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Central 110

La ola perfecta

La ola perfecta

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AÑO 10|NÚMERO 110|PRECIO $520.-

Destino: la ola perfecta

Cocó Cianciarulo y Santiago Muñiz, dos sur!stas apasionados por el mar y

los viajes en búsqueda de olas.












DIRECCIÓN:

Matías Copic

EDITOR:

Dr. Martín Sala

PROPIETARIO:

Muguer Comunicaciones s.r.l.

DIRECCIÓN DISEÑO EDITORIAL:

Guillermo Liesegang

COLUMNISTAS:

Clara López Tonón

Analía Elefante

Julia Sartora

Del!na Mostafá

María Almendra Valero

David Akerman

Nicolás Antoniucci

Martín Irazabal

Marcelo Corbalán

Leonardo Malgor

FOTOGRAFÍA:

Noelia Fernández

Ana Clara Sáenz

Javier González

REDES SOCIALES:

Noelia Huertas

PROD. COMERCIAL - CAP. FED.:

Pablo Javier Casterán

pablo.casteran@gmail.com

DEPARTAMENTO CONTABLE:

Cdr. Marcelo Corbalán

IMPRESIÓN:

Latingrá!ca

www.latingra!ca.com.ar

EDITORIAL MUGUER COMUNICACIONES S.R.L.

www.revistacentral.com.ar

info@revistacentral.com.ar

MUGUER COMUNICACIONES S.R.L., ni el Director de la revista

se responsabilizan por las opiniones vertidas por los entrevistados

colaboradores ni sus escritos, así como por las fotografías

cedidas por terceros en concepto de gentileza, ni por el

mensaje de los anuncios publicitarios que se incluyen en esta

edición. PROHIBIDA su reproducción parcial o total sin la

previa conformidad del Director, con inclusión de la fuente.

Registro de Propiedad Intelectual EN TRÁMITE.

CENTRAL Revista de Mar del Plata es marca registrada.



CONTENIDO

#110

TURISMO

Lima / P.24

Un recorrido con historia y aventura. ¡La capital

del Perú es tu próximo destino!

DE GUSTOS

Hazy IPA / P.39

Para los amantes del lúpulo y nuevos estilos

Antares propone una cerveza tropical.

PERFILES

Sonido de barrio / P.46

El guitarrista Agustín Luna comparte sensaciones

de su debut en el espacio Chauvin.

MOVIMIENTO URBANO

Sushi Point / P.50

Piezas únicas, futuras aperturas de locales y

delivery a casi toda la ciudad. Éxito asegurado.

EN TAPA

La ola perfecta / P.56

Cocó Cianciarulo y Santiago Muñiz, junto a las

pick ups de Ford nos llevan a un recorrido de olas,

sueños y metas. Dos sur!stas amantes del mar.

INFORME CENTRAL

Especial Malvinas / P.74

A 40 años de la guerra de Malvinas desde revista

Central proponemos un homenaje a los soldados

locales que fueron a la guerra.

•Gustavo Schroeder -ex combatiente- y su lucha

contra el olvido de los que pudieron volver.

•13 historias de quienes fueron caídos en

combate en las Malvinas.

•“#La otra batalla”, una campaña para generar

conciencia.







EDITORIAL

Un héroe en la familia

E

l 2 de abril de 1982 fue viernes, tenía 13 años,

nos despertamos con mis hermanos y vimos a

nuestros padres muy serios y hablando de

nuestras tías y tíos y Huguito diciendo que

"íbamos a ir a la guerra". Como todos los días, llegué al

colegio secundario, al Comercial y me encontré con una

euforia generalizada, todos cantando, nos fuimos al patio

del colegio donde todos los alumnos, en torno al mástil con

la bandera nacional cantábamos y saltábamos, lo más

parecido a una !esta. Todos mezclados, los de 1ro. con los

de 5to. año, alumnos y profesores, cánticos de cancha

dedicados a Reina de Inglaterra y a los ingleses en general.

No me animo a a!rmarlo, pero creo que ese día no entramos

a las aulas.

De esa forma empezamos a vivir un estado de guerra.

Hasta que el 3 de mayo nos avisan que el Tío Sergio había

muerto.

Para nosotros había muerto el Tío con la Voz del Pato

Donald, el Papá de María Paula, de Agustín y Nacho. Para la

Patria había nacido un héroe.

El Tío Sergio; -Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca-;

era el comandante del aviso Sobral, un buque pequeño de la

Armada Argentina que había muerto en combate, en cumplimiento

de una misión.

Sobre su muerte, el Ministerio de Defensa en su página

o!cial describe:

Habían pasado solo 30 minutos de iniciado el 3 de mayo

cuando el “Sobral” fue detectado por unidades navales

enemigas que enviaron un helicóptero a veri!car su posición.

Cuando el primero sobrevoló la unidad, el Comandante del

buque, Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca, ordenó

cubrir puestos de combate. El ataque era tan inminente como

inevitable. Cuando la segunda aeronave apareció, la

tripulación argentina abrió fuego con su cañón de 40 mm y

ametralladoras de 20 mm, pero dadas las condiciones del mar

y la escasa visibilidad, solo lograron alejar momentáneamente

a los helicópteros, que en segundos regresaron para

atacarlo con misiles aire-super!cie Sea-Skua. Un misil impactó

en la lancha del buque, repartiendo esquirlas e hiriendo

a varios tripulantes, mientras que otro pasó por encima del

“Sobral”, que respondía al ataque con fuego de artillería.

El Capitán Gómez Roca pidió un informe de daños y de los

heridos, que ya eran tratados por el médico y enfermero de a

bordo. Observó también que el enemigo podría lanzar sus

misiles fuera del alcance de las armas del aviso, tornándolas

ine!caces, por lo que, priorizando la seguridad del personal a

sus órdenes, ordenó desalojar las cubiertas superiores y la

superestructura.

Solo él y los hombres indispensables permanecerían en el

puente de comando y el cuarto de radio. Esta difícil decisión,

adoptada en el momento de mayor tensión e incertidumbre,

signi!caría la preservación de la vida de muchos de sus

hombres, pero también su propia muerte en acción.

A continuación les quiero compartir unos párrafos de la que

sería su última carta, enviada a su esposa, Juana, con fecha

10 de abril de 1982. De su lectura surge la fortaleza moral, su

valor y determinación para enfrentar el destino y su

profundo amor por la Patria.

Les comparto tres párrafos que seleccioné:

"Acabo de escuchar en la radio que fracasó la misión de

Haig, así que habrá que darles a estos ingleses como

hace 176 años, miedo no les tenemos."

"Evidentemente todo este asunto de las Malvinas

signi!cará un cambio fundamental para el país,

termine como termine y creo que in"uirá en todas

nuestras vidas. ¡Sabe Dios lo que nos tiene reservado,

tanto de sacri!cios como del fugaz resplandor de la

gloria!”

"Creo que el miércoles zarpamos para una tarea que

todavía desconozco. No sé de qué se trata, ni si es

peligroso o no, pero quiero que sepas que todos vamos

dispuestos a cumplir con nuestro deber hasta la última

gota de sangre, y esto no es literatura, es lo que sentimos

y lo que vamos a hacer. Siempre dije que una muerte

gloriosa digni!ca y enaltece una vida mediocre, y a lo

mejor esta es la oportunidad de demostrarlo, además si

uno está preparado, morir es en realidad empezar a

vivir para toda la eternidad."

Me parece que no es necesario agregar nada más a este

texto editorial, esta carta que mi querida madrina me

autorizó a hacer pública ya no es solo de ella y mis primos,

creo que el tenor de sus palabras la han convertido en el

legado de Sergio Gómez Roca para su querida Argentina.

Que Dios los bendiga, disfruten de la edición

MARTÍN SALA

@MartinSalaMdp

#VamosMardelPlata

#PodemosSerMejores

www.revistacentral.com.ar

CENTRAL



MOVIMIENTO URBANO

Ciencia aplicada

al cannabis

Hemp Lab inaugura el primer

laboratorio de análisis y certi!cación

de cannabis en Argentina.

Con una importante inversión ya

comenzó a operar en Mar del Plata el

primer laboratorio del país que

analiza, con equipos de tecnología

japonesa, la calidad del cannabis y

sus productos derivados.

Se trata de un laboratorio único en su

categoría que busca garantizar los

máximos estándares de calidad y el

primero en brindar certi!cación para

el productor, ofreciendo así información segura

y transparente a los consumidores de productos

cannábicos.

Además, Hemp Lab está avanzando en la !rma

de acuerdos estratégicos con el CONICET y otros

organismos privados.

“En Argentina casi la totalidad de los productos

terapéuticos de origen cannábico no cuenta con

ningún tipo de análisis ni certi!cación sobre sus

componentes.”

“El cultivo terapéutico de cannabis es un boom y,

ante tanta oferta, es tiempo de conocer y evaluar

cada producto, para cuidar los procesos, mejorar

la calidad de vida y crear relaciones de con!anza.

Desde Hemp Lab buscamos aplicar ciencia y

tecnología a la industria del cannabis para garantizar

que las personas puedan acceder a productos

seguros, con información precisa y certi!cación

de sus componentes. A su vez creemos que

nuestro aporte contribuirá a continuar con la

profesionalización de la industria local para que

sea cada vez más competitiva”.

https://hemplab.io

hemp.lab

CENTRAL



TURISMO/ TEXTOS: Pezzati Viajes

www.pezzati.com

L

LIMA

ima es la capital gastronómica

no solo del Perú,

sino de Sudamérica:

quien llega a Lima queda

encantado por la variada y deliciosa

comida que se sirve en sus mesas;

con recetas milenarias, platos fusionados

con otras culturas y una

sazón realmente única.

Sin embargo, deleitar a tu paladar no

es lo único que conseguirás en las

calles limeñas. No por nada es una

de las regiones más importantes y

visitadas del país incaico, que tiene

un sinfín de actividades, atractivos y

experiencias para todos los gustos.

Si estás listo para combinar historia

y aventura, la capital del Perú tiene

que ser tu próximo destino.

Cuando estés en Lima, sentirás que el tiempo se

pasa volando ya que siempre, pero siempre,

tendrás algo qué hacer, descubrir o experimentar.

Las ofertas hoteleras con los más altos

estándares de calidad están ubicadas en los

distritos de Mira!ores y San Isidro, que están

situados estratégicamente, muy cerca del mar

(sí, con actividades acuáticas como surf, entre

otros, aseguradas), y muy seguros para los

turistas. Desde estos dos puntos, es muy sencillo

trasladarse a los diversos puntos de la

ciudad, ya que son espacios concurridos.

En el Centro Histórico de Lima, las edi!caciones

que rodean la Plaza de Armas parece que están

detenidas en el tiempo, pues aún se conservan

muchos de los balcones coloniales que se veían

en la Lima de ayer.

Los museos a lo largo del territorio limeño

también son alternativas para intercalar con

otro tipo de actividades. El Museo Nacional de

Antropología y Arqueología cuenta en su

interior con la mejor colección de la época

prehispánica del Perú. A su vez, podés visitar el

Museo Larco, el Museo de Arte de Lima (MALI),

el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y el

Museo Mario Testino (MATE), que están a la

vanguardia artística de la sociedad global.


IMPERDIBLES!

—CUSCO. En Cusco, cada rincón está lleno de

historia. Porque la antigua capital del Perú

(durante el Imperio Inca), aún mantiene

vestigios de lo que fuera el poderío más importante

de esta antigua civilización.

La historia milenaria se respira en cada paso que

des por las calles de sus pueblos, que parecen

haberse detenido en el tiempo.

La forma más sencilla de llegar a Cusco es a

través de un vuelo, desde Argentina siempre

debemos pasar por Lima, por eso recomendamos

realizar noches allí y aprovechar la visita a

la capital.

—PUNO. En Puno todo está relacionado con la

historia del antiguo Perú, ese del cual surgieron

las primeras civilizaciones, y que aún conservan

sus enseñanzas y prácticas hasta el día de hoy:

basta con ver sus pueblos originarios, en los que

se practican aún costumbres ancestrales que

terminan siendo uno de los atractivos más

poderosos para turistas. El Lago Titicaca,

Patrimonio Natural del Perú, guarda sobre sus

aguas islas !otantes (Uros, Taquile y Amantaní,

entre otras) historia y cultura ancestral. Es,

además, el lago navegable más alto del planeta,

por lo que podrás visitar a las comunidades que

habitan estas porciones de suelo creadas a partir

de la totora (material que también sirve para

crear sus balsas y botes), en la que conviven

perfectamente con la naturaleza.

—ICA. Ica es uno de los destinos ideales para

escaparse: esta región está ubicada a 4 horas

aproximadamente de Lima y tiene un sinnúmero

de actividades, tan distintas como divertidas,

para los viajeros que se aventuran a recorrer su

territorio. Las dunas de sus enormes desiertos

resguardan el legado cultural e histórico de

antiguas civilizaciones, son la locación de un

oasis que parece sacado de una película o un

cuento de hadas. En Ica abundan las hermosas

playas con aguas refrescantes. Ese mismo mar

que sirve para practicar chapuzones con tu

familia y amigos, también es el hábitat de

hermosas especies de fauna silvestre.

CENTRAL


TURISMO

SELVA

—LORETO, ubicada en el oriente

de la Amazonía peruana, espera a

los aventureros y turistas del

mundo entero con los brazos

abiertos. El clima es tan caluroso

como las energías positivas de su

gente. En cada paso que des por

esta zona llena de vegetación,

sentirás cómo se respira la

amistad y cariño que el pueblo

entero está dispuesto a brindarte.

Para empezar la travesía, es

necesario trasladarse hacia dos

de las ciudades más importantes

de Loreto. La primera alternativa

–y la más concurrida- es la ciudad

de Iquitos, capital de la región.

Este es uno de los espacios más

importantes en cuanto a materia

económica y turística, pues aquí

podés encontrar una serie de

comercios, restaurantes y hoteles

con todas las comodidades

necesarias para que tu estadía sea

lo más placentera.

La segunda alternativa para alojarte

es la ciudad de Yurimaguas,

capital de la provincia del Alto

Amazonas, que tiene como atractivos

el Templo Virgen de las

Nieves o el Lago Sanango.

Si sos un amante de la "ora y

fauna, Loreto es el lugar indicado

para vos. En su territorio, descansan

los más grandes centros de

rescate de animales del Perú,

además de las más importantes

reservas nacionales.

PLAYA

—Si lo tuyo es el sol y la playa,

TUMBES es un destino ideal que

se encuentra al norte (al límite

con Ecuador). Los balnearios de

Tumbes se caracterizan por su

agua cristalina, arena !na y el

calor justo y necesario (la temperatura

mínima media es de

22.4 °C). Existen distintos hospedajes

para el alcance de todos los

bolsillos. También podés aprovechar

para realizar distintas actividades

deportivas como surf,

motos acuáticas, buceo y pesca

deportiva, entre otros. A la par de

estar disfrutando de las hermosas

playas tumbesinas (los balnearios

de Punta Sal y Zorritos son los

más concurridos y emblemáticos

de la ciudad), no te pierdas

deleitarte con la fabulosa gastronomía

tumbesina, que tiene como

base a la comida marina.

Camino del Inca

Salidas en Junio.

5 noches con Desayuno.

2 en Cusco. 3 en Campamento en Yunca

Chimpa, Chaquicocha, Wiñayhuayna.

Servicio de Tren Vistadome.

Traslados.

Base doble: USD 899.-

Perú Mágico

Salidas en Junio.

Aéreo. 9 noches con Desayuno.

3 noches en Lima. City Tour.

2 en Arequipa. City Tour y Visita al

Monasterio de Santa Catalina.

2 en Cusco. City Tour. Visita a Machu

Picchu con Almuerzo Incluído.

Servicio Tren Expedition.

2 en Puno. Visita a la Isla de Los Uros y

Taquile con Almuerzo Incluido.

Base doble: USD 2585.-

Tarifas publicadas en dólares: adicionar

Imp. País del 30% + Percepción 35%

si abona en pesos.

Condiciones Generales: Tarifas por persona en habitación doble

o indicada, para residentes argentinos. Expresadas en dólares

estadounidenses, pudiendo abonarse en pesos argentinos al tipo

de cambio vigente para la actividad que informe ITS SA para el día

de pago, por ej, al día de publicación el tipo de cambio del

13/4/22: 1 USD = $122.00; adicionando al pago en pesos el

IMPUESTO PAÍS del 30% y PERCEPCIÓN RG 4815 del 35% no

incluidos en la tarifa. Impuestos y gastos de reserva incluidos,

excepto tasas de aeropuerto y gastos de cancelación. No aplican

para !nes de semana largos ni fechas especiales, excepto que se

indique en la descripción. Compras desde el 13/4/22 hasta el

15/5/22 o hasta agotar 05 plazas o lo primero que ocurra. Las

tarifas publicadas corresponden a PRECIO DE CONTADO (tarjeta

de débito o tarjeta de crédito en un pago, transferencia bancaria o

cheque). Consulte Planes de Financiación. No incluyen percepción

RG 3819 del 5% caso de corresponder. Las fotografías son

ilustrativas del lugar de destino. Las mismas no corresponden

especí!camente a los servicios ofrecidos ni forman parte de la

oferta. EVT ITS SA. Res. 228/83 Leg. 3399 CUIT 30-67675791-7.

FINANCIACION: términos y condiciones en www.pezzati.com/

!nanciacion.

11 5171 4258











BIENESTAR / TEXTOS: Dr. Ernesto Parellada

Esp. Univ. en Cirugía Plástica. Estética y Reconstructiva. Esp. en Cirugía Plástica Infantil.

Miembro Titular de la S.A.C.P.E.R. Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica

International Member American Society of Plastic Surgeons (ASPS) M.P.. 94451 M.N. 119323

IMPLANTES MAMARIOS

MITOS Y VERDADES

Si hay un procedimiento Estrella en la

cirugía plástica (dentro de lo que es la

cirugía estética) es la colocación de los

implantes de mama. Desde hace décadas

es la cirugía plástica mas realizada en el

mundo, y en nuestro país. Todos conocemos

a alguien que se operó las mamas

con implantes. Hoy vamos a intentar

echar luz sobre algunos aspectos de las

prótesis que siempre generan dudas.

L

o primero que quiero aclarar, como

siempre lo digo, es que para realizar

cualquier tipo de procedimiento en

cirugía estética, es fundamental consultar

con un médico que sea especialista

en cirugía plástica y reparadora. Recordalo

siempre, es por tu propia seguridad.

Una pregunta clásica en el consultorio es si los

implantes hay que cambiarlos. Y la realidad es

que ningún fabricante de implantes mamarios

mani!esta que sus implantes durarán toda la

vida, es decir, en algún momento habrá que

cambiarlos. ¿Cuándo? Solamente cuando se rompan

o se encapsulen. Ya no hay que reemplazarlos

“programadamente” cada 10 años como

antes, pero eso no signi!ca que el implante que

me coloco a los 20 siga estando en condiciones a

los 60. Tenemos que entender que todos los implantes

tienen una vida útil, y que al cabo de ese

tiempo el material se fatiga y el implante se

rompe o se encapsula. Los fabricantes de implantes

mamarios no dan un tiempo estimado de

duración de los mismos, por eso, son muy importantes

siempre los controles anuales luego de la

cirugía para detectar cualquier problema que

pudiera aparecer.


Los implantes mamarios están rellenos de silicona

cohesiva, es decir, un tipo de silicona que no es líquida,

por lo que si el implante se rompe, la misma no migrará

por el cuerpo de la paciente, sino que queda dentro de la

cápsula del implante. Esto signi!ca que, si bien todo

implante roto se debe reemplazar, no hay ninguna urgencia

en hacerlo. Muchas mujeres tienen uno o ambos

implantes rotos por años y no lo saben.

Las prótesis mamarias no explotan si viajamos en avión

ni si hacemos deportes intensos, las mismas están preparadas

para esto. Si no pensemos que ninguna vedette

podría viajar, y ninguna deportista famosa podría estar

operada (recordemos que la genial Lucha Aymar se

operó años antes de su retiro de Las Leonas).

Cuando una mujer decide ponerse prótesis, lo que se está

buscando es aumentar el volumen del busto, nada más.

Uno puede usar los implantes en conjunto con otras

técnicas para, por ejemplo, levantar el busto al mismo

tiempo, pero los implantes por si solos NO levantan el

busto. De la misma manera, los implantes NO evitan la

caída del busto. ¿Qué signi!ca esto? Esto signi!ca que la

mujer operada de implantes TIENE que usar corpiño.

Muchas mujeres piensan que solo por tener prótesis de

mama pueden no usar sostén, y esto es un gran mito.

Tengamos en cuenta que los implantes de mama pesan, y

que ese peso se agrega al peso natural de la mama, ya sea

chica o grande, pero siempre, siempre, el peso de la

mama operada de implantes será mayor al peso que tenía

antes de la cirugía. Las mamas se caen por gravedad y

por peso. Es muy lógico comprender que la mujer deba

utilizar corpiño luego de la cirugía, ¿no?

Otra pregunta muy común que me hacen en el consultorio

es “Doctor, ¿dónde coloca los implantes, por adelante

o por atrás del músculo?”. Casi todas las mujeres tienen

el concepto de que los implantes atrás del músculo

quedan más naturales que por adelante y que se DEBEN

poner por atrás. Esto es otro gran mito existente. Los

implantes hay que colocarlos delante o detrás dependiendo

del tipo de mama y del volumen del implante. Si la

mujer es muy magra y no tiene volumen mamario

su!ciente para “disimular” el implante, en ese caso sí, no

queda otra opción que colocarlo detrás del músculo

pectoral, pero si la mujer se colocara un implante pequeño

y su mama puede cubrir correctamente el implante, el

utilizar el músculo es innecesario. Tengamos en cuenta

que la colocación detrás del músculo tiene una recuperación

más lenta y un poco más dolorosa que por adelante.

