega de la misma a Dalis, mamá de
Oscar, en una emotiva ceremonia. De"-
nitivamente, involucrarse y trabajar en
conjunto hace que las cosas sucedan.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Jorge Alberto Llamas
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
JORGE
ALBERTO
LLAMAS
acompañaron para que nunca le
faltara amor.
MLVN.40
Durante el cálido enero de 1962 en Balcarce, en plena temporada de
verano, nació el día 30 un niño llamado Jorge Alberto Llamas. Por ese
entonces, la actual ciudad era más bien un pueblo que tenía como
actividad principal la siembra de papas. Un lugar tranquilo y agradable para crecer.
A
llí dio sus primeros pasos
en el mundo, en compañía
de su hermana menor
Stella Maris, con quien
tenía una diferencia de dos años y
siete meses de edad. Tuvieron numerosas
tardes de juegos y alegría, seguramente
también alguna que otra pelea
de niños, como todos los hermanos.
Unos años más tarde, cuando Jorge
aún era pequeño, sus padres decidieron
que la familia se mudaría a Mar del
Plata. Ellos eran Julia González, su
mamá, y Ambrosio Llamas, su papá,
quien lamentablemente falleció cuando
su hijo tenía apenas 7 años.
Jorge hizo la primaria en la Escuela
Nº58, ubicada en Santiago del Estero
entre Alvarado y Avellaneda. Era buen
estudiante, sacaba cali"caciones altas
y solía ser elogiado por su buena
memoria para retener lo que le
enseñaban. Pero a pesar de ello, prefería
no dedicarle mucho tiempo al
estudio, le atraían más otras cosas.
Le gustaban los deportes, en especial
la natación, había tomado clases y lo
disfrutaba bastante. Luego de hacer
actividad física y despertar el hambre,
nada mejor que comer sus platos
favoritos, en su caso eran la pizza y las
milanesas.
En su tiempo libre solía ir con sus
amigos a la costa, era el punto elegido
para reunirse y divertirse juntos. A
pesar de no tener a su papá, Jorge
demostraba una actitud alegre hacia la
vida, era un chico positivo que se
complacía con las mismas cosas que
todos los otros jóvenes de su edad.
Julia y todo su entorno familiar lo
La música también formó parte de su
vida. Era fanático de Tom Jones, El
Tigre de Gales. Tarareaba sus canciones
y las escuchaba con regularidad.
Comenzó la secundaria en el Colegio
Industrial, pero no pudo terminarlo.
Realizó el servicio militar obligatorio
en el GADA 601 durante 1981, luego lo
reincorporaron para que se desempeñara
como soldado en la Guerra de
Malvinas.
Por fuera de lo que había podido
aprender en la conscripción, sus
únicas experiencias eran como camarero
de un café y chofer de taxi, pero a
pesar de ello decía sentirse ansiosamente
feliz e ilusionado por participar
de un acontecimiento de tal magnitud
para nuestra historia nacional.
Inocentemente, desconociendo los
horrores de la guerra, Jorge quería
involucrarse en el con!icto y luchar
por su país. Su grupo estaba ubicado
en una zona cercana al Cerro Sapper
Hill, donde no se registraban combates,
por lo que en múltiples ocasiones él y
sus compañeros, con el mismo
sentimiento de patriotismo y deseosos
de acción, pidieron a su superior que
los trasladara.
Finalmente, el jefe cedió al pedido, por
lo que se movilizaron hacia Puerto
Argentino / Stanley, entre el aeropuerto
y la ciudad. El 1º de mayo de 1982
tuvo su primer bautismo de fuego.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas
FOTO ARCHIVO /
(Segundo de izq. a derecha) - En la imagen el Teniente Alejandro Dachary, Sargento René Pascual Blanco, soldado
Oscar Daniel Diarte y soldado Jorge Alberto Llamas, frente a su “Skyguard”.
—El misil que se llevó a 3 marplatenses
Tanto Blanco, como Diarte y Llamas, formaban parte de la Batería A del GADA 601,
desplegados en Puerto Argentino / Stanley. Allí empleaban un director de tiro
“Skyguard”, con detección por radar, cámara y con la capacidad de comandar
múltiples fuentes de fuego antiaéreo.
ESPECIAL
40
MALVINAS . . .
CENTRAL
E
l GADA 601 disponía de seis de
estos Skyguard para un total de doce
cañones Oerlikon GDF-002 de calibre
35 mm. Todos los operadores
argentinos estaban al tanto de que, cada vez
que un avión Avro 698 Vulcan se acercara,
debían apagarlos para no ser localizados. Estas
aeronaves británicas traían con ellas misiles
antiradares AGM-45 Shrike, diseñados para
captar las señales emitidas por los radares de
búsqueda y dirigirse directamente hacia ellos.