Sin duda, el temor más grande de cualquier mujer que se

coloca implantes en sus mamas es el pensar que sus

prótesis le traerán alguna enfermedad grave en el futuro,

más especí"camente cáncer. Los implantes mamarios

NO dan cáncer de mama, es más, se utilizan para la

reconstrucción de la mama en las pacientes que tuvieron

cáncer (sería ilógico usar algo en la reconstrucción que

pudiera provocar la enfermedad). Ahora bien, hace

algunos años es discusión a nivel mundial en cuanto

congreso o simposio de cirugía plástica uno concurra, si

los implantes de mama ocasionan algún tipo de

enfermedad maligna, y aún no hay una respuesta clara

sobre el tema. Hay un tipo especí"co de cáncer, llamado

linfoma anaplásico de célula gigantes (BIA-ALCL), cuya

incidencia es más alta en mujeres con implantes

mamarios (1 en 3000 mujeres operadas con implantes

texturizados) al compararla con mujeres no operadas o

con mujeres operadas con implantes lisos. Sin embargo,

como dije antes, hoy se sigue discutiendo acerca de si el

origen de esta enfermedad son los implantes o si en

realidad es multifactorial. Hasta no tener más información

es inútil echarle la culpa de esta enfermedad a los

implantes únicamente.

. . . . .

A modo de conclusión, quiero

recalcar que la colocación de

implantes mamarios sigue siendo el

procedimiento más realizado a

nivel mundial, es muy seguro y

tiene excelentes resultados siempre

y cuando sea realizado por especialistas

en cirugía plástica y reparadora,

en lugares adecuados, aptos y

habilitados para cirugías.

El Dr. Ernesto Parellada es especialista en Cirugía

Plástica y Reparadora. Es miembro titular de la

Sociedad Argentina de Cirurgía Plástica y Reparadora

(SACPER) y miembro internacional de la

American Society of Plastic Surgeons (ASPS).

Consultorio: Av. Colón 3445 10 “B”

Tel: (0223) 499-2480

Whattsapp: (0223) 600-9715

mail: info@drparellada.com.ar

instagram @dr.ernestoparellada

web: www.drparellada.com.ar

CENTRAL


DE GUSTOS

Hazy IPA

Hoy venimos a celebrar nuestro fanatismo por

la "or más bella del mundo cervecero con una

Hazy IPA, el nuevo lanzamiento de nuestra

Canilla Verde. La Hazy IPA es como una clásica

American IPA, pero con un sabor y aroma

mucho más intensos, un amargor más suave y

una sensación de no saber si estás tomando

una cerveza o un jugo de frutas tropicales.

P

ero antes de seguir hablemos del

lúpulo. El lúpulo es una "or, es uno

de los cuatro ingredientes básicos

de la cerveza y es el encargado de

aportarle amargor, sabor y aroma. Existen

muchísimas variedades de lúpulo y cada una

tiene un per!l aromático distinto. Además se

las puede combinar para obtener sabores aún

más complejos e interesantes. Cuando en una

cerveza predomina el per!l del lúpulo se dice

que es una cerveza lupulada. Y a nosotros nos

encantan las cervezas lupuladas y nos encanta

hacer experimentos.

CENTRAL


Para este nuevo lanzamiento combinamos las

variedades Columbus, Citra, Mosaic, Strata,

Sabro y Nelson Sauvin, y utilizamos por primera

vez la levadura Verdant IPA, de la compañía

canadiense Lallemand. ¿Por qué les contamos

todo esto? Porque en la Hazy IPA van a encontrar

aromas a frutas tropicales como el

mango, frutas de carozo como el durazno,

algunas notas cítricas y algunas notas a coco.

Todos estos detalles no vienen del agregado

de ninguna fruta ni aditivo, sino de la interacción

entre las variedades de lúpulo y la cepa

de levadura que usamos. A eso nos referíamos

cuando decíamos que amábamos los experimentos.

La Hazy IPA es de apariencia amarilla pálida y

turbia, un rasgo característico del estilo.

Tiene un amargor suave y amable, 6,5% de

alcohol y cuerpo medio. En boca se siente

suave y sedosa, y tiene una tomabilidad altísima.

¿Ya te dio curiosidad? La vas a poder

probar a partir de este mes tirada en todos los

locales de Antares.

. . . . .

Si ya sos amante del lúpulo,

sabés con lo que te vas a

encontrar. Si todavía no te

iniciaste en este camino de ida,

la Hazy IPA es una excelente

puerta de entrada. Y si simplemente

andás con ganas de

juntarte con amigos a pasar

un buen momento, aprovechá

y hacelo con este nuevo estilo

de Canilla Verde.








PERFILES

TEXTOS: Pablo Casterán / FOTOS: Jony Paz

Sonido de

barrio

AGUSTÍN LUNA

Un tipo sencillo a punto de a!nar su

guitarra y ponerse en sintonía !na con su

arte. Un par de horas antes de su debut

artístico en CHAUVIN, primer concierto en

su SoundRoom, el guitarrista Agustín

Luna comparte algo de sí: sensibilidad,

pasión y una carrera musical que Mar del

Plata merece conocer.

¿Cuándo tuviste contacto por primera vez con

una guitarra?

Fui a la casa de un amigo cuando tenía

12 años. Había una vieja guitarra que

tenía cuatro cuerdas. Ahí me conecté

con esa guitarra y empecé a sacar

cancioncitas de oído con un dedo de

la mano derecha e izquierda y ponía

la guitarra en posición vertical, no

como se usa formalmente. Ni sabía

cómo se usaba. Volví a casa copadísimo. Tal es

así que mi vieja me regaló una guitarra cuando

cumplí 13. ¡Fue una felicidad enorme!

¿Quiénes fueron tus maestros?

Primero empecé muy solo tocando de oído con

algún amigo y le copiaba las cosas. No me animaba

a ir a un profesor porque tenía la cuestión de

que te va a obligar a leer y a ser muy rígido con el

solfeo, tardé bastante.

Hasta que fui con Marcelo Iglesias, un profesor de

guitarra muy bueno de aquí de Mar del Plata. Una

buena experiencia. A partir de ahí fue el camino

para tomar clases y avanzar.

Otro maestro de Mar del Plata fue Julio Azcano,

un guitarrista argentino que se radicó en Suiza

hace muchos años. Él fue el de la técnica más

dura y de la disciplina, con quien aprendí esas

cosas. Después hubo una profesora en el conservatorio

muy importante, Silvia Castro. De ahí me

fui a estudiar a La Plata, en La Facultad de Bellas

Artes. Ahí tuve distintos maestros, ya que me

formé en guitarra clásica en esa universidad.

A la vez también con música argentina, tango y

folklore. Aquí mi mayor referente es Juan Falú,

que no fue estrictamente un profesor con toda la

formalidad de las clases y todo eso, pero cuando

iba a Buenos Aires le hacía un llamado y le decía:

'Mirá Juan lo que estoy tocando y haciendo'. Él

me aconsejaba: 'Acá está muy bien y tenés que

mejorar esto'.

CENTRAL


En este nuevo ámbito cultural y gastronómico

de CHAUVIN, ¿qué sentís y cómo lo

ves? Siento una enorme felicidad. Además

de comentarios positivos de gente amiga y

conocida. Que van a ir, que les resulta

interesante el lugar. Porque también hay una

especie de misterio todavía, cómo funciona

eso del teatro y de la sala de música.

Además me une afectivamente con Guido

Murgier la familia y la amistad. Esto es algo

que no lo puedo dejar pasar porque me

atraviesa emocionalmente y me da una gran

felicidad que este proyecto se lleve a cabo.

Tengo expectativas de que les vaya muy bien.

¿Cuáles fueron tus primeros conciertos?

Yo iba al colegio Nacional Dr. Arturo Illia y me

motivaban mucho con la guitarra los mismos

profesores, entonces tocábamos en los actos.

Después me convocaron de un restaurante para

tocar. Recuerdo que era la Casa de Salta y ahí

tocaba para un público folklórico. Tenía 15 años.

La emoción de la juventud y adolescencia

mezcladas con el público, con el aplauso, forjó mi

personalidad. Sabía que quería tocar la guitarra y

hacer música.

¿Y el primer concierto a nivel profesional?

Fue en el teatro Colón de Mar del Plata, en el

Festival de Guitarras del Mundo organizado por

Juan Falú, con 18 años. Y se dio muchas veces

esto de tocar en público profesionalmente, pero

esporádicamente. No era como una cuestión ya

instalada y estable. Eso se dio después de la

Facultad, a los 25 años.

Previo a tu concierto ¿ya habías hecho una

incursión por este SoundRoom? En el

verano vine a probar la sala en plena obra,

pero casi terminada. Estaba el arquitecto

doctorado en acústica Roberto Daniel

Ottobre probando, ultimando detalles "nales,

probé la sala sin ampli"cación y ya me

encantó. Se podría tocar un concierto con la

guitarra sin ampli"car y sonaría muy bien.

Toqué ese día y todos estaban felices por

cómo sonaba.

¿Cuál es tu propuesta artística en este

debut del SoundRoom aquí en CHAUVIN?

Se compone de una parte solista de guitarra y

otra con una cantante exquisita, Silvia Sab.

Canta folklore y tango hace muchísimo

tiempo y es fenomenal. Yo la conocí una vez

que fui a la esquina Homero Manzi, en Buenos

Aires, a ver un certamen llamado Hugo

del Carril. Ella lo ganó de punta a punta, no

hubo ninguna duda. Ella era letal, contundente.

Y ese día se dio la sorpresa de conocer

a Silvia Sab. Y el mundo artístico nos unió.

¿Cómo ves a Mar del Plata cultural y artísticamente?

Bastante bien por ser un país tan centralizado en

Buenos Aires. En Mar del Plata veo una enorme

movida. Músicos de calidad de los distintos

estilos, rock, jazz, folklore, tango, clásica. ¡Músicos

de gran talento y espacios a donde el público

va y se copa! No por casualidad el equipo

humano que creó CHAUVIN apuesta a este gran

emprendimiento.

CENTRAL




MOVIMIENTO URBANO

Dos años de

Sushi Point

Sushi Point abrió sus puertas el 20 de

marzo de 2020… casualmente, el mismo

día en el cual se decretó la cuarentena

estricta en nuestro país, debido a la

pandemia. El panorama no fue otro más

que la incertidumbre. Tres empleados

contratados y mercadería por usar…

“15 días de no saber si abrir o no… pero

decidimos comenzar, con mucha fuerza y

ganas.”

CENTRAL


El 20/03/2020, con su creador Cristian

Liparoti a la cabeza, en plena pandemia

Sushi Point abrió sus puertas en el

Centro Comercial del Puerto. “Desde el

minuto cero la propuesta fue diferente, con un

packaging exclusivo diseñado junto a los amigos

y compañeros de Grá!ca Tucumán, a medida

para nuestras piezas únicas, de generoso tamaño

y abundante materia prima para hacer de éste el

mejor sushi de la costa bonaerense.

Orgullosamente marplatenses, sabemos que el

valor agregado es fundamental y los clientes van

primero. Durante estos dos años, Sushi Point

ofreció y ofrece entrega a domicilio, desde el

Aeropuerto hasta Acantilados, desde la costa

hasta pasando 180, llegando a todos lados.

Vamos a toda Mar del Plata.”

Esta es una de las razones por las cuales la

marca ha conseguido posicionarse como

líder en tan poco tiempo. La comunidad en

Instagram actualmente ronda los 24 mil

seguidores, mientras que ya son 25 las

personas que activamente trabajan todos los

días, de 8 a 1, en el local. “En 2021, con

mucho esfuerzo, logramos construir una

cocina propia en el ex local de Güemes, para

luego llegar a la preciosa casa que tenemos

hoy en Castelli 3075. Allí hay servicio de

delivery, take away y un salón para consumo

en el lugar.”

Con sus más de 220 etiquetas de vinos

exclusivos, Sushi Point restó es una propuesta

única en la ciudad que, desde el inicio, no

para de ser un éxito. Cristian Liparoti y Carlos

Barroca lideran este equipo, basándose en el

trabajo conjunto y la solidaridad con el otro.

Su horizonte es claro: un 2022 de expansión,

que pronto nos encontrará con varias

sucursales de la marca por toda Mar del

Plata.

CENTRAL


MOVIMIENTO

/SUSHI POINT

“Consolidados, un clásico

de 'La Feliz', así es Sushi

Point. Siempre vamos por

más, ofreciendo una amplia

carta con variedad de platos

y destacadas

recomendaciones. Este año

también sumamos un stand

móvil para recorrer lugares,

encabezar eventos y

festivales, dando a conocer

nuestro sushi a distintos

públicos.”

Cristian Liparoti y Carlos Barroca

“Son muchas las marcas

que han decidido creer y

apostar por este proyecto,

como Chandon, Los

Helechos y Grido, para que

nuestros clientes disfruten

de promociones exclusivas.”

CENTRAL



MOVIMIENTO

/SUSHI POINT

“Somos un equipo. Somos

trabajo. Somos Mar del

Plata. Somos una familia.

Somos Sushi Point.”

“Cintia, Micaela, Facundo,

Magalí, Matías, Lara, Liz,

Leandro, Yamila, Matías,

Luciana, Rocío, Ro, Pricila,

Marcelino, Mariano,

Gustavo, Mariano, Carlos,

Cristian y muchos, muchos

más.”

@sushipointmdp

Castelli 3075, mdp

Abierto todos los días

223 5 605562 / 223 4 214999

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NOTA DE TAPA

COCÓ + SANTI

DESTINO:

LA OLA PERFECTA

Los Acantilados de Mar del Plata como escenario natural para

esta producción fotográ!ca con Cocó Cianciarulo y Santiago

Muñiz, junto a las pick ups de Ford. Un recorrido de olas,

sueños y metas de dos sur!stas amantes del mar.

PRODUCCIÓN: Pablo Casterán / FOTOS: Noelia Fernández

AGRADECIMIENTOS: Ford Argentina



COCÓ + SANTI


CENTRAL


Deslizarse con su tabla y su Ford Maverick lo

muestra como un ser de rápidos movimientos,

inquieto por lo que quiere sin dejar de lado sus

afectos, la familia que lo apoya y contiene.

Santiago Muñiz

—APASIONADO DEL SURF, LOS AUTOS

Y CON UN ESTILO PROPIO PARA VIVIR.

¿Cuándo surfeaste tus primeras olas en Mar

del Plata? A los 11 años aquí en Mar del Plata,

en la Playa Popular, donde mi padre surfeó sus

primeras olas a sus 15 años. Fue la primera

playa que conocí.

Nací en Mar del Plata y a los 3 meses nos fuimos

con toda la familia a vivir a Brasil. Ellos son lo

más argentino que conocí en mi vida. Mi mamá

embarazada vino a Mar del Plata para que

nosotros seamos argentinos y marplatenses de

nacimiento.

CENTRAL



/SANTIAGO

El sueño de mi papá era vivir en un lugar de

calor con sus hijos surfeando. Un hombre de

muchos valores. Mis padres se conocieron

viajando a Brasil y decidieron que ése era el

lugar para vivir: Bombinhas. Actualmente

surfeamos todos juntos con mi hermano Alejo,

Danilo, el más chico, y mi hermana, Bruna. Ese

sueño que mi padre tenía con sus hijos se

cumplió.

Cuando no surfeás ni entrenás, ¿qué haces?

Otra pasión que tengo desde muy chico son los

autos. ¡Me encantan! Saber de mecánica, cómo

están hechos y los arreglan. Googleo autos

nuevos, modelos que van a venir, eléctricos e

híbridos. Siempre me gustaron desde chico.

Recuerdo cuando mi papá manejaba y yo le

preguntaba: por qué pusiste segunda, el

embriague. Siempre me gustó saber y aprender

de autos. Tengo unos amigos en Brasil que son

mecánicos y cuando me arreglaban un auto me

gustaba saber cómo se cambiaba el !ltro,

aceite. Siempre me gustó.

¿Cómo viviste la Ford Maverick a pleno?

¡Cuando Ford anunció que volvían a fabricar la

clásica Maverick me fascinó! ¡Y su nombre! Una

de las mayores olas del mundo se llama

Maverick, en Estados Unidos.

La Maverick es una camioneta que llama mucho

la atención en varios sentidos. No solamente

por el diseño que tiene, muy llamativo. Tiene un

toque agresivo de pick up.

Cuando abrís el capot, lo que tiene abajo, su

motor 2.0 turbo. Para el deporte brinda mucho

y en la ciudad también. Tiene una caja grande

con casi 1.000 litros de capacidad. Es muy

completo y fuerte.

Ahora tengo la fortuna de manejarla como

embajador de Ford. Me gusta mucho la velocidad

también...

Conversando con mis padres nos acordábamos

de mi abuelo. Él era un apasionado de los autos.

Creo que agarré un poquito de esa pasión.

¿Cuál es el rol de un sponsor para un atleta

como vos? Otras empresas de diferentes rubros

también empezaron a interesarse por el surf.

Están las marcas propias del surf, como

mundialmente Quiksilver. Marcas hechas por

sur!stas.

Ahora muchas marcas fuera del surf se interesan

en los atletas. Es una señal muy buena que

el surf esté creciendo y teniendo el espacio que

se merece realmente. Que sea olímpico. Que no

lo vean solamente como si fuera un hobbie. Es

un trabajo profesional. Hay horas de trabajo,

dedicación y hay que cuidar muchas cosas.

A mí, personalmente, que Ford me convoque y

sea un embajador de ellos en el deporte, ya eso

me llena de orgullo y deja huella para las próximas

generaciones.

CENTRAL



LOS MOMENTOS

MÁS FELICES DE

MI VIDA Y DE

MIS AMIGOS LOS

VIVÍ DENTRO

DEL MAR.

LAS PRIMERAS

OLITAS DE NENI-

TOS QUE VEÍA

CON SUS PADRES

EMPUJÁNDOLOS,

Y SU PRIMERA

FELICIDAD

FRENTE AL

MAR...

EL MAR PARA MÍ

ES TODO, ME DA

LUZ, ME DA PAZ,

NATURALEZA,

FELICIDAD,

DIVERSIÓN Y

SIEMPRE ALEGRA

MIS DÍAS NUBLA-

DOS.

COCÓ CIANCIARULO

SANTIAGO MUÑÍZ


COCÓ + SANTI


Desde muy niña desafía la adrenalina. Cada día

intenta volar más alto en su vida. Skateboard,

Surf, Rock y con la energía familiar que es el núcleo

creador de su personalidad.

Cocó Cianciarulo

—ELLA AQUÍ EN UN "HEAT" MUY

PERSONAL.

¿Cómo es un día en tu vida? Me levanto temprano,

desayuno y a las 7 am tengo entrenamiento

de surf. Después vuelvo a mi casa,

almuerzo, y voy a entrenamiento físico. De ahí,

voy por el segundo entrenamiento de agua.

Después, vuelvo a casa, hago una merienda /

cena, charlo con mi novio, me quedo con mi

familia, toco la guitarra, a veces el piano y ya

descanso para el día siguiente. Otros días de la

semana tengo natación, ensayo con la banda

que tengo con mi papá y mis hermanos, que se

llama “LOST MARPLAS”, y también hago yoga.

¿Qué signi"cado tiene el mar para vos? Desde

que tenía 2 años, siempre veraneamos en

Chapadmalal, precisamente en Luna Roja, y a

los 5 años comencé a tomar clases de surf todos

los veranos. Siempre me gustó el mar desde

bien chiquita. Competía en Skate desde los 5

años, hacía el Circuito Nacional, competía con

los varones y con las chicas grandes. El Skateboarding

es mi primer amor, hasta que tuve un

accidente muy grave, donde me quebré la tibia

en diagonal, de la rodilla al tobillo. Fue volando

en un bowl, y por querer volar más alto, ocurrió

el accidente.

CENTRAL



/COCÓ

Estuve un año con yeso y el traumatólogo me

mandó a surfear, ya que era mi otra pasión,

para recuperar masa muscular. Y ahí empezó

todo. Me empezó a gustar muchísimo surfear y

estar en contacto con el mar. Sentí una

conexión muy linda hacia él y ahí decidí hacer

mi carrera como sur!sta. A los 12 años empecé

a competir en Surf, pero no descarto la posibilidad

de competir en Skate.

¿Qué otras cosas te apasionan fuera del surf,

skate y la música? No asimilo mi vida sin

música. Compongo y escribo algunas canciones

en mis ratos libres y me gusta mucho tocar la

guitarra y aprender nuevos covers que me

enseña mi papá. Y estamos por grabar un disco

con “Lost Marplas”. Yo toco el bajo y hacemos

música surf instrumental. Mi hermano Astor

toca la batería, mi papá la guitarra rítmica, mi

hermano Jay la guitarra principal y mi mamá se

encarga de la producción y de vender los

shows. Amo tocar con Lost Marplas. Es increíble

compartir el escenario con la familia.

¿Qué otros desafíos tenés para este año? Para

este año, tengo tres objetivos a corto plazo.

Éste es mi último año siendo junior. El primero:

ser campeona argentina junior por sexto año

consecutivo. El segundo: ser campeona Sudamericana

(objetivo logrado). El tercero: representar

a Argentina en el mundial Junior ISA, que

se celebra en El Salvador, y buscar el mejor

resultado posible. Así el año que viene me quedo

enfocada en los QS y los nacionales open.

¿Cómo manejás lo emocional en un momento

de competencia? Trato de estar relajada,

pienso en cosas positivas, veo el mar, me

conecto con él. Siempre antes de cada heat, le

hablo y le pido que me mande buenas olitas.



/COCÓ

DESTINOS

Una opinión sobre Santi Muñiz. Primero que

nada, un ser humano increíble, gran sur!sta,

con unos valores y una familia hermosa.

¿Qué sensaciones pasan por vos al representar

a la celeste y blanca? Me llena de orgullo llevar

la celeste y blanca por el mundo. Es una sensación

única que no se puede explicar, muy

emocionante.

Viajar y "surfear" en una

Ranger por rutas argentinas

¿qué destino elegirías

para recorrer el país?

—Me gustaría mucho hacer

un viaje a la patagonia porque

sé que hay muy buenas olas y

todavía no conozco. Ese sería

mi próximo destino, ideal

para ir en la Ford Ranger.

CENTRAL



Ford desembarcó

en Mar del Plata

Surf & Golf

En Mar del Plata se respira surf, para

quienes hoy recorren Playa Grande es

común ver una camioneta cargada con

tablas de surf o palos de golf. Lo que

pocas veces sucede es cruzarse con una

camioneta cargada con ambos equipos al

mismo tiempo.