Sin embargo, con el compromiso de defender
las bases en tierra, nuestros combatientes
dejaban funcionando los Skyguard hasta el
último minuto, rogando reaccionar antes que el
enemigo para eliminar la amenaza aérea.
Empero, la madrugada del 3 de junio de 1982, a
las 6:20 AM, un gigantesco estallido sacudió
Puerto Argentino. Un bombardero Vulcan registró
un director de tiro de la Batería A y dejó caer
dos de sus terribles misiles sobre el área detectada.
En ese momento, se encontraban presentes en
el lugar el Teniente Alejandro Dachary, concordiense
de 25 años, el Sargento René Pascual
Blanco, y los soldados conscriptos clase 62
Oscar Daniel Diarte y Jorge Alberto Llamas.
Ninguno sobrevivió.
El Vulcan B.2 matrícula XM597 que efectuó el
lanzamiento estaba sobrevolando la Isla
Soledad, a una altura que superaba el alcance
de nuestros antiaéreos.
LOS “SKYGUARD”
Guardianes
del cielo
— El director de tiro “Skyguard”
(guardianes del cielo), es un sistema
de control hecho para indicar a la
artillería antiaérea dónde disparar.
Por su radar podía detectar un
objetivo aéreo a cortas distancias y
determinaba el control de tiro de los
cañones.
Este tipo de sistemas antiaéreos son
utilizados por muchas fuerzas
aéreas, ejércitos y armadas de
todo el mundo.
En Malvinas se usó con
los cañones bitubo
Oerlikon 35 mm.
Héroes locales caídos en Malvinas
FOTO ARCHIVO /
Sargento René Pascual Blanco, soldado Jorge Alberto Llamas, Teniente Alejandro Dachary,
y el soldado Oscar Daniel Diarte, frente a una de las unidades del Skyguard.
Quienes fueron compañeros de estos
héroes aún conservan en su memoria
la escalofriante sensación al dar
cuenta de lo sucedido, tal es el caso del excombatiente
Subo"cial Mayor Oscar Jorge Mezzatesta,
quien en el libro “Malvinas: 20 años, 20 héroes”
da su testimonio: “Blanquito (apodo de
Blanco), Sargento Primero y estrecho colaborador
de Dachary, era mi amigo personal.
Aquella fatídica madrugada yo estaba de
guardia y pudimos escuchar el ruido del
motor del avión que sobrevolaba la zona.
Luego llegaron las explosiones. Había un
turno establecido para hablar con nuestras
familias en el continente, y ese día, por
coincidencia, nos tocaba a Blanco y a mí.
Cuando llegué a la central telefónica, un
domingo a las 8, me comunican que las
explosiones de horas antes eran consecuencia
de un ataque aéreo que había matado a
Dachary, Blanco y los soldados Llamas y
Diarte. En esos precisos momentos, la
esposa de mi amigo Blanco estaba al teléfono
esperando desde Mar del Plata para ha-
blar con él. Pero como debía ser informada
por los canales o"ciales, se le dijo que
Blanco se encontraba en una posición alejada
y no había podido llegar. En realidad, mi
desdichado amigo y camarada ya estaba
muerto”.
Por otro lado, tanto Jorge como Oscar habían sido
reincorporados al ejército con motivo de la
guerra. Diarte, un año antes del con!icto, estuvo
desempeñándose como radio-operador militar
en la ciudad, recibiendo buenos comentarios y
elogios por su trabajo. A su vez, Llamas era operador
del grupo electrógeno del skyguard, reconocido
por su capacidad y vasto conocimiento.
Estos tres héroes, de gran valor para el lado argentino,
lo dieron todo hasta el "nal para cumplir
con sus responsabilidades y tareas. Hoy son ejemplo
de dedicación y valor, en pos de la patria.
CENTRAL
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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Pedro Edgardo Giachino
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
PEDRO
EDGARDO
GIACHINO
MLVN.40
Nacido en la provincia de Mendoza, vivió allí durante toda su infancia
y adolescencia. Una vez terminó los estudios secundarios, a los 17
años ingresó a la Armada Argentina, en 1964. Ese fue el comienzo de
una extensa carrera militar en la que pasaría por diferentes áreas y rangos en la
Marina.
Durante sus primeros años,
Pedro era conocido por
sus compañeros como un
joven bueno en los deportes
y con un gran sentido del humor.
Con el tiempo demostró tener aptitudes
para el combate en circunstancias
especiales, por lo que realizó el curso
de Reconocimiento An"bio en 1970 y
el de Comandos para Personal
Superior en la Escuela de Infantería
del Ejército Argentino, al año siguiente.
Todos esos conocimientos, sumados al
entrenamiento que había recibido, lo
convirtieron en uno de los protagonistas
de la Operación Rosario, para
recuperar las Islas Malvinas en 1982.
Durante la noche del 1° de abril, un
grupo de soldados argentinos señalaron
la playa de Lake Point como la más
adecuada para el desembarco. Así, a
las 22:00 hs, del ARA Santísima
Trinidad emprendieron viaje un grupo
reducido de comandos an"bios en
botes neumáticos. Al llegar a la costa,
aseguraron la zona y se dividieron en
dos grupos: el primero a cargo del
Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez
Sabarots, y el segundo a cargo del
Capitán de Corbeta Pedro Giachino.
Este último tenía la misión de asegurar
Government House y capturar al
gobernador de las islas, Rex Hunt, para
que la plaza se rindiera ante las fuerzas
argentinas sin combatir. Al tratarse de
una zona urbana habitada por civiles,
querían evitar el caos.
Poniéndose manos a la obra, a las 6:00
AM del 2 de abril de 1982, Giachino y
sus hombres rodearon la casa de Hunt
y le exigieron la rendición. Ante esta
situación inesperada, los guardias británicos
reaccionaron abriendo fuego
sobre los argentinos, quienes persistieron
con sus exigencias sin atacar.
Pedro tenía las órdenes bien claras:
cumplir su misión sin dañar al oponente,
y lo haría. Era un hombre respetuoso
de su trabajo al que jamás se le ocurriría
hacer caso omiso a las instrucciones
que se le habían dado, aunque,
como en este caso, a veces representaran
una notable di"cultad.
Mientras la ofensiva británica se hacía
cada vez mayor, transcurridos los
primeros 30 minutos desde el encuentro,
la primera ola de asalto de desembarco
argentino se posicionó a siete
kilómetros de la ubicación del grupo
comandado por Giachino. Podemos
decir que estos fueron los momentos
previos a la ocupación o"cial de las
Islas.
Al cabo de unos minutos, el asedio
argentino en las Islas Malvinas era
inminente. La Infantería Marina ya
estaba por llegar a Puerto Argentino /
Stanley, y las embarcaciones de
nuestra Flota de Mar se hacían ver en
las costas. Este escenario proyectaba
un obvio combate contra los británicos
en el pueblo, algo que bajo ningún
término debía suceder.
CENTRAL
Héroes locales caídos en Malvinas: Pedro Edgardo Giachino
El Capitán Pedro Giachino lo
sabía, y en una acción desesperada
por evitarlo, ante la
negativa de rendición de Hunt, fue él
solo hacia el interior de la casa del
Gobernador inglés. Tiró abajo una
puerta. La Infantería británica creyó
que estaba siendo asaltada por 200
militares argentinos, cuando en
realidad se trataba de tan solo 16
comandos. Sin previo aviso, el enemigo
le disparó a quemarropa con una
ametralladora. Lejos de ordenarle a sus
hombres que avanzaran para rescatarlo,
Giachino les gritó que se cubrieran
para que el fuego no los alcanzara.
El Teniente de Fragata Luro relata en
primera persona los hechos de ese día:
“El tiroteo se prolongó desde seis
de mañana aproximadamente
hasta las nueve. Giachino llegó a
una de las habitaciones vacías de
un gran caserón deshabitado.
Como no tuvo ninguna resistencia
salió a un patio interior, donde fue
alcanzado por una ráfaga de
ametralladora”.
Tanto el Teniente de Fragata Diego
García Quiroga como el Cabo enfermero
Urbina, intentaron acercarse
para llevarlo a un lugar seguro, pero
fallaron al ser heridos de gravedad. Sin
embargo, este último alcanzó a
brindarles primeros auxilios a los
o"ciales y, ante lo desbordante de la
situación, el Gobernador Hunt ordenó
un alto al fuego para pedir parlamento.
FOTO ARCHIVO /
Tropas argentinas iniciando la ocupación de
las islas Malvinas.
Habiendo cumplido su misión, a costa
de su integridad física, Pedro Giachino
fue trasladado en una de las camionetas
Jeep Land Rover que la Infantería
Marina Argentina había secuestrado a
los ingleses para usar como ambulancias.
Estaba gravemente herido y había
perdido mucha sangre. Emprendieron
viaje hacia el hospital ubicado en
Puerto Argentino / Stanley, para luego
llevarlo al buque Almirante Irizar del
cual partiría en avión de vuelta a la
Argentina.