E

n el verano 2020, la Asociación Argentina

de Golf y la Asociación de Surf

Argentina junto a Ford reunieron a los

atletas de alto rendimiento de ambos

deportes para intercambiar conocimientos,

técnicas y experiencias durante el 102° Abierto

del Sur de Argentina jugado en el Mar del Plata

Golf Club. La costa marplatense fue un escenario

único para los gol!stas junior de alto rendimiento

como Vicente Marzilio, Federico Shin, Ezequiel

Rodríguez Barri, Ricardo Matho, Tomás Maradei

y Franco Scorzato que se animaron a subirse a las

tablas junto a un an!trión de lujo, Jesús “Pochi”

Montenegro, quien se coronó campeón de la

categoría a!cionado.

Increíblemente, en el mismo momento, Cocó

Cianciarulo, hija de Flavio Cianciarulo (Sr. Flavio

para todo el mundo), bajista de Los Fabulosos

Cadillacs y embajador de Ford Argentina, se

consagraba bicampeona de la primera fecha del

circuito nacional, el “Quicksilver & Roxy Young

Guns” cerrando así una jornada histórica para

ambos deportes. Duke Kahanamoku, “padre del

surf moderno” y ganador de tres medallas de oro

en los Juegos Olímpicos de 1912 y 1920, reconocido

por la famosa foto que lo muestra surfeando

con un palo de golf en la mano, recibió homenaje

al ser reemplazado por una joven atleta que replicó

el reconocido retrato en su memoria (foto).

A través de distintas iniciativas, junto a la

Asociación Argentina de Surf, Quiksilver, Roxy y

Ala Moana cuyo dueño es Fernando Aguerre,

“padre del Surf Olímpico”, Ford promueve los

valores de ambos deportes y su estilo de vida

caracterizado por la perseverancia, la camadería

y el respeto al medio ambiente, contribuyendo

así al crecimiento del deporte tanto a nivel profesional

como a!cionado.

•Agradecimiento: Seba Chacón, SURFPRESS.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

DE OPINIÓN

GUILLERMO MONTENEGRO

Intendente de General Pueyrredon

—Un reconocimiento real

y merecido

Al cumplirse 40 años de la gesta de Malvinas, la emoción

nos atraviesa a todos los argentinos pero en particular a

aquellos que tenemos amigos que fueron y volvieron, y

también que fueron y no volvieron.

No es un año cualquiera, porque en palabras de ellos

mismos y de sus familias hoy están viviendo el real y

merecido reconocimiento por haber defendido con sus

vidas nuestra Patria.

Pre!ero no usar las palabras ex combatientes o veteranos

al momento de recordarlos porque para mí son los

Héroes de Malvinas y así se los explico a mis hijos, y

vamos a explicarle a las generaciones venideras, que

ellos que hoy caminan con nosotros son héroes y que

están ahí, no solo en los libros. Están al lado nuestro.

En esta página, al igual que en el acto que realizamos el

pasado 2 de abril en el cenota!o, nos encontramos con

miles de marplatenses que eligieron acompañarnos,

alrededor de este monumento que ahora iluminado,

permite recordar y homenajear a nuestros héroes.

Aunque no habrá palabras, monumentos, ni des!les que

lleguen a pagar esa deuda que tenemos con ellos, pero

cada gesto es un granito de arena para intentar llegar al

merecido reconocimiento.

Tengo muchos amigos que fueron a defender la Patria, y

que hoy están en mi ciudad y comparto conversaciones

que aún conmueven, y también el recuerdo de quienes

no regresaron. Y eso también nos hace sentir desde el

corazón esa dualidad: por un lado la Soberanía en

nuestras islas, la Paz y por otro lado, lo que nos hicieron

entender los Héroes, que es la falta de un debido reconocimiento.

Estamos a tiempo de hacerlo. Para los que están acá y

tienen la posibilidad y la alegría de vivirlo, y también con

mucha fortaleza, para quienes no volvieron y hoy no

están acá.

En ese sentido creo que el reconocimiento real que una

sociedad necesita hacer de sus Héroes es, no solamente

con lo que hacemos hoy, sino con lo que hacemos y

decimos todos los días: cómo le explicamos a los más

chicos, cómo compartimos estas vivencias con cada

uno de los integrantes de nuestras familias, sectores o

instituciones. Y sobre todo desde el corazón y el cariño

que cada uno de ellos tiene y debe seguir teniendo en

nosotros.

Por eso quiero agradecer a cada marplatense que es

parte de esta memoria viva, pero especial y profundamente,

a ellos “por no haber cesado en esa batalla y en

esa lucha, que fue posterior a la vuelta de las Islas y que

nos hicieron ver a toda una sociedad que recién hace

pocos años empezó a reconocer como se merecen a los

Héroes de Malvinas”.

Circunstancialmente soy el Intendente de esta ciudad y

tengo el honor de serlo en este 40ª aniversario, de poder

compartir esta fecha, y este año, con varios amigos y

poder decir que los voy a seguir acompañando desde el

lugar que me toque. No por ser el intendente, sino

porque ellos me hicieron entender la importancia que

tiene para cada uno de los marplatenses, pero mucho

más para cada uno de los argentinos. Gracias por no

cesar y seguir haciéndonos ver la importancia que tienen

no solamente las Islas, sino que todos nosotros sepamos

que vivimos cerca de los Héroes de Malvinas.

CENTRAL



De Opinión. A 40 años de la Guerra de Malvinas

seres queridos quienes también nos daban la fortaleza

para seguir adelante.

FERNANDO ÁLVAREZ

Presidente Centro de Ex Soldados Combatientes

en Malvinas de Mar del Plata

— 40 Años

Si bien el número 40 representa, como en muchos

festejos, conmemoraciones, eventos y demás, un número

redondo y atractivo, y no es más ni menos, para

nosotros, que un año más, recordando y homenajeando

a quienes consideramos nuestros verdaderos Héroes, los

que dieron su vida por la Patria.

Se acerca un nuevo 2 de Abril y el solo hecho de comenzar

los preparativos para otra conmemoración, empieza a

movilizarnos internamente, a"oran recuerdos, momentos

difíciles, emotivos, nuestros cuerpos se transforman y

tambaleamos en más de una oportunidad, pero nunca

dejando de mantener la mirada en lo que nos proponemos,

!rme la convicción y decisión de lo que nos pusimos

como objetivo y porque siempre lo hicimos así, desde

nuestros inicios, en los comienzos de la posguerra.

Malvinizar no es simplemente hablar de lo que vivimos

en la Guerra o hablar de por qué las Islas son nuestras,

también fue encarar “la otra batalla” lo que venía para

nosotros, el día después y contarlo, decir acá estamos y

queremos insertarnos en la sociedad y demostrar, entre

otras cosas, que no éramos los LOQUITOS DE LA GUERRA.

Y nuestras vidas comenzaron a construir caminos paralelos:

la conformación de una familia y la lucha por

organizarnos, cuidarnos, construir un camino que, más

allá de nuestros logros personales nos permitiera dar

pelea y reivindicar los valores, mantener la memoria viva

y honrar a nuestros Héroes, prioridades fundamentales

para no decaer y del otro lado no descuidar a nuestros

Y a esta lucha se sumaron los familiares de los caídos,

guías esenciales en nuestro camino Institucional y espiritual,

porque además nos enseñaron a mantener el dolor

oculto para que no entorpezca nuestras vidas, que ya

estaban marcadas, pero nos fuimos expandiendo, abriéndonos

camino, llevando nuestra bandera en alto y nuestra

palabra a través de las nuevas generaciones, quienes nos

permitieron avanzar, nos escucharon y nos acompañaron,

cada vez con más fuerza, hasta el mismísimo día de hoy.

El hoy, después de tanta lucha y dejando muchos compañeros

en el camino, nos muestra que a pesar de todos los

errores que pudimos haber cometido, por inexperiencia,

juventud y ansiedad, damos un ejemplo de superación,

que nos enorgullece y nos insta a seguir, siempre con la

premisa de rendir honores.

Tener en claro tres cosas fundamentales: BREGAR POR LA

PAZ, MANTENER VIVA LA IDEA MALVINIZADORA y HONRAR

PERMANENTEMENTE A NUESTROS CAÍDOS.

Hace 40 años gritábamos a viva voz nuestras palabras en

la calle, nuestros reclamos, entre nuestras familias,

amigos, familiares de caídos y algún que otro vecino. El

Estado totalmente ausente, las escuelas alejadas, organizaciones

que no creían en nosotros y aún los militares

siguiéndonos para que no contemos la verdad. Hoy,

llegando a los 60 años, y en lo personal, con el Orgullo de

representar a esta Institución, ver los cambios de mentalidad

de la gente, las escuelas pidiéndonos que por favor

les demos una charla educativa, el Estado acudiendo a

nuestros actos, las Instituciones pidiéndonos participar

en nuestros des!les. 40 años, las cosas cambiaron. ¿Para

bien? Puede ser, porque hoy, los Héroes tenemos un

reconocimiento y esto es así porque nunca abandonamos

y porque ELLOS hubieran hecho exactamente lo

mismo si nosotros no estuviéramos aquí.

Soy un veterano de la Guerra de Malvinas más que junto

a mis compañeros seguimos dando pelea, en la vida y

hasta el último de nuestros días, pero con la tranquilidad

de haber hecho lo que corresponde y para que las

nuevas generaciones continúen con nuestro propósito.

Un propósito simple y concreto… mantener la memoria

presente y que se riegue por todo nuestro país, y por qué

no, más allá de las fronteras.

CENTRAL



De Opinión. A 40 años de la Guerra de Malvinas

mejor formato para el status especí!co de las queridas

Islas, en el marco de las relaciones diplomáticas entre

Argentina y el Reino Unido. ¡Las Malvinas son argentinas!

MONS. GABRIEL MESTRE

Obispo de Mar del Plata

—Soberanía, memoria, paz.

A 40 años de Malvinas.

La palabra Malvinas es sugestiva, casi provocativa...

Suscita nostalgia, valentía, miedo, esperanza, rebeldía,

heroicidad, impotencia, vida, enojo, patriotismo, dolor,

fortaleza, muerte, compromiso...Son muchas las reacciones,

incluso contrapuestas, que se entrecruzan al evocar

el acontecimiento Malvinas. Me ha tocado ser testigo de

alguna discusión más o menos virulenta con respecto a

este tema tan delicado que toca las !bras más íntimas.

Como argentinos pensar en Malvinas toca nuestra sensibilidad

más profunda y, de alguna forma, nos hace

reaccionar. Estas reacciones se han ido entretejiendo a lo

largo de estos 40 años en medio de diferencias generacionales,

ideológicas y epocales.

Buscando sintetizar todo lo que Malvinas evoca en mi

corazón, me surgen tres ideas que comparto con ustedes

como mi reacción personal al conmemorar estos 40 años

de Malvinas. Los tres impulsos los sintetizo en tres

palabras: SOBERANÍA, MEMORIA, PAZ.

1) SOBERANÍA

Pasados estos 40 años, más que nunca como miembros

de esta querida Patria Argentina, debemos rea!rmar

nuestra SOBERANÍA sobre las Islas Malvinas. No soy

especialista en geopolítica ni en otras ciencias análogas.

Los argumentos geográ!cos, históricos y culturales, son

más que evidentes para rati!car que las Malvinas son

argentinas. En este marco de rati!cación de nuestra

SOBERANÍA, luego se podrá discutir y consensuar el

2) MEMORIA

Pasados estos 40 años, estamos naturalmente obligados

a hacer MEMORIA de las hermanas y hermanos que

entregaron su vida. En muchos casos en condiciones

infrahumanas y hasta desesperantes… La MEMORIA nos

obliga a valorar su compromiso y a buscar sincera y

efectivamente que hoy sean tenidos en cuenta sin chicanas

ni falsos descuidos. Al conmemorar los 30 años, el

entonces Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco,

insistía en las cicatrices que nuestros héroes de Malvinas

experimentan hoy en carne propia o sus familias.

¡Hagamos MEMORIA y recordemos convencidos la valentía

y el testimonio de los que entregaron su vida en Malvinas!

3) PAZ

Pasados estos 40 años, más que nunca tenemos que

rati!car el valor de la PAZ para solucionar cualquier tipo

de con"icto. Conmemoramos los 40 años de Malvinas en

el contexto de la guerra que están padeciendo nuestros

hermanos ucranianos. La opción bélica siempre es

oscura, siempre daña, siempre complica, nunca resuelve…

Es por eso que, una vez más debemos recordar las

invitaciones que constantemente nos hace el Papa

Francisco: ser artesanos de la PAZ, maestros en la cultura

del diálogo y el encuentro, constructores de la

amistad social. La PAZ es posible, la PAZ nace en el

corazón de cada persona.

Soy profundamente creyente, tengo fe en Dios. Desde la

fe imploro a nuestro Señor por el eterno descanso de los

que hay fallecido en combate: ¡Qué Dios los tenga en su

gloria! Pido por las familias que dejaron, para que en

medio del dolor puedan encontrar el consuelo que

otorga la fe. Oro también por todos los que estando en

combate o en zona de guerra, han sobrevivido pero han

experimentado las fuertes heridas interiores que dejan

siempre los con"ictos bélicos: ¡Qué Dios sane sus

corazones y que los acompañemos siempre desde todos

los ámbitos de la Patria!

CENTRAL


EDUCACIÓN

En camino

hacia el futuro

La propuesta educativa del

Colegio OAR San Agustín

Con corazón inquieto, el nivel secundario del

Colegio OAR San Agustín dirige su misión a

formar jóvenes capaces de enfrentar su

futuro en reconocidas casas de altos estudios

y postular a mejores empleos, con la claridad

que solo da la luz de la Fe y el testimonio del

Buen Ejemplo.

www.colegiosanagustinmdp.com

@sanagustinmdp

Durante esta etapa, resulta imprescindible desarrollar

capacidades de comunicación, resolución

de problemas, pensamiento crítico, compromiso

y responsabilidad.

La propuesta educativa de la secundaria orientada del

Colegio OAR San Agustín, ofrece a sus alumnos la posibilidad

de profundizar sus conocimientos en Ciencias Naturales,

Economía y Gestión de las Organizaciones y Artes

Visuales.

Complementan la currícula o!cial, los espacios de Tecnología,

Huerta, Matemática Recreativa, Lectura y Escritura

de textos académicos, Ajedrez, entre otros. A partir de

proyectos que incursionan en el área de la impresión 3D,

inteligencia arti!cial, robótica, programación, desarrollo

sustentable, sus alumnos reciben una educación de

vanguardia.

Considerando de gran importancia potenciar el per!l de

los egresados, desde este ciclo lectivo la Institución ha

tomado el compromiso de seguir creciendo junto a la

comunidad marplatense. A partir de la inversión en nuevos

recursos de robótica e impresoras 3D se completa el

equipamiento en tecnología adquirido en convenio con

Rasti S.A. De esta manera, los alumnos pueden emprender

carreras universitarias de avanzada, lo que les permitirá

acceder a mejores empleos.

Este proyecto revaloriza la misión que desde el año 2015

lleva adelante St. Augustine School of English dotando a

sus estudiantes de las herramientas necesarias para

desenvolverse en el área de la inteligencia arti!cial y la

programación a partir de la enseñanza de los idiomas

inglés, chino e italiano.

La propuesta educativa del Colegio OAR San Agustín, en

camino hacia el futuro.

CENTRAL


A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

TEXTOS: Martín Sala / EDICIÓN: Clara López Tonón / FOTOS: Christian Heit

GUSTAVO

SCHROEDER

—De la !esta de egresados al in!erno de la guerra

Con 18 años y casi sin instrucción militar tuvo que ir a Malvinas. En las

islas fue del optimismo a la angustia y del agotamiento al alivio. Vio la

heroicidad de sus compañeros y padeció las miserias de sus superiores.

También sufrió hambre y regresó desnutrido. Con los años se convirtió

en uno de los referentes del Centro de Ex Soldados Combatientes,

desde donde dio la lucha contra el olvido.

ESPECIAL

MALVINAS

40 . . .

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder

Amediados de 1981 Gustavo Schroeder

no tenía idea de lo que el

destino le deparaba. Ese año terminaba

el secundario y ya había

comenzado a preparar en el Instituto

IDRA las materias que debía rendir para

ingresar a la Facultad de Ciencias Económicas:

Matemática e Historia. Se había anticipado porque

sabía que a principios de marzo de 1982

entraría al Ejército y no iba a poder estudiar en el

último tramo del curso de ingreso.

Se incorporó al GADA 601 con 18 años y a poco

de estar allí le dieron cinco días para rendir los

dos exámenes. Cuando volvió al cuartel casi que

no tuvo tiempo para continuar la instrucción

militar porque estalló el con!icto bélico con

Gran Bretaña por las Islas Malvinas.

La mañana del 2 de abril los conscriptos fueron

despertados a una hora inusual: alrededor de las 5,

cuando siempre lo hacían a las 6. “Nos prendieron

las luces y nos sacaron rápido”, recuerda Schroeder

en diálogo con CENTRAL 40 años después. Y

también se acuerda con claridad la arenga que

hizo el o"cial: “Hoy es un día histórico, hemos

recuperado las Islas Malvinas y es muy probable

que tengamos que defenderlas. Así que mírense

bien las caras porque muchos de los que estamos

acá vamos a tener que ir a defender las islas, la

soberanía, y puede ser que alguno no vuelva”.

La proclama patriótica no alcanzó a convencer a

Schroeder y a sus compañeros de que tendrían

que ir a la guerra. La sensación generalizada era

que, a lo sumo, se repetiría lo sucedido en 1978 en

el con!icto con Chile por el canal de Beagle,

cuando la guerra estuvo a punto de estallar pero

la mediación llegó primero.

“Lo tomábamos todo con bastante optimismo.

Pensábamos que no iba a pasar nada. A lo sumo

una movida como la de Chile”, cuenta el ex

conscripto. “Nosotros en el cuartel no nos enterábamos

mucho lo que pasaba afuera y no sabíamos

qué iba a pasar. Éramos soldados nuevos: ni

un mes teníamos de incorporados.Y habíamos

hecho muy poquita instrucción. Pero fueron

pasando los días y la cosa empezó tomar otro

color”, recuerda.

Fue cuando los superiores llamaron a armar el rol

de combate. “El suyo es en el director de tiro:

apuntador óptico”, le dijeron. Era casi como si le

hablaran en otro idioma. Y cambiaba respecto a

lo que le habían dicho en la instrucción: que

sería estafeta.

FOTO ARCHIVO /

El grupo de conscriptos de Gustavo Schroeder

parten desde el Aeropuerto de Mar del Plata

hacia el sur.

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder

S

emana Santa de 1982 cayó jueves 8, viernes

9, sábado 10 y domingo 11 de abril. A

Schroeder le permitieron salir del GADA el

viernes y debía volver el domingo a la tarde. El

domingo al mediodía almorzó con su familia. Era

un día de despedida porque después comenzaban

a movilizar a los soldados. Lo único que no

estaba del todo claro era quiénes iban a cruzar a

las islas y quiénes no. Así que estaba con su padre,

su madre y su hermana cuando por televisión

vieron al presidente de facto, Leopoldo Fortunato

Galtieri, y escucharon la frase que quedaría

clavada como un puñal en la historia argentina: “Si

quieren venir que vengan, les presentaremos

batalla”.

“El 12 de abril a la mañana nos empezaron a

movilizar, a llevar al aeropuerto. Salimos de Mar

del Plata al Regimiento de Infantería VIII de

Comodoro Rivadavia. El material y las municiones

se cargaron en un barco que fue hasta Puerto

Deseado. Y cuando empezamos a recibir el

material nos empezaron a cruzar a la isla. A mí

me tocó con un grupo de 12 o 15 soldados. Nos

apartaron, nos subieron a un avión y nos llevaron

a Río Gallegos. Y de Río Gallegos, el 15 cruzamos

a la isla. Fuimos los primeros en llegar del grupo

nuestro. El resto salió en aviones Hércules desde

Comodoro”, detalla el ex combatiente.

“Llegamos y armamos carpitas para esperar a los

demás. El 16 todo el grupo de artillería de Mar del

Plata, el 601 y el 602, se juntó en el aeropuerto y

nos empezaron a desparramar en el terreno. El 17

de abril a mí me tocó ir a un lugar que se llamaba

Puerto Enriqueta”, relató.

Para el momento en que Schroeder estaba

situado en el campo de batalla había realizado

solo dos pruebas de tiro. Una en el regimiento de

Comodoro y la otra en el Tiro Federal de Mar del

Plata. A la escasa experiencia se sumaría más

tarde otro inconveniente: el fusil que le dieron no

andaba. “Tiraba un tiro y se trababa. Eran fusiles

tan viejos, tan desgastados que no estaban bien

regulados. La segunda bala tenías que cargarla

manualmente. No me pasó solo a mí, sino a

varios”, comenta.

El 1 de mayo los ingleses empezaron a atacar. Al

mediodía aparecieron en el horizonte tres fragatas.

Schroeder y el resto de los soldados las

veían acercarse, pero la artillería tenía un alcance

de 10 kilómetros, así que si disparaban no iban a

impactarlas. Los ingleses contaban con esa

información: se ubicaron a 17 kilómetros y comenzaron

a bombardear a discreción. Ellos sí

tenían armamento de largo alcance. La única

opción fue repelerlos con aviones.

Cuando eso ya había ocurrido, los soldados

argentinos oyeron un zumbido a sus espaldas.

Miraron hacia atrás y vieron a un avión a vuelo

rasante. Tenían la orden de dispararle a todo

aquello que se saliera del corredor aéreo y eso

estaba ocurriendo con ese avión. Así que empezaron

los cañonazos. La primera andanada no

hizo impacto; la segunda sí: el avión cayó en la

costa y explotó. “Parecía que Maradona había

hecho un gol. ‘Ingleses hijos de puta’”, les gritábamos.

“Cinco, diez minutos después, por mensaje de

radio dijeron que era un avión de propia tropa”,

cuenta Schroeder, que no estaba en los cañones

pero sufrió la pérdida con la misma angustia que

los demás. Y después de cuatro décadas no tiene

dudas: “Salvo el operativo de recuperación de las

islas, que era un plan armado hacía muchos años

y lo desempolvaron por necesidad política, todo

lo que vino después fue improvisación. Absoluta

improvisación”.