A pesar de los esfuerzos, eso no
sucedió. El Capitán de Fragata (post
mortem) Pedro Edgardo Giachino, de
34 años, falleció en Puerto Argentino /
Stanley. Una de las descargas de la
ametralladora había atravesado su arteria
femoral, provocándole la muerte
en cuestión de horas.
“Su estado era sumamente grave,
tenía dilatación pulmonar, con
indudables signos de hemorragia e
inconsciente. Le hicimos todo tipo
de auxilio de reanimación en el
vehículo y después en el hospital,
incluso tuvimos la ayuda de un
médico inglés”, recuerda el Teniente
de Navío médico Arturo Gálica.
Giachino fue declarado Héroe Nacional
y condecorado con la Cruz al
Heroico en Combate, máximo honor
militar al que se puede aspirar en la
República Argentina. Destacaron su
rigurosidad en el cumplimiento de la
misión, a pesar de las grandes adversidades,
sin haber caído prisionero del
enemigo ni habiendo producido bajas
en sus "las. Dio su vida en el cumplimiento
del deber, un militar pura cepa.
Desde entonces, es reconocido como
modelo de jefe para la Armada
Argentina. Un líder por naturaleza,
quien toma las riendas ante el peligro
en defensa de sus subordinados, sin
aban- donar jamás el código militar.
Bajo todos los honores militares se lo
despidió y sepultó en el panteón de
Puerto Belgrano, aunque posteriormente
se lo trasladó al Cementerio de la
Loma en Mar del Plata. Esto a pedido
personal de una de sus hijas, de entonces
13 años, al expresidente Raúl Alfonsín
cuando aún estaba en funciones.
Tanto ella, como su hermana y su madre,
deseaban tener más cerca a su papá.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Luis Gallo
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
FOTO ARCHIVO /
El ARA General Belgrano navegando
aguas argentinas.
LUIS
GALLO
MLVN.40
Lamentablemente, no hay mucha información
disponible sobre quién
fue el Subo!cial Primero Luis Gallo.
Conocemos que era vecino de la ciudad de Mar
del Plata y un militar de carrera.
S
us últimos días fueron a bordo del
crucero ARA General Belgrano, y su
vida fue una de las tantas que se
perdieron en aquel fatídico hundimiento,
el 2 de mayo de 1982.
Esta embarcación llevaba 1093 tripu- lantes
argentinos y tenía varias tareas que cumplir
durante el con!icto, como interceptar unidades
enemigas o vigilar accesos, tomando a la isla de
los Estados como punto de estacionamiento para
luego desplazarse en paralelo a la costa.
misiles antibuque. El ARA General Belgrano tenía
sus turbinas en malas condiciones, además de
ciertos problemas en la munición de sus cañones
antiaéreos Bofors 40 mm. Por otro lado, se lo había
equipado con radar y misiles antes de zarpar
hacia las Islas.
El 2 de mayo, el crucero recibió el disparo de dos
torpedos lanzados por el submarino británico
HMS Conqueror, de carácter nuclear. Ocurrió
fuera del área de exclusión militar de 200 millas
de radio establecida por el Reino Unido. Fue una
verdadera catástrofe.
Se contabilizaron 323 bajas argentinas en el
hundimiento del ARA General Belgrano, alrededor
de la mitad de las pérdidas totales de nuestro
país en la Guerra de Malvinas. Entre ellos, el Subo-
"cial Luis Gallo, único marplatense caído en este
crucero.
Debía navegar del modo más silencioso posible
puesto que recibieron instrucciones de evitar el
contacto con fuerzas inglesas que contaran con
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
Héroes locales caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Planes
ESPECIAL
MALVINAS 40 . . .
MARCELO
GUSTAVO
PLANES
FOTO ARCHIVO /
MLVN.40
Nacido en la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo pasó allí toda su infancia.
La escuela primaria la cursó en el Instituto Almirante Brown, en
Haedo, y disfrutó de gratos momentos con sus amigos y su hermano
menor, Fabián, jugando al fútbol. Solían ir a pelotear al costado de la Av. General Paz.
E
ran de Boca y su papá,
Federico Planes, los había
hecho a ambos socios del
club. En varias oportunidades
pudieron ir juntos a la cancha,
les gustaba mucho.
Ya de adolescente, Marcelo continuó
jugando al fútbol con sus amigos del
barrio y comenzó a ir a bailar a un
reconocido boliche en Ramos Mejía,
Pinar de Rocha. “Era un chico muy
especial, muy amigo de sus amigos.
Era generoso, amable con las personas
mayores y buen compañero.