CENTRAL


FOTOGALERÍA / LÍNEA DE TIEMPO: MAR DEL PLATA ~ MALVINAS

PARTIDA AEROPUERTO MDP - LLEGADA A PTO. ARGENTINO - PREPARATIVOS COMBATE


A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder

Ala noche los barcos volvieron y los

combatientes argentinos tuvieron que

replegarse. “En un minuto llegué a contar

90 bombazos”, precisa Schroeder.

Eran días de mucha tensión para los soldados,

en los que eran frecuentes los rumores sobre

las negociaciones de paz. “Un día se había

corrido la voz de que se había llegado a una

propuesta de triple bandera, con Perú incluido.

Un soldado empezó a festejar y a tirar tiros al

aire. Otros pensaron que estaban atacando

comandos ingleses. Se armó una balacera con

nosotros en el medio”, recuerda.

A medida que fueron pasando las jornadas y

el alto el fuego no llegaba, la situación se fue

tornando traumática. “El tiempo es una variable

terrible en esos momentos, parece que

no pasa nunca”, dice.

El 25 de mayo hubo un cambio de posición y

a la batería de Schroeder le tocó ir al

aeropuerto. “Era el in"erno mismo”,

describe, sin exagerar. “Nos atacaban

de día los aviones y de noche los

barcos. En la semana había tres o

cuatro incursiones aéreas o alertas

y cuatro bombardeos navales nocturnos

y alerta de helicópteros

silenciosos todas las noches, con

temperaturas de 10, 15 grados bajo

cero y sin ropa para poder cambiarnos”.

En la mañana del 3 de junio sintieron una gran

explosión: a un kilómetro cayó un misil y mató

a cuatro de los soldados del grupo. Al otro día

los ingleses bombardearon la posición y, a

pesar de la alerta roja, había cuatro soldados,

entre ellos Schroeder, fuera de los pozos, por

negligencia del cabo. “Dos estaban haciendo

guardia, otro calentando el agua para el

desayuno del cabo y el otro calentando el

agua para el desayuno de los otros siete”,

menciona. Y sigue: “Nos arrojamos al suelo y

cuando pasó la andanada de bombas empezamos

a reptar para irnos al pozo. Pero un

compañero se quedó quieto: lo había alcanzado

una esquirla. No le tocó la espina dorsal de

casualidad. Hoy está bien, gracias a Dios”.

Schroeder recuerda la iluminación del campo

de batalla de esos días, por las bengalas y los

combates que tenían lugar en Monte Longdon

y Dos Hermanas. “El 13 de junio a la noche nos

dijeron que estábamos en estado de agonía.

Que si veíamos a un soldado inglés no le

teníamos que tirar y que si uno de ellos

nos veía a nosotros tampoco lo iba a

hacer. Y el 14 de junio al mediodía

nos avisan de la rendición. Eso fue

un alivio terrible”.



A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder

—SIN COMIDA Y MALTRATADOS

“Hasta el 1 de mayo venían dos veces por día y

nos servían un guiso, más una manzana y un

pedazo de pan. El desayuno era mate cocido con

un pedazo de pan las primeras dos semanas;

después ya no había pan, y eso que estábamos al

lado del pueblo. Pero cuando fuimos al aeropuerto

no llegaba casi nada”, comenta el ex combatiente.

“Nos habían dado unas raciones de emergencia,

que consistían en dos latas de carne en conserva,

turrones, una pastilla de alcohol para calentar la

lata de comida y algún chocolate. Eso lo recibía

el superior. A nosotros lo que nos llegaba eran las

dos latas y las pastillas de alcohol. El cabo se

quedaba con todos los chocolates y los turrones.

En la guerra se desatan las peores miserias del ser

humano”, lamenta.

En el aeropuerto estuvieron dos días sin probar

bocado. La primera vez que comieron después de

ese lapso fueron tripas de gaviota que habían

intercambiado por cigarrillos con unos infantes

que estaban más cerca de la costa. “Y otro día

comimos garbanzos hervidos en agua y sal. No

me olvido más: repartimos siete garbanzos para

cada uno. Estábamos muertos hambre”.

En la noche del 15 de junio tuvieron que ir

caminando desde el aeropuerto hasta el pueblo,

donde los iban a subir a los barcos ingleses. Caminaron

entre 10 y 12 kilómetros con 10 grados bajo

cero, lluvia, frío y hambre. Ya eran prisioneros

ingleses y como tales fueron alojados en un

galpón. “No nos daban nada, pero uno de los

nuestros descubrió que en un galpón de al lado

había comida. Era un depósito argentino, donde

conseguí una lata de dulce de batata y una

horma de queso”. Schroeder comió con desesperación,

pero no tenía agua. “Nos moríamos de la

sed”, recuerda.

Al otro día a la mañana, los ingleses juntaron a un

grupo de diez y los sacaron del galpón para hacer

fajina. Había una vereda y en el cordón, agua:

Schroeder y sus compañeros bebieron de allí.

Como perros.

Al día siguiente los subieron a un barco inglés

para emprender el regreso al continente. “Dos

ingleses me empezaron a mirar. Era para hacerme

controlar: cuando quedé con el torso desnudo se

me veían las costillas marcadas. Tenía la piel

pegada a los huesos, el estómago chiquito y las

piernas sin contextura muscular.”, enumera.

“A mí y a otros en similar condición nos llevaron

a una enfermería, donde nos traían para comer

tres veces por día: un vaso de leche, un plato con

huevos revueltos con queso y nada más. No

entendíamos por qué al resto le daban huevo

duro con tocino y más cosas”, cuenta el ex

combatiente, y admite que esa diferencia era por

su cuadro crítico: “Me hicieron un diagnóstico

visual de la desnutrición”.

Un día les permitieron darse un baño de agua

caliente. Hacía dos o tres meses que no sabía lo

que era eso. Les concedieron cinco minutos; él se

quedó diez y se lo reprocharon: “¡Ten minutes!”,

largó un inglés. A la salida pasaron por un lugar

en el que preparaban la comida y no lo dudó: se

guardó seis huevos duros en el bolsillo.

El 18 embarcaron y el 20 los bajaron en Puerto

Madryn, donde los subieron a unos micros. “El

conductor aceptó parar en una estación de

servicio. Nos regalaron dos docenas de facturas. Y

cuando llegamos a Trelew nos esperaban con

mate cocido y una montaña de sándwiches de

"ambre. Luego, un avión nos trajo a El Palomar”,

relata Schroeder.

Al llegar a Campo de Mayo, los llevaron a comer

al casino de subo"ciales de la Escuela Sargento

Cabral. Había empanadas pequeñas. Devoró tres

docenas y siete jarros de mate cocido. A la noche

lo tuvieron que internar.

“Al otro día nos volvíamos en tren para Mar del

Plata, así que el médico me dijo: ‘Cuidate porque,

si no, no te puedo dar el alta y no te podés volver

a tu casa’”. Lo hizo, pero las penurias se re!ejaron

en cada kilo perdido: fue a la guerra con 67;

volvió con 42 y “un cuadro de desnutrición muy

severo”. A la vuelta debió hacer “todo un proceso”

para recuperar peso y contextura. También

pasó dos años largando ollín: “Cada vez que tenía

!ema me salían los puntitos negros”.


FOTOGALERÍA / LÍNEA DE TIEMPO: MALVINAS ~ MAR DEL PLATA

PTO. ARGENTINO - PRISIONEROS EN EL BUQUE INGLÉS - REGRESO A MAR DEL PLATA


A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder

—“La vuelta fue tan complicada como

la experiencia en la isla”

Al regresar de las Islas Malvinas en tren a Mar del

Plata, cada soldado se fue a su casa. Gustavo

Schroeder estuvo tres o cuatro días tirado en la

cama. Su casa era un des"le de primos, tíos y

vecinos. “Parecía que era un velorio en vida”,

cuenta a CENTRAL.

A su entender, “la etapa de la vuelta fue tan

complicada como la experiencia propia en la

isla”. “Llegamos y nos dimos cuenta de que acá

se había vivido otra cosa. La gente creo que no

dimensionó lo que pasó allá. Pero no lo dimensionó

no porque no quiso verlo, sino porque los

medios de comunicación estaban totalmente

dirigidos por el gobierno militar”, agrega el ex

presidente del Centro de Ex Soldados Combatientes

y ex secretario de Economía y Hacienda

del municipio.

¿Cómo se sentían en esos momentos?

Muy marginados. Empezamos a juntarnos porque

había muchos compañeros con problemas.

Yo había decidido retomar la facultad. En un

momento, estando en la isla, había cambiado

totalmente de planes, pero a poco de estar acá y

empezar a tomar ritmo dije que iba a retomar la

facultad. En realidad me puse dos objetivos: para

recuperar el físico, el deporte: yo siempre entre-

né y jugué mucho al vóley. Y a !n de ese año

estaba el provincial juvenil. Era el último año que

podía jugarlo. Y para ocupar la cabeza, me

propuse no dejar para el año siguiente la facultad,

sino buscar alguna chance de empezar a

recuperar ese mismo año.

¿Y cómo te fue?

En la Facultad tuve buena recepción de las

cátedras y un amigo incondicional, Gustavo del

Potro, que me ayudó mucho. Arranqué en el

segundo cuatrimestre y llegué a rendir tres materias

en diciembre, de las sencillas, pero con todo

el cursado aprobado. Y ese año terminé saliendo

campeón provincial juvenil de vóley. Todo en

base al esfuerzo, pero era un privilegiado. A la

par de eso, con mis compañeros nos fuimos

dando cuenta de que había muchos que tenían

que ir a trabajar porque tenían que mantener a la

familia o para aportar en la casa y no tenían

ningún tipo de ayuda. Eso fue lo que provocó que

ya en el año 83 empezara a darse forma al Centro

de ex Soldados Combatientes.

¿Cómo eran esos encuentros?

En primer lugar, fue un centro sin participación

de las fuerzas armadas, porque acá en Mar del

Plata en general la relación con nuestros superiores

fue muy mala. Al principio se in!ltraban para

participar en las reuniones. Los primeros años

no fueron fáciles porque las fuerzas armadas que

habían sido gobierno todavía tenían poder.

Incluso tuvimos que mudarnos del lugar donde

nos reuníamos porque teníamos amenazas de

bomba. Para que te des una idea, en diciembre

FOTO ARCHIVO /

Fin del con"icto bélico. Llegada de los soldados

argentinos a Puerto Madryn.



A 40 años de la Guerra de Malvinas: Gustavo Schroeder

de 1986, cuando se inauguró el monumento, yo

era presidente y leí el documento en el acto.

Después de eso, el jefe de la inteligencia militar

me dijo que desde la superioridad le habían

reprochado los términos del discurso por su

tendencia izquierdista. Y me pidieron que fuera

al cuartel. Fui con mi viejo, entré y hablé con el

superior. No pasó nada, pero todo eso muestra

cómo era la situación.

¿Y cómo era la vida del ex combatiente?

Te discriminaban, te convenía decir que no

habías ido a la guerra. Trabajamos mucho por la

dignidad del veterano. Y creo que se revirtió con

la sociedad esa anomia que había al principio,

ese desinterés. Hay un reconocimiento generalizado

del sacri!cio que se hizo. La gente ya

también distingue que cuando nosotros hablamos

de la ‘Gesta de Malvinas’ estamos rescatando

la gesta de un grupo de argentinos al que le

tocó bailar y bailó. Porque en las islas era matar

o morir. Y en Mar del Plata nos sentimos especialmente

reconocidos. Es un mundo muy distinnto

al resto del país.

FINAL

Gustavo

Schroeder

¿Después de tanta lucha, qué

re"exión podés hacer a 40 años de

la guerra?

—Veo cómo está el país y cómo está

la dirigencia y me da miedo que se

replique la situación. No digo ahora,

sino que algún día tengamos un gobierno

que decida otra vez invadir

Malvinas o pelearse con los chilenos,

por ejemplo. Me da temor a veces el

rumbo en lo político. En el país y en la

región. Por eso una de las cosas que

nos proponemos en el Centro es

bregar por la paz. Mientras estemos

vamos a tratar de que no vuelva a

suceder una locura de estas.

La guerra no soluciona nada.


MOVIMIENTO URBANO

CLÁSICO

DE CARNES

La Cabrera Al Paso en la ciudad

La cocina argentina evoluciona. Mar del

Plata también y en este caso nos enriquece

la apertura de un clásico de carnes

argentinas que trasciende fronteras.

LA CABRERA AL PASO, de la mano de su

creador Gastón Riveira, ya está a pleno

aquí en la ciudad, en Alsina esquina San

Lorenzo. Conversamos con él, quien

pone su alma, pasión y experiencia.

La experiencia LA CABRERA nacida en el corazón

de Palermo Soho (Buenos Aires), ¿a

dónde se exportó? Ahora abrimos en Málaga.

También estamos en Colombia, Chile, Filipinas,

México, Paraguay, Perú, y próximamente, en

Miami.

Aquí en Argentina estamos en Capital Federal,

Palermo Soho, donde nació la marca. Pilar, San

Salvador de Jujuy, ahora aquí en Mar del Plata, y

próximamente en City Bell (La Plata).

¿Hoy la gente exige calidad y algo más? Lo que

queremos es reírnos, divertirnos, pasarla lo mejor

posible nosotros y con el público.

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—¿Por qué tomaste la decisión de instalar

LA CABRERA AL PASO en nuestra ciudad? Porque

Mar del Plata es una ciudad extraordinaria. Me

pareció que es un lugar en donde LA CABRERA

AL PASO tiene que estar.

¿Con qué se van a encontrar marplatenses y

turistas? Queremos que la gente viva la misma

experiencia que se disfruta tanto en Buenos Aires

como en cualquier otro lugar del planeta. Que

prueben las mejores carnes del mundo con el

mejor servicio del mundo. Disfruten de buenos

sabores y se diviertan... Ese es nuestro objetivo.

¿Cuál es la propuesta a nivel de carnes y especialidades?

Las especialidades son todas las

carnes. Y como estamos cerca del mar, decidimos

ofrecer unas ricas rabas, cornalitos, calamaretis

fritos. Otra opción será el pulpo a la parrilla.

La idea es complementar, pero con platos

bien del mar que identi!can a Mar del Plata.


A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

TEXTOS: Julia Sartora

HOMENAJE A

NUESTROS 13

HÉROES LOCA-

LES CAÍDOS EN

MALVINAS

ESPECIAL

40

MALVINAS . . .

CENTRAL


E

l mes de abril en nuestro país suele

caracterizarse por el asentamiento

del otoño, despedimos al calor para

dar paso a los colores amarronados y rojizos que

acaparan el follaje. Las calles se inundan de

hojas y comienzan a aparecer las bufandas y

guantes en los transeúntes. Sin embargo, hubo

un hecho central en nuestra historia nacional

que hizo que el cambio de temporada pasara a

un segundo plano cuando hablamos de abriles

en Argentina. Hace 40 años, un 2 de abril de 1982,

comenzaba la Guerra de Malvinas. Este mes

jamás sería igual.

general es conocida por todos: bajo el mando de

un gobierno militar de facto, con Leopoldo

Fortunato Galtieri a la cabeza, Argentina ocupa

puerto Stanley, dando inicio al con"icto armado

contra Inglaterra, lo que se conoce como Guerra

de Malvinas.

Fueron 2 meses y 12 días de enfrentamiento, del

2 de abril al 14 de junio de 1982. De nuestra

patria partieron miles hacia las Islas, cada uno

con sus convicciones y miedos, sus promesas y

deseos, pero todos con un horizonte común:

recuperar lo que nos pertenece y defenderlo.

Nombrar Malvinas es nombrar una de las

heridas más grandes y profundas de nuestro

país. Son muchas y muy distintas las emociones

que nos invaden al pensar en ello. La historia


Homenaje a nuestros 13 héroes locales caídos en Malvinas

Sin embargo, el dolor siempre se

hace presente. 40 años aún no son

su!cientes para sanar, tal vez se

necesiten otros cuarenta para que eso suceda. Y

aunque la herida se cierre, quedará una cicatriz

grabada para siempre en nuestra memoria

colectiva. Debe ser así, ya que es la memoria lo

único que puede salvarnos del olvido, para

aprender y no volver a cometer los mismos

errores del pasado.

En la Guerra de Malvinas perdimos a 649

argentinos, héroes que dieron sus vidas por

amor a la patria, muchos de ellos muy jóvenes.

Especí!camente en nuestra ciudad, son 13 los

marplatenses que hoy no están con nosotros de

forma física, pero sí en espíritu, pues ellos nos

inspiran día a día y es a ellos a quienes recordamos,

especialmente, cada abril.

¿Qué sentimientos brotan cuando pasamos por

la calle Córdoba y Diagonal Alberdi Sur? La llama

eterna que ocupa el centro del Monumento a los

Caídos en Malvinas es la misma que se mantiene

encendida en nuestros corazones al pensar en

estos héroes, símbolos de valentía y amor por

nuestra tierra.

Desde Revista CENTRAL, con motivo de este 40

aniversario del con"icto que nos marcó para

siempre, deseamos avivar la llama de la memoria

en cada uno de nuestros lectores. Es nuestra

responsabilidad y sincero deseo como marplatenses

y argentinos, el difundir las historias y la

labor de cada uno de nuestros héroes locales,

que no pueden hacerlo por ellos mismos.

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Félix Oscar Artuso

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

FÉLIX

OSCAR

ARTUSO

MLVN.40

liderando el ataque, la guarnición

argentina se rindió y sus miembros

fueron tomados como prisioneros de

guerra. Terminaron siendo custodiados

por infantes de marina reales.

Oriundo del barrio Villa Urquiza, en la Ciudad de Buenos Aires, Félix

Oscar Artuso era parte del cuadro de subo!ciales de la Armada

Argentina, había ingresado en 1962. Pero, en 1968, se trasladó junto a

su familia a Mar del Plata, ya que había sido elegido para realizar el Curso de

Capacitación en Submarinos en la Escuela de Submarinos de la Base Naval de la

ciudad.

Pasó por varios, hasta que en

1980 fue destinado al ARA

Santa Fe (S-21). Dos años

más tarde, al estallar la

guerra, este mismo sumergible tuvo

que partir con su tripulación hacia las

Georgias del Sur. Habían recibido la

orden de ir a apoyar a las fuerzas

argentinas en la zona, por lo que el 19

de abril de 1982, al inicio del viaje, Félix

se despidió de su esposa Alicia y de

sus hijos: Cristian, de entonces 8 años,

Karina, de 6, y Carolina, de 2.

En una entrevista, Cristian contó que

en la despedida su padre lo apartó y le

dijo: "Hijo, me voy a la guerra.

Tomá mi espada, sé que no voy a

volver". A pesar de la negativa del

niño, quien incluso arrojó las llaves del

auto por la ventana en un desesperado

intento por retenerlo, Félix partió a sus

36 años rumbo a Grytviken, con una

visión pesimista sobre su futuro.

Y es que el maquinista y subo"cial

primero del submarino ARA Santa Fe

(S-21) era "el a la Armada Argentina y

a su patria. Su honor no le permitió

desistir y estuvo dispuesto a entregar

todo por su país. Así fue que el 24 de

abril de 1982, Félix Oscar Artuso llegó a

Grytviken, Georgias del Sur.

Sin embargo, tras la Operación

Paraquat llevada adelante por el ejército

británico para invadir la isla San

Pedro, con el destructor HMS Antrim

En ese momento, Artuso y otros militares

argentinos recibieron órdenes de

acomodar el submarino, prohibiéndoles

tocar ciertas palancas para evitar su

hundimiento. Un o"cial de la marina

británica le especi"có a Félix que si no

se acercaba a las palancas de ventilación

“todo estaría bien”, mientras que

un guardia lo amenazó con dispararle

en la cabeza si es que intentaba algo.

La desdicha inició cuando el ARA

Santa Fe (S-21) era trasladado por la

costa de Caleta Vago. Comenzó a

perder !otabilidad. El capitán de

Corbeta Horacio Bicain, o"cial naval

argentino, alertó a Félix Artuso de la

situación y le ordenó ajustar los

sistemas de baja presión para reequilibrar

el submarino.

Tras los años de experiencia como

mecánico naval, Félix conocía muy

bien al viejo artefacto que en aquel

entonces ya venía prestando 40 años

de servicio, habiendo sido utilizado en

la Segunda Guerra Mundial. Solo le

restaba un año para jubilarse y ser

reemplazado por las nuevas adquisiciones

alemanas: el ARA Santa Cruz y

el ARA San Juan, que "nalmente protagonizaría

la tragedia de 2017.

CENTRAL



Héroes locales caídos en Malvinas: Félix Oscar Artuso

FOTO ARCHIVO /

Félix Artuso maquinista y subo!cial primero

del submarino ARA Santa Fe (S-21).

Submarino ARA Santa Fe (S-21).

Por esto mismo, el ARA Santa

Fe manejaba di"cultades

para la inmersión, que debía

ser con un tiempo reducido gracias a

graves fallas en las baterías. Además,

llevaba mucho peso: armamento,

víveres y torpedos. Su misión era

desembarcar a los refuerzos para el

personal que se encontraba en

Grytviken, y luego ocultarse en una

zona lejana a la espera de instrucciones.

Tenían la orden explícita de no

atacar a menos que se viesen obligados

a defenderse.

Y lamentablemente, así fue. Cuando se

propusieron esconderse, un helicóptero

Wessex inglés descargó dos bombas

cerca de la popa. A pesar de los intentos

por defenderse, otra nave aérea

inglesa apareció y se sumó al ataque.

Durante el bombardeo, el reloj Seiko

de Artuso, según narra su hijo Cristian,

“se golpeó y se detuvo para siempre”.

Aún hoy, la fecha y hora exactas

del impacto "guran en el viejo reloj: 25

de abril, 5:43 am.

Más tarde cayeron prisioneros y a Félix

se le ordenó nivelar el submarino, que

se inclinaba ligeramente a estribor,

producto del ataque inglés. No obstante,

el guardia que lo custodiaba malinterpretó

sus acciones y no dudó en

proporcionarle cinco disparos.

Cuando el caso llegó a la Comisión de

Investigación, el acusado de disparar

el arma se defendió alegando que

jamás había escuchado la orden para

el subo"cial y que, por lo tanto, concluyó

que se trataba de un sabotaje a la

nave. No se conoce públicamente el

nombre del custodio que jaló el gatillo

aquel día, fue resguardado por los altos

mandos británicos y el hecho fue

cali"cado como un “error trágico” para

la Royal Navy. El informe, fechado el 30

de abril de 1982, sostuvo que “no había

culpa o negligencia” atribuible a

ningún miembro de las fuerzas británicas.