Lo querían todos”, recuerda con cariño
Ana, esposa de Federico.
Ellos convivieron durante mucho
tiempo debido a que el 12 de abril de
1979 vinieron a vivir a Mar del Plata
por motivos laborales de Federico,
quien era Subjefe de la fábrica argentina
de alpargatas, en el área de ventas.
“En el momento en que vinimos
acá, la mamá de los chicos tuvo un
problema de salud muy serio, una
especie de tumor en la cabeza. Me
dijo que me tenía que hacer cargo
de ellos, los dos dijimos que sí y los
trajimos. Marcelo estuvo acá casi
dos años”, relata su padre.
En sus días en la ciudad, Marcelo cursó
la secundaria en el Instituto Industrial
Pablo Tavelli, soñaba con dedicarse a
la programación informática, todo un
adelantado a la que hoy es una de las
carreras universitarias más populares.
Sus aspiraciones llamaron la atención
Marcelo Planes (sentado derecha), y sus
compañeros en las Islas Malvinas.
de su familia en ese momento. “Nos
fue totalmente llamativo, pero él
tenía la visión de que había un
futuro ahí…Lo que hubiera crecido,
¿no?”, comparte Federico con
nostalgia. Finalmente, Marcelo regresó
a Buenos Aires y terminó su último año
en el Colegio Jorge Newbery, el 30 de
noviembre de 1981, con título de Técnico
Mecánico.
Sus planes estaban claros, se los había
comentado a su padre durante una
visita en el verano de 1982: hacer el
servicio militar y luego mudarse de"nitivamente
a Mar del Plata. Parecía ser
que estaba saliendo con una chica.
Pero las vueltas de la vida hicieron que
el proyecto no se concretara.
Con el inicio de la Guerra de Malvinas,
montones de jóvenes que se encontraban
realizando el servicio militar
obligatorio fueron llamados para ir a
luchar, Marcelo no fue uno de ellos. Un
cabo, amigo de él, se negó a anotarlo
en la lista de convocados, pero Planes
se acercó personalmente para solicitarle
que su nombre "gurase allí
también. Sus amigos iban, sus compañeros
iban, ¿entonces por qué no lo
haría él?
CENTRAL
Soldados marplatenses caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Planes
“Yo lo quise convencer
para que se viniera a vivir
con nosotros, que yo de
alguna manera podría hablar en el
ejército, pero él me dijo ‘no papá,
yo hago la colimba y me vengo’. Y
así fue que el destino se lo llevó”,
nos dice Federico. Marcelo Planes era
un chico con especial empatía hacia
los demás, no concibió separarse de
sus amigos que marchaban hacia la
guerra.
Poco antes de partir, le dijo a su madre:
“decile a papá que se sienta orgulloso,
que su hijo va a defender la
patria” y que “antes de volver imposibilitado
pre"ero quedarme allá”.
Federico cree que estos pensamientos
que su hijo compartió son claro re!ejo
de los sentimientos que lo atravesaron
en ese momento.
El 29 de abril de 1982, Marcelo Gustavo
Planes pisó por primera vez las Islas
Malvinas, especí"camente la Península
Camber. Allí se desempeñó como
soldado del Grupo de Artillería de
Defensa Aérea 101 de Ciudadela. Por
las cartas que alcanzó a enviar a su
familia, hoy podemos conocer un
poco más sobre lo que fueron sus días
en la guerra.
“La primera carta que recibimos
tenía el sobre impreso en inglés.
Hablaba del frío, nos contaba del
hambre, la falta de alimento, del
hastío de la guerra. Hablaba de la
monotonía y lo desértico de la isla
donde le tocó estar. También mencionaba
las condiciones en las que
hacían las trincheras y el agua que
brotaba del suelo. Hubo muchos
que perdieron dedos de los pies
porque se les gangrenaron, tenían
borceguíes de cuero y al estar
metidos ahí…no me lo puedo
imaginar. El terror de no saber si al
otro día vas a poder ver el sol, si
vas a poder ver la luz”, relata Federico
con pesar.
En una de las cartas, Marcelo les contó
que a veces durante la noche él y sus
compañeros se escabullían dentro de
las casas de los kelpers para tomar
algunas cebollas. Luego, de vuelta en el
pozo, las hervían en una pequeña
sartén que habían armado de manera
improvisada y se alimentaban con eso.
“Sintieron miedo. Se reían, hacían
planes para ir al baile cuando
volvieran, pero también lloraban.
Tenían 18 o 19 años. Cuando uno
dice ‘me imagino’, no. No puede
uno imaginar el frío, ¿cómo imaginás
ese frío tremendo?”, se pregunta
Ana.
Las semanas pasaron y el "n del con-
!icto estaba cada vez más cerca, de
igual manera recrudecieron los
ataques. El 13 de junio de 1982, la
batería en donde estaba Marcelo
soportó un constante y violento bombardeo
que buscaba abrirle paso al
ejército británico hacia Puerto Argentino
/ Stanley. El tiempo transcurrió, con
una admirable resistencia argentina, y
se hizo de día, llegando así la mañana
del 14 de junio. Los buques ingleses
bombardearon la costa y uno de los
impactos se dio en la posición donde
estaba su grupo.
“Él falleció un poco antes de terminar
la guerra, así que sufrió los
miedos, las penurias y el temor de
la guerra durante lo que la guerra
duró. A poco de terminar, pensando
en volver a su casa, al continente
con su familia, con sus amigos. A
seguir su vida, pero se terminó
ahí”, expresa su papá.
Marcelo Gustavo Planes, de 19 años, es
uno de nuestros héroes caídos en
combate durante la Guerra de Malvinas.
Un joven que lo entregó todo por
amor a su patria, en reclamo de la
soberanía argentina sobre las Islas. Ana
a"rma con absoluta seguridad que
“Malvinas es una cosa que no podemos
dejar de lado, hay que transmitirlo.
Que la juventud pueda saber
que en este siglo también hubo
héroes, como los próceres como
San Martín o Belgrano. También
estos héroes fueron a defender una
parte de nuestro suelo. Lo que
hicieron los militares no tiene nada
que ver con los chicos, los chicos
fueron convencidos porque las
Malvinas son nuestras”.
Uno de los aspectos fundamentales
que hacen de Marcelo un héroe es su
gran corazón, el mismo que lo impulsó
a construir puentes de paz y ser un
apoyo para sus camaradas aún en las
circunstancias más adversas y desesperanzadoras.
Cuando un compañero tuvo los guantes
rotos, lo único que protegía sus
manos del frío polar, el soldado Planes
le regaló un par extra que su familia le
había enviado por encomienda.
CENTRAL
Soldados marplatenses caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Planes
Por el ex combatiente Néstor
Andrés Moltrasio, es posible
conocer una de las acciones
de empatía y solidaridad más grandes
de Marcelo durante la guerra. En una
ocasión, mientras estaban bajo ataque
de aviones Harrier ingleses y todos se
refugiaban, él se encontraba fuera del
pozo detrás de un cerco, pidiéndole a
sus compañeros que por favor salieran.
Parecía una locura. En eso, y completamente
molesto, Néstor corrió hacia él
para obligarlo a entrar, pero Marcelo se
negó.
‘Hay un señor del otro lado que está
muy asustado. Hay que acompañarlo,
no podemos dejarlo solo’, le dijo decididamente
a Moltrasio. Es que cerca de
su localización, en el jardín de una
casa de madera, se encontraba un
anciano kelper sentado en un banco,
sumamente aterrorizado.
Ante la insistencia de Marcelo, el grupo
lo acompañó. Cuando se encontraron
frente a él, las diferencias, la enemistad,
el idioma, las bombas, todo pasó a un
segundo plano. Abrazaron al hombre y
lo contuvieron para que no sintiera
miedo. Al cesar el fuego, lo despidieron.
En las memorias que escribió,
Néstor relata: “Veo al abuelito caminar
despacio hacia su hogar, levanta
su brazo y hace un gesto tierno
con su mano, como un saludo y
agradecimiento por nuestra ayuda.
Volteo la vista y observo a Marcelo
con una sonrisa en su rostro, sentí
un fuerte orgullo de que sea mi
compañero, en ese instante se
convirtió en mi héroe”.
FOTO ARCHIVO /
Marcelo Planes de niño preparándose para
su gran pasión: jugar al fútbol.
En medio de una guerra, Marcelo
jamás dejó de actuar desde el amor,
con una humanidad capaz de conmover
cualquier corazón. La persona que
fue vive en la memoria de aquellos
que lo conocieron, y gracias al enorme
esfuerzo de los veteranos y de su
familia, su espíritu ha llegado y ha
inspirado a muchísimos más.
“Divulgar, que no se pierda el
sacri!cio de ellos, en primera
instancia, y de los seres queridos
que hemos perdido una parte de la
vida al quedar esos hombres allá, y
también de los que volvieron. Eso
es lo que tenemos que hacer. Nosotros
estamos cerca de despedirnos
y tenemos que dejar las semillas
para que esto no se pierda, esa es
la lucha”, sostiene Federico. Se trata
de expandir la causa Malvinas y contar
las historias de todos los que lo vivieron
en carne propia, para que nada
haya sido en vano.