Félix Artuso falleció instantáneamente.

Podría ser un pequeño consuelo pensar

que fue rápido, aunque el dolor de

quienes sienten su ausencia sea in"nito.

Tres días después, un grupo de militares

argentinos tocó a la puerta de la

casa de Vicenta, madre de Félix, para

dar la triste noticia. Cristian relató en

una entrevista para Infobae que toda

la familia se encontraba en la casa

cuando llegaron con el telegrama.

“Habíamos faltado a la escuela el

día anterior cuando nos enteramos

de que el submarino había sido

capturado y de que había un hombre

gravemente herido. No sabíamos

quién", resultaba imposible

deshacerse de los nervios y la tensión.

¿Y si era? No podía ser. Jamás pensamos

que las cosas sucederán, hasta

que pasan. Aferrados a una última

esperanza, a sabiendas de lo que le

había sucedido a Félix, la familia quiso

ir a recibir a los prisioneros que

llegaban desde Georgias del Sur, a un

mes de la fallida misión. "Recuerdo

los micros llegando y la alegría de

los familiares. Los compañeros de

mi papá empezaron a descender.

Yo miraba a cada uno y lo buscaba.

Esperaba que de ese micro también

bajara mi viejo. A mí ya me

CENTRAL



Héroes locales caídos en Malvinas: Félix Oscar Artuso

habían dicho que había

muerto pero quisimos ir.

Con mi madre y mis hermanas

abrazábamos una falsa

ilusión. Yo esperé a que bajaran

todos y subí. Fue desolador ver que

adentro de ese colectivo mi papá

no estaba”, recuerda Cristian.

Su funeral fue realizado bajo honores

militares, con presencia tanto de sus

compatriotas argentinos como de

combatientes del lado inglés. También,

se le dio su nombre a la bahía de la isla

San Pedro de las Georgias del Sur,

ubicada en la costa norte-central de la

isla, entre la bahía Stromness y la bahía

Grande.

Actualmente, Félix Oscar Artuso

descansa en el cementerio de la antigua

estación ballenera de Grytviken,

siendo el único combatiente argentino

de la guerra enterrado en las Georgias

del Sur. Esto mismo es lo que le ocasionó

especiales di"cultades a la familia

para poder visitar la tumba.

Increíblemente, fue recién en 2018

cuando sus hijos pudieron ir por

primera vez, no habiendo podido

hacerlo Alicia, su esposa, Vicenta, su

madre, y su hermana, Jose"na. La

espera fue demasiado larga, una

deuda de 36 años de demora.

FOTO ARCHIVO /

Los restos de Félix Artuso descansan en el

cementerio de Grytviken, Georgias del Sur.

El problema radical es que la isla San

Pedro no cuenta con aeródromo y, por

su ubicación lejana al territorio continental

argentino, resultaba aún más

difícil de concretar. Pudieron, por

primera vez, colocar una ofrenda !oral

para su padre en 2014, cuando un

grupo de canadienses se ofreció a

llevarla. Al regresar, les entregaron una

pequeña piedra del sepulcro de Félix a

cada uno de sus hijos. Ese pequeño

objeto es el primer contacto directo

que tuvieron con el lugar donde

descansa Artuso.

Finalmente, en 2018 el embajador

británico Mark Kent recibió la solicitud

de colaboración de Cristian, Karina y

Carolina. Sin dudarlo, él les dio autorización

para viajar y los asistió en todo

para que pudieran llegar a Grytviken.

"La humanidad no tiene bandera",

asegura Cristian.

La rápida respuesta y la predisposición

de Kent para ayudar a los hermanos

Artuso deja en evidencia que el único

camino correcto para saldar las

deudas es el entendimiento y la acción

conjunta, el dar una mano sin

importar la nacionalidad.

Por su parte, la Armada Argentina

declaró el día 28 de abril como Día del

Maquinista, en honor al Subo"cial

Primero Félix Oscar Artuso. No obstante,

esto se trató de un error, ya que

confundieron el día de su fallecimiento,

que en realidad sucedió el 26 de

abril.

Félix Artuso, esposo y padre, hermano e

hijo, con orgullo llevó hasta el "nal su

cargo como Subo"cial Primero Maquinista.

Un hombre que no titubeó a la

hora de partir en defensa de la patria,

"el a la Armada y a su código de honor.

Una desafortunada cadena de sucesos

originaron que hoy no esté sentado a

la mesa en las reuniones familiares de

los Artuso. De igual modo, su historia se

mantiene siempre presente en los

corazones de quienes lo conocieron.

En la Armada Naval Argentina seguirá

resonando el apellido Artuso. Ahora

vivirá también en nuestra memoria.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

JOSÉ LUIS

DEL HIERRO

MLVN.40

Con 19 años, José Luis ya había terminado sus estudios secundarios

en el Instituto Peralta Ramos y se disponía a estudiar ingeniería

aeronáutica en la ciudad de La Plata. Desde pequeño amaba los

aviones, y había decidido profesionalizarse en el área.

Era un apasionado, a los 15

le traían revistas de España

muy buenas y él las

coleccionaba. También tenía

una biblioteca sobre la Segunda

Guerra Mundial, increíble que después

haya terminado él en una

guerra”, nos relata con amargura Juan

José del Hierro, hermano de José Luis.

En 1980 lo llamaron para cumplir el

servicio militar obligatorio en el

Regimiento N°7 de la ciudad de La

Plata. Estuvo allí desde marzo de 1981

hasta noviembre, cuando fue dado de

baja. Ya había cumplido, ahora podría

dedicarse de lleno a sus estudios y

también a los preparativos del tan

esperado viaje que tenía programado

junto a su padre y sus dos hermanos

para ver el primer partido de la Selección

Argentina en el Mundial de España,

contra Bélgica. Pero estos planes no

pudieron concretarse. Con el estallido

de la guerra, José Luis fue reincorporado

al Regimiento el 9 de abril de 1982.

De encontrarse desayunando tranquilamente

en casa con su madre y sus

hermanos, en el lapso de una semana él

ya estaba en las islas, en un con!icto

armado contra Inglaterra.

Fue muy rápido, sus vidas dieron un

giro completo en cuestión de días. Juan

recuerda con claridad que su madre

no quería que José Luis vaya. “Estaban

los pasajes del viaje a España, le

insistió durante todo el camino

para que los cambiara. Mi hermano

decía ´tengo que ir, tengo que

ir´, pero no sabía que iba a Malvinas,

pensó que solo tenía que pre-

presentarse. Nunca se imaginó que

iba a pasar lo que pasó”. Ninguno de

los jóvenes soldados argentinos asignados

a la defensa del Cordón Plata lo

hizo. Ésta fue la más importante línea

defensiva del ejército, cubría el sector

noroeste de Puerto Argentino y abarcaba

las alturas de Monte Longdon y

Wireless Ridge. Ellos pensaban que en

cualquier momento llegarían refuerzos

y podrían irse, había que resistir y

esperar. Contra las heladas temperaturas,

contra las feroces ráfagas de viento,

contra el hambre, intentando domar al

miedo al aferrarse a ese fuerte deseo

de volver a casa.

Sin embargo, y a pesar de que eso fue

lo que les habían dicho desde el

principio, llegó el momento en el cual

notaron que nada ni nadie podía

entrar ni salir. ¿Qué sentimientos y pensamientos

invadieron a José Luis cuando

cayó en la cuenta de que no todo

sucedería como se lo prometieron sus

superiores? ¿Por qué en vez de estar en

la facultad estudiando se encontraba

en una guerra?

Por los compañeros que lograron volver,

Juan se enteró que su hermano

“estaba bajoneado”. Cree que por lo

racional que era, estaría plenamente

consciente de lo que pasaba y eso

hacía que todo le afectara más.

“Fueron dos clases distintas a Malvinas.

Por un lado, el militar que

hacía su carrera y estaba preparado

para ir a la guerra, quería ir y luego

recibir todas las medallas. Pero por

otro lado, el soldado no quería hacerlo,

a ellos los obligaban. Si bien

querían defender al país y lo hicieron,

cada uno tenía sus propios

proyectos y aspiraciones. No querían

ser militares”, asegura Juan José.

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Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro

FOTO ARCHIVO /

Año 1977, Colegio Peralta Ramos. (José Luis

del Hierro parado en el extremo derecho).

Año 1980, Servicio Militar Obligatorio.

(José Luis del Hierro con fusil en mano).

Por medio de excombatientes

que compartieron sus

días en Malvinas junto a

José Luis, conocemos algunas cosas

por las que tuvo que atravesar. “Cuentan

que él sabía por los ruidos

cuando un avión era argentino o

inglés. La tenía clarísima. Escuchaba

y ya te decía de qué bando era”,

comparte Juan. Pero también existen

ciertas historias que llaman a la ira,

como cuando en medio de un

bombardeo un superior le ordenó a

del Hierro ir arrastrándose cuerpo a

tierra a buscarle queso y dulce. Insólito,

pero esto también ocurrió en Malvinas.

Con amargura, Juan con"esa que lo

que más le pesó a su hermano no fue

el ir a la guerra, sino el volver al

Regimiento. “Había sufrido mucho.

Esto no se dice normalmente, pero

el verdadero problema que tenía

era volver con esta gente. Él padeció

el servicio militar y cuando

dejó de hacerlo, sintió que se había

liberado”. Y es que José Luis no tenía

vocación militar, lo suyo era otra cosa.

Además de su gran amor por los

aviones, José Luis del Hierro tenía

mucho talento artístico. Con nostalgia

y ternura, Juan recuerda que su hermano

era un excelente dibujante. Había

estudiado en la Escuela Municipal de

Arte y con tinta china solía dibujar a

personajes populares de la época: la

Pantera Rosa, Mafalda, la mona Chita

de Tarzán, entre otros.

“Tenía una mano brillante para las

manualidades. A mí me hizo cosas

muy buenas y lindas. Un día,

cuando tomé la comunión, él hizo

la estampita gigante, como de un

metro, para la entrada de casa”,

dice Juan. Como este, guarda montones

de recuerdos de su infancia con su

hermano mayor. Los juegos en el asiento

trasero del auto mientras viajaban

en familia a Corrientes o a Cataratas; la

pista de Scalextric que su papá les

había comprado en Paraguay y con la

que pasaron horas divirtiéndose; la vez

que José Luis no paraba de llorar mientras

se disculpaba por haber chocado

el auto de papá.

Juan describe a José Luis como un

“muy buen hermano, cariñoso,

grande. Nos llevábamos 8 años. A

mí me gustaban mucho los Rastis y

él me armaba las cosas. Estaba muy

encima mío, era muy compañero”.

Durante el tiempo en el que José Luis

estuvo en Malvinas su familia recibió

alrededor de 5 o 6 cartas. “En un

principio estaba optimista, decía

que esperaba poder volver para el

viaje que íbamos a hacer en junio

al Mundial de España, que era el 8.

Los compañeros lo cargaban diciéndole

que iba a perder el avión,

le decían: ´ya es 8 de junio, ¡dale

que se va el avión!´. Para "nes de

abril nos decía: ´espero que se

termine antes así llegamos al viaje,

lo que sí voy a llegar a Alicante

más !aco´. Ya después, en mayo,

no mencionó España. Nos contaba

que hacía mucho frío y que había

tenido que parar mientras escribía

la carta porque los habían bombardeado”,

relata Juan.

La situación en general se endureció

en el Cordón Plata cuando llegó mayo

y el fuego enemigo, tanto naval como

aéreo, se incrementó. El 9 de junio se

sumó al ataque la artillería de campaña

inglesa.

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Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro

La noche del 11 de junio

estalló el inminente combate.

Un cabo inglés pisó una mina a 600

metros de las "las argentinas, dando

inicio a una de las batallas más feroces

y terribles de toda la Guerra de Malvinas.

El Regimiento 3 de paracaidistas

británicos, apoyados por su fuerza

naval, con artillería y misiles Milan, se

lanzaron sobre el Regimiento argentino

de Infantería 7 en Monte Longdon.

La diferencia entre ambos bandos era

abrumadora, tanto en números como

en recursos.

El General Julian Thompson, ex o"cial

del Cuerpo de Marines Reales, narra en

su libro No Picnic que “la lucha duró

casi hasta el alba, alrededor de 12

horas de lo que alguien describiría

como ´peleas de callejón´, empeñada

desde muy corta distancia con granadas,

fusiles y bayonetas, además de

lanzacohetes, cañones, fuego naval, de

morteros y ametralladoras”.

El in"erno se hizo presente en la tierra

aquella fatídica noche. Como resultado,

el Regimiento N°7 de La Plata fue el

que sufrió más bajas en la guerra. Casi

200 heridos, 39 prisioneros y 36 caídos,

entre ellos José Luis del Hierro.

Lo último que se supo sobre él es que

durante ese tremendo ataque, junto

con otros dos compañeros de trinchera,

vieron venir una bomba y saltaron

para ponerse a salvo, pero la magnitud

de la onda expansiva fue demasiado

amplia. Durante cinco meses el cuerpo

de José Luis permaneció enterrado

bajo la nieve, en ese mismo lugar,

como si el tiempo se hubiese detenido.

Posteriormente, fue sepultado en el

cementerio de Darwin, Islas Malvinas.

FOTO ARCHIVO /

Carta de puño y letra de José Luis del Hierro

enviada desde las Malvinas.

Su familia tardó mucho en enterarse

de la verdad. “Cuando lo fuimos a

buscar al Regimiento no apareció y

al no volver se lo empezó a buscar.

Se formó una comisión de familiares

para personas que estaban

desaparecidas y todo. Llegó febrero

y no se sabía nada. Mi papá lo

fue a buscar y le dijeron que podía

estar muerto, en un hospital inglés

o en un hospital argentino, pero

que no sabían dónde estaba su

hijo. Entonces fue a París, donde

hay una o"cina de la Cruz Roja, y

le dijeron que tenía que ir a Ginebra,

que allí había información.

Ahí le dieron unos papeles que

decían que mi hermano había

muerto en combate y sus pertenencias

habían sido enviadas a la

Argentina. Las habían mandado en

diciembre al país y nunca nos

informaron a nosotros. Después,

un Jeep del ejército llegó a la casa

de mis padres, enojados preguntando

por qué mi papá había ido a

preguntar allá. Entonces tuvo que

viajar para algo que estaba todo

acá”, cuenta Juan, con la bronca y la

impotencia intactas.

José María del Hierro, ante el silencio y

la falta de respuesta, tuvo que ir hasta

Suiza para saber qué le había pasado a

su hijo. “La historia fue larga, es un

ciclo que no está cerrado porque

siempre ves al otro. Queda trunco,

un poquito es lo que no está”, dice

Juan. Le resulta inevitable pensar en

todo lo que su hermano no pudo vivir

al ver a los excombatientes que

lograron volver y seguir adelante con

sus vidas, aunque siempre con los

tormentosos recuerdos de la guerra

presentes en algún lugar. “Tenemos

que hacer hincapié en eso: no tiene

que haber. Eso es Malvinas, decir

nunca más. No discutimos que sean

argentinas, claro que lo son, pero

nunca más hay que intentar recuperarlas

de esta forma”.

Conocer los hechos y lo que padecieron

los soldados en el frente es necesario,

contar la historia hasta el hartazgo,

porque el ser humano tiende a olvidar.

Pareciera que a veces la humanidad

está condenada a repetirse, como bien

dice Juan: “Son cosas que pasan

hoy, como en Ucrania, que es tal

cual. Sea un ucraniano o un ruso el

que muere, la familia la está pasando

igual a como la pasamos nosotros.

Exactamente igual”.

A 40 años de la Guerra de Malvinas,

con todo lo que se ha reivindicado la

causa y el enorme trabajo llevado a

cabo por diferentes personas y entidades

que se involucraron, surge un

sentimiento extraño. Es como si se

tratase de un gris, porque pasó mucho

tiempo, pero a su vez tampoco es un

hecho tan lejano. “Es como si no

terminara. He ido a La Plata y me

es inevitable no recordar esa tarde,

no me gusta ir porque agarrás

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Héroes locales caídos en Malvinas: José Luis del Hierro

FOTO ARCHIVO /

Correspondencia de José Luis del Hierro,

desde Malvinas a su familia en la ciudad.

cualquier calle y no pareciera

que hayan pasado

40 años. Como que te persigue”,

re!exiona Juan.

También es cierto que ahora, siendo un

adulto, le es posible ver el con!icto

desde otra perspectiva: la de sus

propios padres. Hoy día, a sus 51 años,

Juan es mayor de lo que ellos eran

cuando sucedió lo de José Luis. “A mi

hermano y a mí nos cuesta ir a

buscar personas. Despedirnos nos

retrotrae a esa despedida en La

Plata y a esa ´no vuelta´. Te quedás

con ese miedo, el ´ir a buscar´ te

lleva 40 años para atrás. Uno convive

toda la vida con ese no regreso”.

Esta, como tantas otras, es la historia de

una familia común atravesada por la

guerra. El abrazo que no fue, el viaje al

Mundial que nunca sucedió, los paseos

por Playa Grande que José Luis no pudo

hacer, los pasteles de papa que tanto le

gustaban y no volvió a comer, las

juntadas con amigos en Parque Camet

que se perdió, los sobrinos a los que no

conoció, y así muchas cosas más.

“Más allá de los reconocimientos,

me gustaría que la ciudad recuerde

a mi hermano y a los demás con

respeto, sabiendo que estos chicos

dieron sus vidas. Se cagaron de frío

y de hambre por todos nosotros, y

estamos hoy en democracia también

por ellos”, asegura Juan José.

Además, hoy tiene una meta clara que

desea cumplir: donar la última carta

que la familia recibió de José Luis al

Museo Malvinas e Islas del Atlántico

Sur, y que sea el actual Presidente de la

Nación el que la entregue. Es que en el

último párrafo que llegó a escribir su

hermano, hay una deuda pendiente

que Juan quiere saldar. El texto dice:

7/06/1982. “Hay que seguir rezando y

pidiendo a la Virgen para que esto se

arregle en paz y se acabe ya. Cada vez

tenemos más ganas de volver cada

uno a su casa sea como sea, ganando

o perdiendo, pero volver y pronto”. “ …

deslindo responsabilidades en el loco

de nuestro presidente y su desvelo de

grandeza. Acá todos, pero todos, lo

agarraríamos del fundillo de los pantalones

y lo pondríamos como nosotros

55 días en estos pozos... Espero yo

llegar de esto, antes que la carta, así no

los preocupo más, pero es hora que

sepan lo que pensamos nosotros de

Malvinas”.

Un pedido claro, regresar. Como bien

explica Juan, “en la última carta se

despide. Así fue evolucionando esa

idea de que era algo corto, porque

Malvinas se inició supuestamente

para arreglar: invadimos y negociamos.

Al "nal eso no sucedió y, en

vez de irse, se quedaron por dignidad.

Pero el problema fue que los

que se quedaron fueron los soldados,

no los militares de rango alto.

Cuando Galtieri dio su famoso discurso

´si quieren venir que vengan,

les presentaremos batalla´, él

se quedó en su despacho en Buenos

Aires. Por eso, mi hermano le

dedica este último párrafo en su

última carta. Que venga él acá, es

fácil hablar desde afuera”.

Por esto mismo, la familia del Hierro

busca que sea el Presidente en ejercicio

y electo en democracia el que, en

un acto simbólico, lea la carta escrita a

puño y letra por José Luis y la entregue

al museo. Sería para Juan el tener la

paz de saber que pudo hacer llegar lo

que su hermano pensaba. Y es por eso

que también desea traerlo de regreso a

Argentina, trasladar sus restos para que

descansen en la ciudad en la que

nació y creció.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Jorge Nicolás Politis

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

JORGE

NICOLÁS

POLITIS

MLVN.40

Hombre de los mares, lujanense de corazón y vecino de Mar del

Plata. Jorge Politis tenía 55 años y pertenecía a la Marina Mercante.

Meses antes de la guerra, había regresado de Europa para hacer

todos los trámites y papeles para retirarse, dejaría de embarcarse para disfrutar

más tiempo con su familia y hacer otras cosas a las que antes no se podía dedicar.

Estaba a punto de comenzar una nueva vida.

S

in embargo, todos sus planes

fueron descartados de

inmediato cuando comenzó

el con!icto. El 3 de abril

de 1982, a tan solo un día de haber

ocupado las islas, Jorge no dudó en

llamar a ELMA (Empresa Líneas Marítimas

Argentinas) para ofrecerse como

voluntario para ir a Malvinas. Incluso

insistió en que estaba dispuesto a

realizar cualquier tipo de tarea o ejecutar

cualquier orden, aunque fuese

ajena a sus actividades típicas como

marino mercante.

No era la primera vez que accionaba

así. Ya en 1978, cuando Argentina

estaba bajo tensas relaciones con

Chile, Politis se había manifestado de la

misma forma a través de una carta. Era

un argentino amante de su país que

saltaría a defenderlo en cualquier

situación sin siquiera pensarlo. No le

interesaban las recompensas ni bene-

"cios, todo era por honor y patriotismo.

En esa misma llamada telefónica para

enlistarse, dejó en claro que no aceptaría

ningún tipo de pensión o ayuda

económica.

Unos días después, le comunicaron

que saldría por la mañana en un avión

hacia las islas y que tendría el cargo de

Segundo O"cial Piloto de Ultramar en

el ARA Isla de los Estados (B-8). El

buque había sido utilizado para transportar

elementos de apoyo logístico

que el Ejército argentino requirió para

la Operación Rosario, arribando a

Malvinas el mismo 2 de abril de 1982.

Ahora, se desempeñaría como nave

mercante al servicio de la Armada

Argentina, para llevar y traer cosas

desde los distintos puntos del archipiélago.

Con el paso de los días, el Isla de los

Estados comenzó a llevar a cabo

diferentes tareas de lo más riesgosas.

Además de proveer a las bases argentinas

con municiones y combustible

para aviones, también se dedicaron a

maniobras de alije y a colocar minas.

El buque signi"có un gran soporte

para Argentina en la guerra, al llevar a

cabo todas estas prácticas de apoyo.

Junto con Jorge, a bordo se encontraban

otros 23 hombres más. De entre

ellos, 15 también eran marinos mercantes

que se habían ofrecido como

voluntarios. El personal del ARA Isla de

los Estados jugó su rol en la guerra con

orgullo y honestidad.

Tristemente, cuando el barco se encontraba

en el estrecho de San Carlos,

cerca de Isla Cisne, fue descubierto por

las fuerzas británicas. Era la noche del

10 de mayo de 1982, alrededor de las

22 horas. De un momento a otro, el

pánico.

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Héroes locales caídos en Malvinas: Jorge Nicolás Politis

FOTO ARCHIVO /

La embarcación ARA Isla de los Estados se utilizó de

apoyo logístico en las islas.

El fuego enemigo se dirigió

directamente al Isla de los

Estados, descargaron 15

rondas de sus cañones de 114 mm,

ocasionando numerosos incendios en

la embarcación y haciendo que la

misma se escorara a estribor. La

arremetida fue perpetrada por la

fragata HMS Alacrity, que estaba en la

zona para establecer si nuestro ejército

había minado la entrada norte del

estrecho o no.

La situación se volvió insostenible

cuando los tanques de combustible

explotaron, a pocos minutos del inicio

del ataque, hundiéndose el ARA Isla de

los Estados (B-8) en menos de 10

minutos. Desesperados, algunos miembros

de la tripulación alcanzaron a

saltar al mar, mientras que otros quedaron

a bordo.

Resultó imposible siquiera defenderse,

todo sucedió en el lapso de alrededor

de 20 minutos y, al tratarse de una nave

de la Marina Mercante, no disponían

de armamento para responder a la

agresión de los poderosos cañones

ingleses. El barco estaba totalmente

desprotegido y a su suerte, con la gran

mayoría de su tripulación sin formación

militar, pero con la convicción

intacta.

El capitán de la fragata enemiga, el

Comandante Christopher Craig, ignoró

el antiguo código marino y no ordenó

ayudar a ninguno de los argentinos

que estaban en el mar. Dieron máxima

potencia a sus motores y se alejaron

del lugar.

La de esa noche fue la más grande

pérdida de vidas por parte de marinos

civiles. Solo hubo dos sobrevivientes

de los 24 tripulantes, el Capitán de

Corbeta Alois Payarola y el marinero

español Alfonso Alfredo López. Ambos

pudieron llegar nadando a la costa

más cercana, a pesar del frío helado

del agua. Jorge, con sus 55 años, es el

argentino de mayor edad en fallecer

en la Guerra de Malvinas.

Su sobrino, Gustavo Politis, en una nota

para Página 12 describió a su tío como

“raro”. Siempre le gustó viajar, ir de

aquí para allá, un hombre entusiasta y

de espíritu libre que no guardaba

simpatía ni con"anza por los militares

argentinos, y sin embargo había decidido

ir voluntariamente a cumplir sus

órdenes en un barco sin escolta ni

armamento defensivo en mitad de un

con!icto bélico contra una potencia

europea.

Jorge Politis no se permitió no hacer

nada cuando nuestro país entró en

guerra, más allá de quién estuviera en

el poder, de los riesgos que correría y

de las falencias en el modo de trabajar

del ARA Isla de los Estados. Como esos

héroes de novelas clásicas, entregó

todo al son de un grito que se escuchará

por siempre: ¡Viva la Patria!

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Márquez

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

MARCELO

GUSTAVO

MÁRQUEZ

MLVN.40

Piloto marplatense, quienes lo conocieron lo describen como una

persona de bien que desperdigaba generosidad y humildad. Era

brillante en sus estudios, destacándose como O!cial de Comando

Naval, la "ota de mar quería tenerlo como o!cial de operaciones y eso casi signi!-

có un impedimento para su ingreso a la Escuela de Aviación Naval.

Marcelo Gustavo Márquez

fue parte de los actores

de una de las más

grandes hazañas llevadas

a cabo por las fuerzas argentinas

durante la Guerra de Malvinas. Pertenecía

a la 3ra Escuadrilla Aeronaval de

Caza y Ataque, que ha sido elogiada

incluso a nivel internacional por

diferentes expertos gracias a la valentía

y el destacable desempeño de

todos los que la conformaban.

Todo se remonta al 21 de mayo de

1982, cuando a una de las secciones

reforzadas de la Escuadrilla se le asig-

nó la misión de atacar las unidades

británicas que estuviesen estacionadas

en el estrecho de San Carlos. El

entonces Teniente de Fragata Marcelo

Gustavo Márquez formaba parte de la

segunda división, por lo cual se dispuso

para la acción, junto a sus compañeros

en el aire.

Hicieron foco en la fragata británica

H.M.S. Ardent, perteneciente al grupo

de escoltas de la fuerza de desembarco

en la bahía San Carlos. Los tres

aviones argentinos, con destreza y

siguiendo la doctrina de ataque

aeronaval, pilotearon por los cielos

para mantener los 90m requeridos

para activar las bombas Mk 82 Snakeye

que lanzaron sobre la embarcación e

impactaron de popa a proa. Todo esto

en medio de una incesante respuesta

antiaérea por parte del buque atacado

y de otra nave que le brindaba apoyo.

Lograron que el Ardent escorara, y su

capitán se propuso evacuar al personal,

donde ya se contabilizaban 22

fallecidos. Al día siguiente se hundió.

No obstante, cuando se alejaron de la

zona de lanzamiento, Marcelo les

habló a sus colegas por radio y dio un

mensaje alarmante: “¡Bandidos a las 7,

son dos y vienen!”. Indefectiblemente,

los Sea Harrier de la Royal Navy se

dirigían hacia ellos con velocidad. Los

tres aviones argentinos, de color blanco,

volaban sobre el agua gris oscura

del Estrecho San Carlos, eran perfectamete

visibles. Intentaron llegar a las

Islas para protegerse, pero no lo

lograron.

Los misiles ingleses los alcanzaron. El

avión de Marcelo explotó, cayendo

con él en el océano. Márquez es el

único piloto marplatense caído en

Malvinas, a quien post mortem se lo

ascendió a Teniente de Navío.

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Héroes locales caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Márquez

FOTO ARCHIVO /

Aviones en formación, Tercera Escuadrilla

Aeronaval de Caza y Ataque.

Mayo de 1982. Los pilotos de la Tercera Escuadrilla

Aeronaval de Caza y Ataque.

El aviso que Marcelo dio a

sus compañeros hizo posible

que ellos dos lograran

sobrevivir al eyectarse a tiempo de sus

aviones, consiguiendo llegar a la costa.

En esta batalla aérea quedó en evidencia

el enorme potencial y talento de

los aviadores argentinos, que con poca

experiencia real en el campo militar y

con graves fallas técnicas en sus unidades,

lograron eliminar una fragata

inglesa mientras eran atacados desde

el aire.

La 3ra Escuadrilla Aeronaval de Caza y

Ataque utilizaba aviones cazabombarderos

Douglas A-4Q “Skyhawk”. Éstos

estaban en uso desde su adquisición

en los 70´s, con base en Bahía Blanca.

Sus 12 años de servicio repercutían en

el funcionamiento de los mismos, que

di"cultaban el trabajo de los pilotos y

los ubicaban en gran desventaja.

La capacidad operativa de los mismos

estaba muy reducida: el sistema de

navegación sobre el mar no era con"able,

no contaban con alerta de radar

para saber si habían sido detectados

por fuerzas enemigas o no, los impulsores

de los asientos eyectables estaban

vencidos, muchos largueros de alas

estaban "surados, sus cañones de

20mm fallaban constantemente, y

como estos muchos problemas más

que atentaban contra la seguridad de

los pilotos, más allá del ejército inglés.

Por esto mismo, además del sentimiento

de bronca y frustración al conocer

las condiciones en las cuales combatían

los aviadores, también es inevitable

sentir admiración por ellos y por

todo el esfuerzo que les implicó la

guerra. La 3ra Escuadrilla realizó su

último ataque el 12 de junio, cumpliendo

un total de 39 salidas de combate.

Su desempeño en la Guerra de Malvinas

sigue asombrando a quien escuche

su historia. El General de la

Aviación francesa Pierre Clostermann,

responsable de derribar 33 aviones

alemanes durante la Segunda Guerra

Mundial, escribió una carta en la que

plasmó su respeto por el coraje y

empeño de los aviadores de combate

argentinos durante el desarrollo de la

batalla aeronaval por las Islas Malvinas.

“¡Ay de este mundo! que solo cree en

aquellas causas en las que sus protagonistas

se hacen matar por ellas.”

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Rolando Máximo Pacholczuk

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

ROLANDO

MÁXIMO

PACHOLCZUK

MLVN.40

De esos chicos a quienes uno le nota la bondad enseguida. Alegre,

divertido y cariñoso. Rolando, de 19 años, estudiaba a la vez que

trabajaba en una zapatería. Era un apasionado de la música, aunque a

veces la vida le había presentado di!cultades, él siempre podía afrontarlas con

una buena canción. Mercedes Sosa, Charly García y el grupo Vivencia eran algunos

de sus favoritos. Con sus amigos disfrutaba tocar la guitarra y cantar “Solo le pido

a Dios”, de León Gieco.

Y

a había cumplido con su

servicio militar, las armas,

los rangos y los uniformes

eran cosa del pasado, ahora

se centraría en trabajar y continuar

con sus estudios. En un futuro, ¿se

habría dedicado a la música? La duda

quedará por siempre, porque a Rolando,

como a otros tantos, lo perdimos en

la Guerra de Malvinas.

Podría haber hecho un certi"cado que

alegara algún impedimento para

presentarse, de hecho se lo ofrecieron,

pero él se negó. Rolando Pacholczuk

era muy respetuoso y derecho, iría con

la frente en alto a responder el llamado,

junto con todos los demás chicos

que también habían sido convocados.

Sergio, su hermano, aún recuerda con

claridad el último "n de semana que

pasaron juntos. Fue el verano anterior

al inicio de la guerra, estuvieron horas

pescando en la playa y a la noche

hicieron una fogata para asar y comer

los pescados, fruto del trabajo de todo

el día. A la mañana siguiente, caminaron

por el campo desde Ruta 11 hasta

Ruta 2, charlando sobre cosas de la

vida. Momentos como este son conservados

en un lugar especial en la

memoria, son valiosos y también dolorosos,

pues signi"can esa nostálgica y

triste “última vez”.

A Rolando lo enviaron a Monte

Longdon. A pesar de todo lo que

estaba viviendo se mantuvo “lleno de

vida”, cuenta el ex combatiente Hugo

Robert en una nota para Página 12.

Eran compañeros de trinchera y se

hicieron muy amigos. Por él sabemos

que Rolando solía ponerse a charlar

junto a una piedra que los protegía y

que cuando algo le causaba gracia se

reía “con ese vozarrón que le salía

franco”.

Hugo no tenía formación militar, en su

servicio se desempeñó en el área

administrativa y había llegado a Malvinas

por error. Una vez allí, cuenta que

los soldados tenían que dividirse en

grupos y armar sus trincheras, él quedó

solo. En semejante situación, su inexperiencia

resultaba una carga para

quien fuese su compañero, ¿qué podía

hacer? En ese momento vio que alguien

lo llamaba, un chico de su edad

que estaba con otro soldado. Era

Rolando.

Los excombatientes siempre resaltan

que fue la hermandad y solidaridad

entre los soldados, todos jóvenes de

edades parecidas, lo que les permitió

seguir adelante en esos durísimos

meses en las Islas. Rolando es claro

ejemplo de ello, quien no pudo no

involucrarse cuando Hugo más lo

necesitaba. Fue él quien le enseñó

todo: cómo armar un refugio, cómo

disparar, el conocimiento básico para

sobrevivir en las pésimas condiciones

en las que se encontraban.

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Héroes locales caídos en Malvinas: Rolando Máximo Pacholczuk

FOTO ARCHIVO /

Rolando Pacholczuk durante el Servicio

Militar Obligatorio.

Hugo cuenta que Rolando

“nunca aceptó que iba a

pasar hambre” y que un

día no aguantó más y dijo: “yo me voy

a Puerto Argentino a buscar comida”.

Con todos los riesgos que aquello

implicaba, salió de la trinchera con

destino al depósito de provisiones. Un

poco corriendo, otro caminando,

también agachado y cuerpo a tierra,

así durante casi 9 kilómetros. Mientras,

sus compañeros que lo esperaban no

podían evitar sentirse ansiosos, a los

militares de carrera no les temblaba el

pulso a la hora de ejercer castigos

físicos hacia los soldados que abandonaban

sus puestos. Pero el hambre no

da tregua, no se banca.

Rolando consiguió llegar y, con rapidez,

comenzó a tomar lo que tuviese al

alcance: cigarrillos y latas de mermelada.

Éstas eran muy pesadas y tenía un

largo camino de regreso a Monte

Longdon, por lo que decidió abrirlas y

guardar el dulce en los bolsillos de su

gabardina. Cuando "nalmente llegó a

su trinchera, notó que la mermelada se

había llenado de arena durante el

trayecto. No les importó, era eso o nada.

Estuvieron una semana alimentándose

de dulce con arena.

Excombatientes que actualmente pertenecen

al CECIM (Centro de Excombatientes

Islas Malvinas) han denunciado

ante la justicia que durante el

con!icto hubo torturas físicas y psicológicas,

estaqueamientos, maltratos y

privación de alimentos por parte de

los militares de rango hacia los soldados

conscriptos que estaban en Monte

Longdon. Incluso se llegó a la muerte

por congelamiento, caso del infante de

marina Héctor Miguel Rolla.

Pero lo peor estaba por suceder, entre

la noche del 11 y la madrugada del 12

de junio de 1982. Monte Longdon fue

un lugar estratégico por ser un punto

clave en torno a la guarnición argentina

de Puerto Argentino / Stanley. Esta

se trató de la más importante batalla

de toda la Guerra de Malvinas, gracias

a lo feroz y cruenta que fue, llegando

incluso al combate cuerpo a cuerpo

con bayonetas, poco usual en la guerra

moderna.

Del lado argentino, en su mayoría eran

todos soldados con tan solo un año de

formación en el servicio militar, jóvenes

de no más de 20 años, malnutridos

y con frío, sin las armas adecuadas

para defenderse. Tenían fusiles FN FAL

automáticos, que supuestamente

daban más potencia de fuego, pero la

realidad es que en general presentaban

severas fallas que los dejaban

obsoletos, como al de Rolando. Su fusil

no disparaba y sus superiores jamás le

dieron otra arma.

Ante el incesante bombardeo de los

ingleses, el ejército argentino ya no

pudo contenerlo y comenzó su retirada

hacia Puerto Argentino / Stanley.

Bajo ataque, como pudieron, empezaron

a replegarse en esa dirección.

Estallidos en medio de la oscuridad de

la noche, luces de bengalas, gritos y

confusión.

Mientras corrían, una bomba cayó

cerca del grupo de Rolando y ellos

intentaron mantener el equilibrio lo

mejor posible para seguir avanzando.

Tenían que salir de allí. Robert recuerda:

“en los últimos metros éramos 3

los que veníamos: Héctor Correia,

Rolando y yo. Estaba oscuro, era

de noche, y no veíamos dónde estaba

el puesto". Tuvieron una discusión

sobre el camino que debían tomar y se

separaron: Héctor y Rolando por un

lado, y Hugo por otro.

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Soldados marplatenses caídos en Malvinas: Rolando Máximo Pacholczuk

Finalmente, Robert consiguió

llegar pero no había

señales de sus compañeros.

Asegura que "a Rolando lo hirieron

en el último repliegue, cuando

faltaba poco para llegar al puesto

comando, que era el punto en el

que debíamos encontrarnos”.

Dice haber reconocido a un grupo de

compañeros de regimiento que traían

a cuestas a un soldado muy herido,

que resultó ser Rolando. Lo habían

encontrado en mal estado de camino

al puesto, y decidieron traerlo con

ellos. No se permitieron dejarlo a su

suerte en ese in"erno.

Entre dos, pusieron a Rolando en una

camilla y, tanto Hugo como Héctor

(que ya había conseguido llegar), se

acercaron desesperadamente a su

encuentro. Rápidamente lo llevaron

hacia el camión que transportaba a los

heridos al buque hospital Comandante

Irizar, que salía para Buenos Aires.

Fue la última vez que vieron a su querido

amigo.

FOTO ARCHIVO /

Rolando Pacholczuk con su guitarra.

Ya a bordo, el soldado y enfermero

Javier Corvalán fue quien se encargó

de acompañar y ayudar a Rolando.

Intentó no moverse de su lado y hacer

todo lo posible para calmar sus

dolores, animándolo para que resistiera,

a pesar de las heridas mortales que

le había producido una bomba.

Estuvo a su lado, dándole la mano y

conversando. Recuerda que Rolando

decía: “Qué cagada. No voy a poder

jugar al fútbol. No siento las

piernas”. El 16 de junio de 1982,

Rolando Máximo Pacholczuk, de 19

años, falleció estando aún en aguas de

Malvinas.

Javier alcanzó a escuchar sus últimas

palabras, ya casi como un susurro.

Hablaba de un hermano o una hermana

y de todos los proyectos que tenían,

el enfermero no llegó a comprender

claramente. Decidió tomar la campera

de Rolando, que le había colocado en

las piernas para protegerlo del frío, y

guardarla consigo, esperando algún

día poder entregársela a su familia.

Para Javier, como para tantos otros, la

posguerra fue difícil. Los recuerdos

eran muy dolorosos, por lo cual recién

en 2004 fue que comenzó a poder

hablar de ello. Ahí es que pudo

también hablar de Rolando, aquel

soldado al que acompañó en sus

últimos momentos.

Luego de 30 años, a través de un Centro

de Veteranos de Guerra y gracias a la

ayuda de Hugo Robert, pudo contactar

a Sergio, el hermano del cual Rolando

hablaba. En un más que emotivo

momento, en el año 2012 le hizo entrega

de la campera. El último recuerdo

físico del joven Pacholczuk.

Por las condiciones en las cuales se

dio su deceso, Rolando es el único

argentino fallecido en la guerra que

está sepultado en el país, especí"camente

en Mar del Plata, su ciudad.

“Solo le pido a Dios que la guerra no

me sea indiferente, es un monstruo

grande y pisa fuerte toda la pobre

inocencia de la gente”, recita el estribillo

de la canción que a Rolando tanto

le gustaba tocar.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Ricardo Mario Gurrieri

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

RICARDO

MARIO

GURRIERI

FOTO ARCHIVO /

MLVN.40

Ricardo Gurrieri y una de sus pasiones:

el skate.

Mar del Plata tiene una enorme comunidad en lo que re!ere al skate.

No es extraño pasar por el Bristol Skatepark y ver siempre una gran

cantidad de jóvenes y niños patinando. Es seguro que a Ricardo

Gurrieri le habría gustado contemplar esa escena.

Naval de Mar del Plata partió junto a

sus compañeros a bordo del buque de

carga Córdoba con destino a Puerto

Deseado. Luego, el 12 de abril, el grupo

se desplazó por la costa hasta Comodoro

Rivadavia.

N

ació en Junín, pero casi

toda su vida la vivió acá.

Ricardo era sur"sta y un

excelente skateboarder,

de hecho fue uno de los pioneros del

movimiento local, a "nes de los 70 e

inicios de los 80. Solía pasar horas en el

Skatepark Mar del Plata, ubicado en Av.

Independencia al 2200, y en el Skatepark

Oasis, en Av. Independencia y

Larrea.

Era carismático, conocido y querido

por todos sus colegas en el deporte. Su

impecable técnica, combinada con el

estilo atrevido y osado que tenía al

patinar, lo llevaron a subirse al podio

en varias oportunidades, en competencias

como el Gran Premio Apertura y

en el Skatepark Mar del Plata en 1979.

Pero las corridas de olas, las rampas y

la patineta quedaron en suspenso ante

la llegada de un telegrama, el 8 de

marzo de 1982. Ricardo debía presentarse

en el servicio de conscripción,

incorporándose en el Grupo De Artillería

Antiaéreo (GADA) 601, para posteriormente

formar parte del Cuerpo de

Batería Antiaérea 601.

En un principio se emocionó con la

idea. Le dijeron que cumpliría su

servicio en el sur del país y él, fanático

de los deportes, pensó que tal vez

podría aprender a esquiar. De la Base

Se suponía que de allí irían a Río Gallegos

y se quedarían tres días, pues eso

no sucedió y solo cambiaron de avión

para partir, "nalmente, hacia las Islas

Malvinas.

Allí se desempeñó como auxiliar del

Director de Tiro de la Segunda Sección,

parte de la Batería B. Se encontraba

en isla Soledad, especí"camente en

el Teatro de Operación, en la ladera de

una montaña con ráfagas de viento de

140 km/h, a tres kilómetros de Puerto

Argentino / Stanley y a 800 metros del

aeropuerto.

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Héroes locales caídos en Malvinas: Ricardo Mario Gurrieri

FOTO ARCHIVO /

Ricardo Gurrieri en Baile de Egresados

de su colegio.

Ricardo Gurrieri durante el Servicio Militar

Obligatorio.

En las primeras cartas que

envió a sus padres decía

sentirse orgulloso y feliz de

estar luchando por la patria, su querida

Argentina. Aunque también detalló

algunas de las di"cultades del día a

día con las que tenía que lidiar: falta

de agua potable, el frío y viento

helados, la carencia de alimento y de

suministros básicos. En una de ellas,

que data del 19 de abril de 1982, Ricardo

escribió: “tomaron a un grupo de

nosotros y sin desayunar ni nada

nos llevaron al aeropuerto a esperar

el avión que traía nuestras

cosas. Menos mal que me llevaron

allí, porque pude afanar un montón

de comida. Galletitas, bolsas de

caramelos, chocolates, latas de

Coca, pan, remedios, etc. Te pongo

'afanar' porque acá tenés que

hacer así, porque de todas las

donaciones que se hacen, no nos

dan nada”. Cuenta que los días en

las trincheras eran a puro mate, puesto

que muchas veces no había otra cosa y

necesitaban algo que los mantuviera

calientes.

A Ricardo lo perdimos, casi como si se

tratase de una broma de mal gusto,

mientras volvía de buscar una ración

de comida, en la zona de pista del

aeropuerto. Fue el 25 de mayo de 1982,

Día de la Revolución de Mayo, a las

12:45 hs.