Federico tuvo la oportunidad de viajar
en dos ocasiones a las Islas Malvinas,
pudiendo conocer personalmente el
lugar donde su hijo pasó los últimos
días de su vida. “Ahí vi la angustia de
los familiares que iban con sus
"ores, como yo fui, y no sabían
dónde dejarlas porque no sabían
dónde estaba su hijo, su marido, su
hermano. Decía ‘Soldado argentino
solo conocido por Dios’, y no
saber dónde está o qué hacer es
tremendo. También, eso que te
produce llegar al cementerio, está
en medio de la nada y te encontrás
200 y pico de cruces blancas. No lo
podés entender”.
Marcelo Planes descansa en el Cementerio
de Darwin, junto a otros tantos
caídos argentinos. “Está en su territorio
y sacarlo de allí es como decirle
a los ingleses ‘bueno tomá, yo me
lo llevo porque esto no es Argentina’,
es entregarles las Islas. Él está
en su tierra, sacar los muertos es
decirle a los ingleses que eso no es
nuestro porque repatriar signi!ca
que eso es de ellos y no de nosotros.
Para mí es quitarle el valor
que tienen realmente las Islas
Malvinas. Ellos murieron defendiéndolas,
y los ingleses tendrán
que soportar que haya argentinos
ahí. Marcelo está descansando en
la tierra por la cual murió y dio la
vida”, a!rma Ana.
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022
La Fundación No Me Olvides consiguió en el año
2011 que se aprobara un proyecto para que
jardines municipales fueran bautizados con los
nombre de nuestros héroes locales caídos en las
Islas. Así, estas instituciones llevan con orgullo
sus retratos y los mantienen siempre presentes,
resaltando las personas que fueron y transmitiendo
sus historias a las generaciones futuras.
El Jardín de Infantes Municipal N°12 “Soldado
Ricardo Mario Gurrieri”, luce en su fachada distintos
murales que muestran al héroe haciendo lo
que más le gustaba, andar en skate.
—Nuestros Héroes,
presentes hoy
y siempre
E
n la última carta enviada a
sus padres, el soldado
Gurrieri escribió como
posdata: “Mami no te preocupes por
mí, yo voy a estar bien y te prometo
que pase lo que pase algún día, de
algún modo voy a volver”. Y claro
que lo hizo, él como tantos otros, tal
vez no de forma física pero sí en
espíritu y acciones de paz.
En el Jardín N°29 “José Luis del Hierro”, todos los
28 de septiembre hay un hermoso festejo en
motivo del cumpleaños del héroe. Las maestras
llevan tortas para compartir y la familia del
Hierro se acerca con obsequios para los niños, a
la vez que todo el edi"cio se decora con "guras
de los aviones que a José Luis tanto le gustaban.
Así, cada Jardín de forma única y original guarda
con respeto y cariño la memoria del ex combatiente
que le da nombre.
También, un aula del nivel secundario del Instituto
Ortega y Gasset de Mar del Plata lleva el
nombre de "Diego Martín Bellinzona", en honor
al soldado.
Las próximas generaciones de familiares igualmente
mantienen viva la memoria, como Lola,
que actualmente está en la escuela primaria y
siempre le insiste a su papá para ir al Monumento
a los Caídos en Malvinas a dejarle un ramo de
!ores a su tío José Luis.
CENTRAL
De igual modo, los nietos de René Pascual Blanco
(Agustín, Tiziana, Valentino y Joaquín) des"lan
orgullosamente cada 2 de abril con la medalla de
su abuelo.
Marchena que se halló entre las pertenencias del
Teniente. A su vez, el Aero Club de Mar del Plata
expone, desde 1987, una réplica del que fue su
avión A-4Q SKYHAWK.
Los afectos tampoco olvidan, como Cecilia Orsini
y Carlos Abel Brown que en 2011 estrenaron el
"lme“Tras un Manto de Niebla”, en memoria de
su querido amigo Rolando Pacholczuk.
Los homenajes a nuestros héroes también están
presentes en las mismas Islas Malvinas. Entre la
bahía Stromness y la bahía Cumberland, en las
Georgias del Sur, está situada la bahía Artuso en
honor al submarinista. Y, en la isla Soledad, existe
la Península Giachino en tributo al capitán,
primer caído de parte argentina.
Desde el país, su madre María Delicia Rearte de
Giachino escribió un libro llamado "Cada día un
dos de abril", en recuerdo a la fecha en que su
hijo falleció. Fue una activa autora de artículos
empeñados en combatir el proceso de desmalvinización
que prosiguió a la guerra.