Durante toda esa mañana hubo constantes

bombardeos aéreos y una alerta

roja generalizada para todas las

fuerzas argentinas en el lugar. Inglaterra

lanzó bombas de racimo y también

de retardo, que demoran un cierto

tiempo en estallar.

Ya para las 12:30 hs el ataque se había

detenido, por lo que el Jefe de Batería

les ordenó a todos que salieran de sus

puestos para ir a buscar sus raciones,

recién entregadas por la Cocina de

Campaña. Ricardo les ofreció a sus

camaradas de trinchera ir él a traer la

comida. “Dejame a mí, que yo los conozco

y puedo conseguir más”, le dijo

al soldado Isuribehere, que estaba a

punto de marcharse.

En un instante, mientras volvía, se

escuchó una explosión cercana al

Director de Tiro. Había detonado una

bomba de retardo que ya llevaba unas

horas en el lugar, ésta ocasionó el

fallecimiento de Ricardo, quien fue

alcanzado por una esquirla (de piedra)

que lo golpeó en la cabeza. Se

desplomó en el piso, con sus jóvenes

19 años, para no volver a levantarse

jamás.

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Héroes locales caídos en Malvinas: Ricardo Mario Gurrieri

Fue la primera baja de su

unidad. Los compañeros

que estuvieron con él durante

la guerra aún recuerdan claramente

ese momento, como el ex soldado

Miguel Ressia: “Guillermo Duverni y

yo le dimos sepultura al cuerpo de

Ricardo. Eso fue algo que jamás

olvidaré. Después, cada uno de los

allí presentes tiramos un puñado

de tierra. Una vez cubierto, se

procedió a colocarle una cruz y

!ores. Era como querer embellecer

aquel lugar donde yace una

gran persona, que a pesar de lo

sucedido quedó para siempre en

nuestro ser y en el de todos los que

lo conocieron”.

La de los Gurrieri es una historia

familiar atravesada por la guerra. José,

padre de Ricardo, era italiano y excombatiente

de la Segunda Guerra Mundial.

Vivió 4 largos años como prisionero

de guerra bajo control británico.

Soportó todo tipo de torturas y maltratos,

cinco simulacros de fusilamiento

incluídos.

Una vez que el con!icto terminó,

migró a la Argentina esperando

rearmar su vida y estar en paz para no

volver a pasar por semejante sufrimiento.

Quién hubiese imaginado que el

destino llevaría a su hijo a participar

FOTO ARCHIVO /

El casco perteneciente a Ricardo Mario

Gurrieri.

de una guerra, para "nalmente perecer

ante el mismo enemigo que tanto le

había hecho sudar sangre.

José dejó documentada su historia

familiar en un libro que publicó en

1986 llamado “Del África a las Malvinas:

1928 - 1986”. Además, fue uno de

los principales impulsores de la

creación del Monumento a los Caídos

en Malvinas en la ciudad de Mar del

Plata. Un trabajador incansable por la

memoria.

En 2006 ocurrió un hecho casi milagroso.

Verónica Sheehan, Licenciada en

Historia Militar, viajó a las Islas en

febrero para conocer personalmente

el lugar en el cual se había llevado a

cabo la guerra. Mientras caminaba por

el vasto terreno y contemplaba los

innumerables pozos, hubo uno en

particular que le llamó la atención. Fue

una sensación inexplicable la que la

hizo detenerse en ese punto en

particular, y allí mismo se puso a cavar,

casi sin pensarlo, pero tenía el pálpito

de que debía hacerlo.

Al cabo de un rato, sus manos sacaron

un casco de la tierra. Éste pertenecía a

un argentino que había combatido en

el con!icto, y desde hacía 24 años estaba

en el mismo lugar. Sin dudarlo,

Verónica lo llevó consigo y lo lavó. Del

lado interno llegó a leer el nombre de

su dueño, grabado a cuchillo: Ricardo

M. Gurrieri.

Una vez en Buenos Aires, en abril del

mismo año, investigó sobre Ricardo

para, "nalmente, hacer entrega del

casco a su familia.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Diego Martín Bellinzona

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

DIEGO

MARTÍN

BELLINZONANA

MLVN.40

FOTO ARCHIVO /

Unidad de Diego Bellinzona saliendo

del aeropuerto de Mar del Plata.

Había terminado la escuela

secundaria en el Instituto

Peralta Ramos y vivía

en la zona céntrica de la ciudad con

sus padres, Carlos y Marta, y sus hermanos,

Esteban y Santiago. Diego era

un chico muy amoroso y unido a su

familia. Disfrutaban de compartir tiempo

juntos y la calidez siempre se hacía

sentir en la casa de los Bellinzona.

Más el destino los forzó a

separarse cuando Diego,

a sus 20 años y como

soldado conscripto, recibió

el llamado para ir a la Guerra de

Malvinas. Integró la Batería Comando

del Grupo de Artillería de Defensa

Antiaérea (GADA) 601 con la misión

de defender la capital, puesto que

estaban estratégicamente ubicados

sobre la costa este de Puerto Argentino

/ Stanley.

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Héroes locales caídos en Malvinas: Diego Martín Bellinzona

FOTO ARCHIVO /

La Batería Comando del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea (GADA 601),

abriendo fuego contra la infantería británica.

Esta zona se caracteriza por

su clima oceánico subpolar

y, como el resto de la Isla,

mantiene temperaturas bajas durante

todo el año. Además, resulta preciso

mencionar las intensas ráfagas de

viento del oeste que ocasionaban el

levantamiento de polvo que muchas

veces signi"caba una obstrucción de

visión para los combatientes.

Allí, su trabajo consistía en operar y

reparar el radar, que debía funcionar

durante las 24 hs del día todos los días.

Era un modelo MARK lV Canadiens

que se encontraba dentro del Shelter,

un container. Todo blanco registrado

debían de informarlo a la Central de

Información de Combate (CIC), y prepararse

para luchar.

Diego fue uno de los grandes soldados

del GADA 601 que unieron fuerzas con

el Grupo de Artillería Aerotransportado

4 y la Batería de Artillería del BIM 5

en contra del Batallón de Guardias

Escoceses, uno de los ejércitos ingleses

de antaño.

Por el valor que Puerto Argentino

implicaba para nuestras tropas, el

riesgo de un ataque inglés era una

realidad indiscutible. Recibieron incontables

bombardeos y atentados,

perdiéndose muchas vidas en nuestras

"las.

El excombatiente Oscar Adolfo Orazi,

quien ostentaba el cargo de Cabo

Principal Electrónico Radarista de la

Armada, recuerda haber tenido una

signi"cativa conversación con Diego

un día después de que un misil acabara

con las vidas de algunos compañeros.

Le compartió una re!exión sobre

lo inesperado de la vida y cómo, de

haber estado compartiendo una cena

hacía apenas unas horas, ahora jamás

volvería a ver a sus amigos. “Vio Cabo.

Ayer les tocó a ellos, un día de estos

nos va a tocar a nosotros”, le dijo

el joven Bellinzona con desánimo. Una

semana después falleció.

El 13 de junio de 1982, un día antes del

"n de la guerra, fue golpeado por una

esquirla a la altura de la cintura, producto

de un bombardeo naval. Corría

hacia su refugio, pero desgraciadamente

no logró llegar a tiempo.

En la foto familiar de los Bellinzona, de

aquí en más, siempre faltaría su hijo

mayor. En el barrio era igualmente muy

querido, sus amigos lo describen como

una excelente persona con mucha

humanidad y empatía por el prójimo.

Esa amabilidad y simpatía que Diego

dio a sus afectos, hará que en sus

corazones se mantenga vivo por siempre,

como ahora también permanecerá

su historia.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: René Pascual Blanco

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

RENÉ

PASCUAL

BLANCO

MLVN.40

Había nacido en Córdoba pero vivió la mayor parte de su vida en Mar

del Plata. René era muy unido a su familia, habiendo podido disfrutar

de una infancia llena de felicidad y cuidados.

pudo rearmar su historia para llegar a

conocerlo de una manera más profunda.

“Fui teniendo la idea de volver a

Malvinas y de no olvidarnos de lo

que realmente es, recordando siempre

a los que quedaron y a los que

volvieron, que al principio no tuvieron

su real reconocimiento”, dice.

E

n su juventud conoció a

quien sería su esposa, el

amor de su vida. Compartieron

sueños, proyectos y

maravillosos momentos. Juntos tuvieron

dos hijos: Marcelo y Andrea.

Siendo los niños aún pequeños, la

pareja se encontraba en plena labor de

crianza, viviendo la bella experiencia

de acompañar a los hijos en los primeros

pasos de la vida.

Sin embargo, René se alejó de ellos

cuando debió ir a las Islas Malvinas.

Desde muy pequeño tuvo un gran

sentimiento de patriotismo. Amaba a

su tierra y estaba orgulloso de ser

argentino. Cuando terminó sus estudios

en la Escuela Nº33, supo que

quería responder a ese sentimiento,

por lo que posteriormente comenzó a

formarse como militar.

El esfuerzo físico que aquello implicaba

no le resultaba un inconveniente,

pues era amante del deporte y siempre

estaba en movimiento. Practicó

desde salto de valla hasta paracaidismo.

También, acorde a su argentinidad,

le gustaba el fútbol y era un conocido

árbitro de la ciudad. Incluso llegó a

dirigir importantes partidos.

Durante la cuarentena del 2020,

Andrea Blanco, su hija, compartió un

video en redes sociales hablando de

su padre. Fue en motivo de un nuevo

aniversario de la guerra. Ella tenía

apenas 2 años de edad cuando lo vio

por última vez, y fue de a poco que

Es gracias a las historias que su abuela,

su madre y todo el entorno familiar

solían contarle que hoy ella puede

saber quién fue su papá. “Creo que la

mejor manera para poder reivindicarlos

es conociéndolos”, opina

Andrea sin titubear. Sale a la luz nuevamente

lo fundamental de hablar, y

también estar dispuesto a escuchar,

sobre estos relatos de vidas de vecinos

de Mar del Plata, porque también nos

involucran.

Andrea resalta también a los que

fueron compañeros de su padre, hoy

excombatientes que llevan adelante

in"nidad de proyectos y actividades

para mantener vivas las memorias de

sus hermanos en Malvinas. “Creo que

un país que no conoce a sus héroes

difícilmente los puede valorar”,

concluye.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Oscar Daniel Diarte

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

OSCAR

DANIEL

DIARTE

FOTO ARCHIVO /

Dalis Cejas de Diarte con la cédula de

su hijo, Oscar Daniel Diarte.

MLVN.40

Vivía en la ciudad de Mar del Plata con su familia, aunque era oriundo

de Chaco. Recibió su nombre por su padre, Oscar René Diarte, una

herencia familiar.

Había cumplido con su

servicio militar obligatorio

un año antes del

con!icto, pero posteriormente

lo reincorporaron para formar

parte del GADA 601 como soldado.

Nacido un 31 de mayo, Oscar pasó su

cumpleaños número 20 en las Islas,

junto a sus compañeros.

Tristemente, no fue uno de los argentinos

que logró volver a casa cuando la

guerra terminó. Sus restos descansan

hoy en el Cementerio de Darwin, Islas

Malvinas.

Sin embargo, un pedacito de Oscar

logró volver con su madre, Dalis Noemí

Cejas, en 2019.

Todo se remonta a una visita que hizo

el excombatiente Osvaldo Hillar al

Imperial War Museum de Londres en

2009. Allí, notó que una de las piezas en

exposición correspondía a una cédula

identi"catoria militar de un soldado

argentino de la Guerra de Malvinas.

Estaba un poco alejada, en un muestrario

contra la pared, por lo cual era

difícil leer el nombre de su dueño.

Lo que sí pudo ver fue el 8, correspondiente

al número de identi"cación.

Tras unos momentos pensando en lo

que estaba enfrente suyo, se prometió a

sí mismo que la conseguiría. A pesar

de que estaba prohibido tomar fotografías,

el veterano sacó su cámara y

captó la cédula.

Una vez de regreso en Argentina, Osvaldo

buscó ayuda para mejorar la

calidad de la imagen y poder así leer el

nombre del soldado. Lo logró, decía

Oscar Daniel Diarte. Ahí se paralizó, lo

invadieron la duda y el miedo al

pensar si podría devolvérsela en persona,

sin saber cómo había llegado al

Museo, o si tal vez su dueño no estaba

con vida. Por ello, guardó la foto en su

cofre de recuerdos de Malvinas y

esperó para actuar.

Tiempo después, buscó a Oscar en

internet y descubrió que se trataba de

un héroe caído en combate. De allí en

más, a través del diálogo, comenzó a

llevar a cabo una gran investigación

para poder devolver aquel documento

a su familia.

Fue "nalmente con la ayuda del embajador

británico Mark Kent y del excombatiente

Julio Aro que la cédula pudo

llegar a sus manos, para luego hacer

entrega de la misma a Dalis, mamá de

Oscar, en una emotiva ceremonia. De"-

nitivamente, involucrarse y trabajar en

conjunto hace que las cosas sucedan.

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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Jorge Alberto Llamas

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

JORGE

ALBERTO

LLAMAS

acompañaron para que nunca le

faltara amor.

MLVN.40

Durante el cálido enero de 1962 en Balcarce, en plena temporada de

verano, nació el día 30 un niño llamado Jorge Alberto Llamas. Por ese

entonces, la actual ciudad era más bien un pueblo que tenía como

actividad principal la siembra de papas. Un lugar tranquilo y agradable para crecer.

A

llí dio sus primeros pasos

en el mundo, en compañía

de su hermana menor

Stella Maris, con quien

tenía una diferencia de dos años y

siete meses de edad. Tuvieron numerosas

tardes de juegos y alegría, seguramente

también alguna que otra pelea

de niños, como todos los hermanos.

Unos años más tarde, cuando Jorge

aún era pequeño, sus padres decidieron

que la familia se mudaría a Mar del

Plata. Ellos eran Julia González, su

mamá, y Ambrosio Llamas, su papá,

quien lamentablemente falleció cuando

su hijo tenía apenas 7 años.

Jorge hizo la primaria en la Escuela

Nº58, ubicada en Santiago del Estero

entre Alvarado y Avellaneda. Era buen

estudiante, sacaba cali"caciones altas

y solía ser elogiado por su buena

memoria para retener lo que le

enseñaban. Pero a pesar de ello, prefería

no dedicarle mucho tiempo al

estudio, le atraían más otras cosas.

Le gustaban los deportes, en especial

la natación, había tomado clases y lo

disfrutaba bastante. Luego de hacer

actividad física y despertar el hambre,

nada mejor que comer sus platos

favoritos, en su caso eran la pizza y las

milanesas.

En su tiempo libre solía ir con sus

amigos a la costa, era el punto elegido

para reunirse y divertirse juntos. A

pesar de no tener a su papá, Jorge

demostraba una actitud alegre hacia la

vida, era un chico positivo que se

complacía con las mismas cosas que

todos los otros jóvenes de su edad.

Julia y todo su entorno familiar lo

La música también formó parte de su

vida. Era fanático de Tom Jones, El

Tigre de Gales. Tarareaba sus canciones

y las escuchaba con regularidad.

Comenzó la secundaria en el Colegio

Industrial, pero no pudo terminarlo.

Realizó el servicio militar obligatorio

en el GADA 601 durante 1981, luego lo

reincorporaron para que se desempeñara

como soldado en la Guerra de

Malvinas.

Por fuera de lo que había podido

aprender en la conscripción, sus

únicas experiencias eran como camarero

de un café y chofer de taxi, pero a

pesar de ello decía sentirse ansiosamente

feliz e ilusionado por participar

de un acontecimiento de tal magnitud

para nuestra historia nacional.

Inocentemente, desconociendo los

horrores de la guerra, Jorge quería

involucrarse en el con!icto y luchar

por su país. Su grupo estaba ubicado

en una zona cercana al Cerro Sapper

Hill, donde no se registraban combates,

por lo que en múltiples ocasiones él y

sus compañeros, con el mismo

sentimiento de patriotismo y deseosos

de acción, pidieron a su superior que

los trasladara.

Finalmente, el jefe cedió al pedido, por

lo que se movilizaron hacia Puerto

Argentino / Stanley, entre el aeropuerto

y la ciudad. El 1º de mayo de 1982

tuvo su primer bautismo de fuego.

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas

FOTO ARCHIVO /

(Segundo de izq. a derecha) - En la imagen el Teniente Alejandro Dachary, Sargento René Pascual Blanco, soldado

Oscar Daniel Diarte y soldado Jorge Alberto Llamas, frente a su “Skyguard”.

—El misil que se llevó a 3 marplatenses

Tanto Blanco, como Diarte y Llamas, formaban parte de la Batería A del GADA 601,

desplegados en Puerto Argentino / Stanley. Allí empleaban un director de tiro

“Skyguard”, con detección por radar, cámara y con la capacidad de comandar

múltiples fuentes de fuego antiaéreo.

ESPECIAL

40

MALVINAS . . .

CENTRAL


E

l GADA 601 disponía de seis de

estos Skyguard para un total de doce

cañones Oerlikon GDF-002 de calibre

35 mm. Todos los operadores

argentinos estaban al tanto de que, cada vez

que un avión Avro 698 Vulcan se acercara,

debían apagarlos para no ser localizados. Estas

aeronaves británicas traían con ellas misiles

antiradares AGM-45 Shrike, diseñados para

captar las señales emitidas por los radares de

búsqueda y dirigirse directamente hacia ellos.

Sin embargo, con el compromiso de defender

las bases en tierra, nuestros combatientes

dejaban funcionando los Skyguard hasta el

último minuto, rogando reaccionar antes que el

enemigo para eliminar la amenaza aérea.

Empero, la madrugada del 3 de junio de 1982, a

las 6:20 AM, un gigantesco estallido sacudió

Puerto Argentino. Un bombardero Vulcan registró

un director de tiro de la Batería A y dejó caer

dos de sus terribles misiles sobre el área detectada.

En ese momento, se encontraban presentes en

el lugar el Teniente Alejandro Dachary, concordiense

de 25 años, el Sargento René Pascual

Blanco, y los soldados conscriptos clase 62

Oscar Daniel Diarte y Jorge Alberto Llamas.

Ninguno sobrevivió.

El Vulcan B.2 matrícula XM597 que efectuó el

lanzamiento estaba sobrevolando la Isla

Soledad, a una altura que superaba el alcance

de nuestros antiaéreos.

LOS “SKYGUARD”

Guardianes

del cielo

— El director de tiro “Skyguard”

(guardianes del cielo), es un sistema

de control hecho para indicar a la

artillería antiaérea dónde disparar.

Por su radar podía detectar un

objetivo aéreo a cortas distancias y

determinaba el control de tiro de los

cañones.

Este tipo de sistemas antiaéreos son

utilizados por muchas fuerzas

aéreas, ejércitos y armadas de

todo el mundo.

En Malvinas se usó con

los cañones bitubo

Oerlikon 35 mm.


Héroes locales caídos en Malvinas

FOTO ARCHIVO /

Sargento René Pascual Blanco, soldado Jorge Alberto Llamas, Teniente Alejandro Dachary,

y el soldado Oscar Daniel Diarte, frente a una de las unidades del Skyguard.

Quienes fueron compañeros de estos

héroes aún conservan en su memoria

la escalofriante sensación al dar

cuenta de lo sucedido, tal es el caso del excombatiente

Subo"cial Mayor Oscar Jorge Mezzatesta,

quien en el libro “Malvinas: 20 años, 20 héroes”

da su testimonio: “Blanquito (apodo de

Blanco), Sargento Primero y estrecho colaborador

de Dachary, era mi amigo personal.

Aquella fatídica madrugada yo estaba de

guardia y pudimos escuchar el ruido del

motor del avión que sobrevolaba la zona.

Luego llegaron las explosiones. Había un

turno establecido para hablar con nuestras

familias en el continente, y ese día, por

coincidencia, nos tocaba a Blanco y a mí.

Cuando llegué a la central telefónica, un

domingo a las 8, me comunican que las

explosiones de horas antes eran consecuencia

de un ataque aéreo que había matado a

Dachary, Blanco y los soldados Llamas y

Diarte. En esos precisos momentos, la

esposa de mi amigo Blanco estaba al teléfono

esperando desde Mar del Plata para ha-

blar con él. Pero como debía ser informada

por los canales o"ciales, se le dijo que

Blanco se encontraba en una posición alejada

y no había podido llegar. En realidad, mi

desdichado amigo y camarada ya estaba

muerto”.

Por otro lado, tanto Jorge como Oscar habían sido

reincorporados al ejército con motivo de la

guerra. Diarte, un año antes del con!icto, estuvo

desempeñándose como radio-operador militar

en la ciudad, recibiendo buenos comentarios y

elogios por su trabajo. A su vez, Llamas era operador

del grupo electrógeno del skyguard, reconocido

por su capacidad y vasto conocimiento.

Estos tres héroes, de gran valor para el lado argentino,

lo dieron todo hasta el "nal para cumplir

con sus responsabilidades y tareas. Hoy son ejemplo

de dedicación y valor, en pos de la patria.

CENTRAL


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A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Pedro Edgardo Giachino

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

PEDRO

EDGARDO

GIACHINO

MLVN.40

Nacido en la provincia de Mendoza, vivió allí durante toda su infancia

y adolescencia. Una vez terminó los estudios secundarios, a los 17

años ingresó a la Armada Argentina, en 1964. Ese fue el comienzo de

una extensa carrera militar en la que pasaría por diferentes áreas y rangos en la

Marina.

Durante sus primeros años,

Pedro era conocido por

sus compañeros como un

joven bueno en los deportes

y con un gran sentido del humor.

Con el tiempo demostró tener aptitudes

para el combate en circunstancias

especiales, por lo que realizó el curso

de Reconocimiento An"bio en 1970 y

el de Comandos para Personal

Superior en la Escuela de Infantería

del Ejército Argentino, al año siguiente.

Todos esos conocimientos, sumados al

entrenamiento que había recibido, lo

convirtieron en uno de los protagonistas

de la Operación Rosario, para

recuperar las Islas Malvinas en 1982.

Durante la noche del 1° de abril, un

grupo de soldados argentinos señalaron

la playa de Lake Point como la más

adecuada para el desembarco. Así, a

las 22:00 hs, del ARA Santísima

Trinidad emprendieron viaje un grupo

reducido de comandos an"bios en

botes neumáticos. Al llegar a la costa,

aseguraron la zona y se dividieron en

dos grupos: el primero a cargo del

Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez

Sabarots, y el segundo a cargo del

Capitán de Corbeta Pedro Giachino.