Este 2022, en la base del GADA 101 en Ciudadela,
se inauguró un maravilloso monumento a escala
real que conmemora a los 3 caídos de su batería,
Marcelo Planes entre ellos. Dentro de cada "gura
hay una foto del héroe al que representa.
Nuestro monumento local a los caídos es fruto
del trabajo de los padres de Gurrieri, del Hierro y
Planes, quienes con el apoyo económico y
generosidad de los vecinos de Mar del Plata, más
la ayuda logística del municipio, pudieron hacerlo
realidad. Es gracias a ellos y a su increíble
esfuerzo que hoy contamos con un espacio físico
para honrar y recordar a los héroes que no
regresaron, sin importar sus rangos militares.
Como estos, hay tantísimos más de homenajes y
tributos a nuestros 13 héroes marplatenses caídos
en Malvinas. Canciones, bustos, calles, recuadros,
plazas, poemas, películas. Ellos se mantienen
presentes porque no son olvidados, el recordar es
un acto de justicia, y una promesa de un futuro
donde reinen la paz y el diálogo.
A nuestros queridos héroes de Malvinas, a los
dueños de nuestros abriles: ¡Honor y Gloria!
En el norte, especí"camente en Inticancha, departamento
de Yavi, Jujuy, el edi"cio de la Escuela
N°303 lleva el nombre de “Tte. Marcelo Gustavo
Márquez”, en honor al piloto marplatense.
Además, entre los aviadores es popular llevar
una copia de la estampa con el poema de Julián
MALVINAS.40
CENTRAL
A 40 años de la Guerra de Malvinas
—Campaña para generar conciencia
CENTRAL
DATA
#La otra batalla
En el marco del 40 aniversario del con"icto
bélico en las islas se desarrolló la campaña
audiovisual “La otra batalla”.
•Fernando Álvarez, presidente del Centro de Ex
Soldados Combatientes en Malvinas, manifestó:
"La otra batalla" recopila testimonios de los
veteranos de guerra y familiares de los caídos en
Malvinas, involucrados activamente en el Centro
de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de
Mar del Plata. Esta campaña se llevó adelante
gracias a la acción coordinada por las Agencias
Amén y News, con la participación de un grupo
de voluntarios creativos que se sumaron para
visibilizar la causa Malvinas a través de distintas
piezas grá"cas y spots audiovisuales.
En el marco conmemorativo por los 40 años del
Con!icto armado en Malvinas, “La Otra Batalla”
pone de mani"esto las luchas personales que los
protagonistas debieron enfrentar al volver a casa
y busca generar conciencia para seguir “malvinizando”
la causa de todos los argentinos, 4
décadas después del con!icto.
•Desde el equipo creativo de la campaña
#LAOTRABATALLA destacaron: “Esta es nuestra
segunda campaña humanitaria, y cuando
decimos humanitaria queremos decir es desde el
corazón. Si la comunicación no se hace de
corazón no le llega a nadie. Los héroes estuvieron
en la guerra, pero todos tenemos que luchar
contra la injusticia, contra el anonimato y contra
el olvido. La guerra abrió heridas y la otra batalla
las está cerrando, con el ejemplo que nos dan los
ex soldados combatientes, un ejemplo de dedicación,
de humanidad, de compromiso.”
Para acceder a más información del Centro de Ex
Soldados Combatientes pueden hacerlo a través
de malvinasmdp.org.ar
—Se trata de una serie de spots
audiovisuales que recopila testimonios
de los sobrevivientes y familiares
de caídos en combate promovidos por
el Centro de Ex Combatientes de
Malvinas en el marco de los 40 años
del con"icto bélico en las islas.
“La otra batalla” fue presentada con
una conferencia de prensa de la que
participaron, además de Álvarez, los
ex soldados combatientes Gustavo
Schroeder, José Lambertini y Sergio
Delgado; y Federico Planes (padre del
ex soldado caído Marcelo Planes).
EQUIPO CREATIVO
Agencia: Amén Argentina
Director Creativo: Sergio Pollaccia
Directora Creativa Digital: Marión Junior
Producción: Silvia Garat
Producción: Lucia Bonifatti
Producción: Cristina Álvarez
Fotógrafo: Christian Heit
Cámara: Leo Mercado
Comunicación: Tatiana Fontana
Cámara Backstage: Julián Gil
Backstage: Iván Gimenez
Banda de Sonido: The Music Agency
Iluminación y Sonido: PLS
Producción: Nicasio Ciappina
Producción: Silvina Casares
CENTRAL