Este último tenía la misión de asegurar

Government House y capturar al

gobernador de las islas, Rex Hunt, para

que la plaza se rindiera ante las fuerzas

argentinas sin combatir. Al tratarse de

una zona urbana habitada por civiles,

querían evitar el caos.

Poniéndose manos a la obra, a las 6:00

AM del 2 de abril de 1982, Giachino y

sus hombres rodearon la casa de Hunt

y le exigieron la rendición. Ante esta

situación inesperada, los guardias británicos

reaccionaron abriendo fuego

sobre los argentinos, quienes persistieron

con sus exigencias sin atacar.

Pedro tenía las órdenes bien claras:

cumplir su misión sin dañar al oponente,

y lo haría. Era un hombre respetuoso

de su trabajo al que jamás se le ocurriría

hacer caso omiso a las instrucciones

que se le habían dado, aunque,

como en este caso, a veces representaran

una notable di"cultad.

Mientras la ofensiva británica se hacía

cada vez mayor, transcurridos los

primeros 30 minutos desde el encuentro,

la primera ola de asalto de desembarco

argentino se posicionó a siete

kilómetros de la ubicación del grupo

comandado por Giachino. Podemos

decir que estos fueron los momentos

previos a la ocupación o"cial de las

Islas.

Al cabo de unos minutos, el asedio

argentino en las Islas Malvinas era

inminente. La Infantería Marina ya

estaba por llegar a Puerto Argentino /

Stanley, y las embarcaciones de

nuestra Flota de Mar se hacían ver en

las costas. Este escenario proyectaba

un obvio combate contra los británicos

en el pueblo, algo que bajo ningún

término debía suceder.

CENTRAL



Héroes locales caídos en Malvinas: Pedro Edgardo Giachino

El Capitán Pedro Giachino lo

sabía, y en una acción desesperada

por evitarlo, ante la

negativa de rendición de Hunt, fue él

solo hacia el interior de la casa del

Gobernador inglés. Tiró abajo una

puerta. La Infantería británica creyó

que estaba siendo asaltada por 200

militares argentinos, cuando en

realidad se trataba de tan solo 16

comandos. Sin previo aviso, el enemigo

le disparó a quemarropa con una

ametralladora. Lejos de ordenarle a sus

hombres que avanzaran para rescatarlo,

Giachino les gritó que se cubrieran

para que el fuego no los alcanzara.

El Teniente de Fragata Luro relata en

primera persona los hechos de ese día:

“El tiroteo se prolongó desde seis

de mañana aproximadamente

hasta las nueve. Giachino llegó a

una de las habitaciones vacías de

un gran caserón deshabitado.

Como no tuvo ninguna resistencia

salió a un patio interior, donde fue

alcanzado por una ráfaga de

ametralladora”.

Tanto el Teniente de Fragata Diego

García Quiroga como el Cabo enfermero

Urbina, intentaron acercarse

para llevarlo a un lugar seguro, pero

fallaron al ser heridos de gravedad. Sin

embargo, este último alcanzó a

brindarles primeros auxilios a los

o"ciales y, ante lo desbordante de la

situación, el Gobernador Hunt ordenó

un alto al fuego para pedir parlamento.

FOTO ARCHIVO /

Tropas argentinas iniciando la ocupación de

las islas Malvinas.

Habiendo cumplido su misión, a costa

de su integridad física, Pedro Giachino

fue trasladado en una de las camionetas

Jeep Land Rover que la Infantería

Marina Argentina había secuestrado a

los ingleses para usar como ambulancias.

Estaba gravemente herido y había

perdido mucha sangre. Emprendieron

viaje hacia el hospital ubicado en

Puerto Argentino / Stanley, para luego

llevarlo al buque Almirante Irizar del

cual partiría en avión de vuelta a la

Argentina.

A pesar de los esfuerzos, eso no

sucedió. El Capitán de Fragata (post

mortem) Pedro Edgardo Giachino, de

34 años, falleció en Puerto Argentino /

Stanley. Una de las descargas de la

ametralladora había atravesado su arteria

femoral, provocándole la muerte

en cuestión de horas.

“Su estado era sumamente grave,

tenía dilatación pulmonar, con

indudables signos de hemorragia e

inconsciente. Le hicimos todo tipo

de auxilio de reanimación en el

vehículo y después en el hospital,

incluso tuvimos la ayuda de un

médico inglés”, recuerda el Teniente

de Navío médico Arturo Gálica.

Giachino fue declarado Héroe Nacional

y condecorado con la Cruz al

Heroico en Combate, máximo honor

militar al que se puede aspirar en la

República Argentina. Destacaron su

rigurosidad en el cumplimiento de la

misión, a pesar de las grandes adversidades,

sin haber caído prisionero del

enemigo ni habiendo producido bajas

en sus "las. Dio su vida en el cumplimiento

del deber, un militar pura cepa.

Desde entonces, es reconocido como

modelo de jefe para la Armada

Argentina. Un líder por naturaleza,

quien toma las riendas ante el peligro

en defensa de sus subordinados, sin

aban- donar jamás el código militar.

Bajo todos los honores militares se lo

despidió y sepultó en el panteón de

Puerto Belgrano, aunque posteriormente

se lo trasladó al Cementerio de la

Loma en Mar del Plata. Esto a pedido

personal de una de sus hijas, de entonces

13 años, al expresidente Raúl Alfonsín

cuando aún estaba en funciones.

Tanto ella, como su hermana y su madre,

deseaban tener más cerca a su papá.

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Luis Gallo

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

FOTO ARCHIVO /

El ARA General Belgrano navegando

aguas argentinas.

LUIS

GALLO

MLVN.40

Lamentablemente, no hay mucha información

disponible sobre quién

fue el Subo!cial Primero Luis Gallo.

Conocemos que era vecino de la ciudad de Mar

del Plata y un militar de carrera.

S

us últimos días fueron a bordo del

crucero ARA General Belgrano, y su

vida fue una de las tantas que se

perdieron en aquel fatídico hundimiento,

el 2 de mayo de 1982.

Esta embarcación llevaba 1093 tripu- lantes

argentinos y tenía varias tareas que cumplir

durante el con!icto, como interceptar unidades

enemigas o vigilar accesos, tomando a la isla de

los Estados como punto de estacionamiento para

luego desplazarse en paralelo a la costa.

misiles antibuque. El ARA General Belgrano tenía

sus turbinas en malas condiciones, además de

ciertos problemas en la munición de sus cañones

antiaéreos Bofors 40 mm. Por otro lado, se lo había

equipado con radar y misiles antes de zarpar

hacia las Islas.

El 2 de mayo, el crucero recibió el disparo de dos

torpedos lanzados por el submarino británico

HMS Conqueror, de carácter nuclear. Ocurrió

fuera del área de exclusión militar de 200 millas

de radio establecida por el Reino Unido. Fue una

verdadera catástrofe.

Se contabilizaron 323 bajas argentinas en el

hundimiento del ARA General Belgrano, alrededor

de la mitad de las pérdidas totales de nuestro

país en la Guerra de Malvinas. Entre ellos, el Subo-

"cial Luis Gallo, único marplatense caído en este

crucero.

Debía navegar del modo más silencioso posible

puesto que recibieron instrucciones de evitar el

contacto con fuerzas inglesas que contaran con

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

Héroes locales caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Planes

ESPECIAL

MALVINAS 40 . . .

MARCELO

GUSTAVO

PLANES

FOTO ARCHIVO /

MLVN.40

Nacido en la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo pasó allí toda su infancia.

La escuela primaria la cursó en el Instituto Almirante Brown, en

Haedo, y disfrutó de gratos momentos con sus amigos y su hermano

menor, Fabián, jugando al fútbol. Solían ir a pelotear al costado de la Av. General Paz.

E

ran de Boca y su papá,

Federico Planes, los había

hecho a ambos socios del

club. En varias oportunidades

pudieron ir juntos a la cancha,

les gustaba mucho.

Ya de adolescente, Marcelo continuó

jugando al fútbol con sus amigos del

barrio y comenzó a ir a bailar a un

reconocido boliche en Ramos Mejía,

Pinar de Rocha. “Era un chico muy

especial, muy amigo de sus amigos.

Era generoso, amable con las personas

mayores y buen compañero.

Lo querían todos”, recuerda con cariño

Ana, esposa de Federico.

Ellos convivieron durante mucho

tiempo debido a que el 12 de abril de

1979 vinieron a vivir a Mar del Plata

por motivos laborales de Federico,

quien era Subjefe de la fábrica argentina

de alpargatas, en el área de ventas.

“En el momento en que vinimos

acá, la mamá de los chicos tuvo un

problema de salud muy serio, una

especie de tumor en la cabeza. Me

dijo que me tenía que hacer cargo

de ellos, los dos dijimos que sí y los

trajimos. Marcelo estuvo acá casi

dos años”, relata su padre.

En sus días en la ciudad, Marcelo cursó

la secundaria en el Instituto Industrial

Pablo Tavelli, soñaba con dedicarse a

la programación informática, todo un

adelantado a la que hoy es una de las

carreras universitarias más populares.

Sus aspiraciones llamaron la atención

Marcelo Planes (sentado derecha), y sus

compañeros en las Islas Malvinas.

de su familia en ese momento. “Nos

fue totalmente llamativo, pero él

tenía la visión de que había un

futuro ahí…Lo que hubiera crecido,

¿no?”, comparte Federico con

nostalgia. Finalmente, Marcelo regresó

a Buenos Aires y terminó su último año

en el Colegio Jorge Newbery, el 30 de

noviembre de 1981, con título de Técnico

Mecánico.

Sus planes estaban claros, se los había

comentado a su padre durante una

visita en el verano de 1982: hacer el

servicio militar y luego mudarse de"nitivamente

a Mar del Plata. Parecía ser

que estaba saliendo con una chica.

Pero las vueltas de la vida hicieron que

el proyecto no se concretara.

Con el inicio de la Guerra de Malvinas,

montones de jóvenes que se encontraban

realizando el servicio militar

obligatorio fueron llamados para ir a

luchar, Marcelo no fue uno de ellos. Un

cabo, amigo de él, se negó a anotarlo

en la lista de convocados, pero Planes

se acercó personalmente para solicitarle

que su nombre "gurase allí

también. Sus amigos iban, sus compañeros

iban, ¿entonces por qué no lo

haría él?

CENTRAL



Soldados marplatenses caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Planes

“Yo lo quise convencer

para que se viniera a vivir

con nosotros, que yo de

alguna manera podría hablar en el

ejército, pero él me dijo ‘no papá,

yo hago la colimba y me vengo’. Y

así fue que el destino se lo llevó”,

nos dice Federico. Marcelo Planes era

un chico con especial empatía hacia

los demás, no concibió separarse de

sus amigos que marchaban hacia la

guerra.

Poco antes de partir, le dijo a su madre:

“decile a papá que se sienta orgulloso,

que su hijo va a defender la

patria” y que “antes de volver imposibilitado

pre"ero quedarme allá”.

Federico cree que estos pensamientos

que su hijo compartió son claro re!ejo

de los sentimientos que lo atravesaron

en ese momento.

El 29 de abril de 1982, Marcelo Gustavo

Planes pisó por primera vez las Islas

Malvinas, especí"camente la Península

Camber. Allí se desempeñó como

soldado del Grupo de Artillería de

Defensa Aérea 101 de Ciudadela. Por

las cartas que alcanzó a enviar a su

familia, hoy podemos conocer un

poco más sobre lo que fueron sus días

en la guerra.

“La primera carta que recibimos

tenía el sobre impreso en inglés.

Hablaba del frío, nos contaba del

hambre, la falta de alimento, del

hastío de la guerra. Hablaba de la

monotonía y lo desértico de la isla

donde le tocó estar. También mencionaba

las condiciones en las que

hacían las trincheras y el agua que

brotaba del suelo. Hubo muchos

que perdieron dedos de los pies

porque se les gangrenaron, tenían

borceguíes de cuero y al estar

metidos ahí…no me lo puedo

imaginar. El terror de no saber si al

otro día vas a poder ver el sol, si

vas a poder ver la luz”, relata Federico

con pesar.

En una de las cartas, Marcelo les contó

que a veces durante la noche él y sus

compañeros se escabullían dentro de

las casas de los kelpers para tomar

algunas cebollas. Luego, de vuelta en el

pozo, las hervían en una pequeña

sartén que habían armado de manera

improvisada y se alimentaban con eso.

“Sintieron miedo. Se reían, hacían

planes para ir al baile cuando

volvieran, pero también lloraban.

Tenían 18 o 19 años. Cuando uno

dice ‘me imagino’, no. No puede

uno imaginar el frío, ¿cómo imaginás

ese frío tremendo?”, se pregunta

Ana.

Las semanas pasaron y el "n del con-

!icto estaba cada vez más cerca, de

igual manera recrudecieron los

ataques. El 13 de junio de 1982, la

batería en donde estaba Marcelo

soportó un constante y violento bombardeo

que buscaba abrirle paso al

ejército británico hacia Puerto Argentino

/ Stanley. El tiempo transcurrió, con

una admirable resistencia argentina, y

se hizo de día, llegando así la mañana

del 14 de junio. Los buques ingleses

bombardearon la costa y uno de los

impactos se dio en la posición donde

estaba su grupo.

“Él falleció un poco antes de terminar

la guerra, así que sufrió los

miedos, las penurias y el temor de

la guerra durante lo que la guerra

duró. A poco de terminar, pensando

en volver a su casa, al continente

con su familia, con sus amigos. A

seguir su vida, pero se terminó

ahí”, expresa su papá.

Marcelo Gustavo Planes, de 19 años, es

uno de nuestros héroes caídos en

combate durante la Guerra de Malvinas.

Un joven que lo entregó todo por

amor a su patria, en reclamo de la

soberanía argentina sobre las Islas. Ana

a"rma con absoluta seguridad que

“Malvinas es una cosa que no podemos

dejar de lado, hay que transmitirlo.

Que la juventud pueda saber

que en este siglo también hubo

héroes, como los próceres como

San Martín o Belgrano. También

estos héroes fueron a defender una

parte de nuestro suelo. Lo que

hicieron los militares no tiene nada

que ver con los chicos, los chicos

fueron convencidos porque las

Malvinas son nuestras”.

Uno de los aspectos fundamentales

que hacen de Marcelo un héroe es su

gran corazón, el mismo que lo impulsó

a construir puentes de paz y ser un

apoyo para sus camaradas aún en las

circunstancias más adversas y desesperanzadoras.

Cuando un compañero tuvo los guantes

rotos, lo único que protegía sus

manos del frío polar, el soldado Planes

le regaló un par extra que su familia le

había enviado por encomienda.

CENTRAL



Soldados marplatenses caídos en Malvinas: Marcelo Gustavo Planes

Por el ex combatiente Néstor

Andrés Moltrasio, es posible

conocer una de las acciones

de empatía y solidaridad más grandes

de Marcelo durante la guerra. En una

ocasión, mientras estaban bajo ataque

de aviones Harrier ingleses y todos se

refugiaban, él se encontraba fuera del

pozo detrás de un cerco, pidiéndole a

sus compañeros que por favor salieran.

Parecía una locura. En eso, y completamente

molesto, Néstor corrió hacia él

para obligarlo a entrar, pero Marcelo se

negó.

‘Hay un señor del otro lado que está

muy asustado. Hay que acompañarlo,

no podemos dejarlo solo’, le dijo decididamente

a Moltrasio. Es que cerca de

su localización, en el jardín de una

casa de madera, se encontraba un

anciano kelper sentado en un banco,

sumamente aterrorizado.

Ante la insistencia de Marcelo, el grupo

lo acompañó. Cuando se encontraron

frente a él, las diferencias, la enemistad,

el idioma, las bombas, todo pasó a un

segundo plano. Abrazaron al hombre y

lo contuvieron para que no sintiera

miedo. Al cesar el fuego, lo despidieron.

En las memorias que escribió,

Néstor relata: “Veo al abuelito caminar

despacio hacia su hogar, levanta

su brazo y hace un gesto tierno

con su mano, como un saludo y

agradecimiento por nuestra ayuda.

Volteo la vista y observo a Marcelo

con una sonrisa en su rostro, sentí

un fuerte orgullo de que sea mi

compañero, en ese instante se

convirtió en mi héroe”.

FOTO ARCHIVO /

Marcelo Planes de niño preparándose para

su gran pasión: jugar al fútbol.

En medio de una guerra, Marcelo

jamás dejó de actuar desde el amor,

con una humanidad capaz de conmover

cualquier corazón. La persona que

fue vive en la memoria de aquellos

que lo conocieron, y gracias al enorme

esfuerzo de los veteranos y de su

familia, su espíritu ha llegado y ha

inspirado a muchísimos más.

“Divulgar, que no se pierda el

sacri!cio de ellos, en primera

instancia, y de los seres queridos

que hemos perdido una parte de la

vida al quedar esos hombres allá, y

también de los que volvieron. Eso

es lo que tenemos que hacer. Nosotros

estamos cerca de despedirnos

y tenemos que dejar las semillas

para que esto no se pierda, esa es

la lucha”, sostiene Federico. Se trata

de expandir la causa Malvinas y contar

las historias de todos los que lo vivieron

en carne propia, para que nada

haya sido en vano.

Federico tuvo la oportunidad de viajar

en dos ocasiones a las Islas Malvinas,

pudiendo conocer personalmente el

lugar donde su hijo pasó los últimos

días de su vida. “Ahí vi la angustia de

los familiares que iban con sus

"ores, como yo fui, y no sabían

dónde dejarlas porque no sabían

dónde estaba su hijo, su marido, su

hermano. Decía ‘Soldado argentino

solo conocido por Dios’, y no

saber dónde está o qué hacer es

tremendo. También, eso que te

produce llegar al cementerio, está

en medio de la nada y te encontrás

200 y pico de cruces blancas. No lo

podés entender”.

Marcelo Planes descansa en el Cementerio

de Darwin, junto a otros tantos

caídos argentinos. “Está en su territorio

y sacarlo de allí es como decirle

a los ingleses ‘bueno tomá, yo me

lo llevo porque esto no es Argentina’,

es entregarles las Islas. Él está

en su tierra, sacar los muertos es

decirle a los ingleses que eso no es

nuestro porque repatriar signi!ca

que eso es de ellos y no de nosotros.

Para mí es quitarle el valor

que tienen realmente las Islas

Malvinas. Ellos murieron defendiéndolas,

y los ingleses tendrán

que soportar que haya argentinos

ahí. Marcelo está descansando en

la tierra por la cual murió y dio la

vida”, a!rma Ana.

CENTRAL



A 40 años de la Guerra de Malvinas / 1982~2022

La Fundación No Me Olvides consiguió en el año

2011 que se aprobara un proyecto para que

jardines municipales fueran bautizados con los

nombre de nuestros héroes locales caídos en las

Islas. Así, estas instituciones llevan con orgullo

sus retratos y los mantienen siempre presentes,

resaltando las personas que fueron y transmitiendo

sus historias a las generaciones futuras.

El Jardín de Infantes Municipal N°12 “Soldado

Ricardo Mario Gurrieri”, luce en su fachada distintos

murales que muestran al héroe haciendo lo

que más le gustaba, andar en skate.

—Nuestros Héroes,

presentes hoy

y siempre

E

n la última carta enviada a

sus padres, el soldado

Gurrieri escribió como

posdata: “Mami no te preocupes por

mí, yo voy a estar bien y te prometo

que pase lo que pase algún día, de

algún modo voy a volver”. Y claro

que lo hizo, él como tantos otros, tal

vez no de forma física pero sí en

espíritu y acciones de paz.

En el Jardín N°29 “José Luis del Hierro”, todos los

28 de septiembre hay un hermoso festejo en

motivo del cumpleaños del héroe. Las maestras

llevan tortas para compartir y la familia del

Hierro se acerca con obsequios para los niños, a

la vez que todo el edi"cio se decora con "guras

de los aviones que a José Luis tanto le gustaban.

Así, cada Jardín de forma única y original guarda

con respeto y cariño la memoria del ex combatiente

que le da nombre.

También, un aula del nivel secundario del Instituto

Ortega y Gasset de Mar del Plata lleva el

nombre de "Diego Martín Bellinzona", en honor

al soldado.

Las próximas generaciones de familiares igualmente

mantienen viva la memoria, como Lola,

que actualmente está en la escuela primaria y

siempre le insiste a su papá para ir al Monumento

a los Caídos en Malvinas a dejarle un ramo de

!ores a su tío José Luis.

CENTRAL


De igual modo, los nietos de René Pascual Blanco

(Agustín, Tiziana, Valentino y Joaquín) des"lan

orgullosamente cada 2 de abril con la medalla de

su abuelo.

Marchena que se halló entre las pertenencias del

Teniente. A su vez, el Aero Club de Mar del Plata

expone, desde 1987, una réplica del que fue su

avión A-4Q SKYHAWK.

Los afectos tampoco olvidan, como Cecilia Orsini

y Carlos Abel Brown que en 2011 estrenaron el

"lme“Tras un Manto de Niebla”, en memoria de

su querido amigo Rolando Pacholczuk.

Los homenajes a nuestros héroes también están

presentes en las mismas Islas Malvinas. Entre la

bahía Stromness y la bahía Cumberland, en las

Georgias del Sur, está situada la bahía Artuso en

honor al submarinista. Y, en la isla Soledad, existe

la Península Giachino en tributo al capitán,

primer caído de parte argentina.

Desde el país, su madre María Delicia Rearte de

Giachino escribió un libro llamado "Cada día un

dos de abril", en recuerdo a la fecha en que su

hijo falleció. Fue una activa autora de artículos

empeñados en combatir el proceso de desmalvinización

que prosiguió a la guerra.

Este 2022, en la base del GADA 101 en Ciudadela,

se inauguró un maravilloso monumento a escala

real que conmemora a los 3 caídos de su batería,

Marcelo Planes entre ellos. Dentro de cada "gura

hay una foto del héroe al que representa.

Nuestro monumento local a los caídos es fruto

del trabajo de los padres de Gurrieri, del Hierro y

Planes, quienes con el apoyo económico y

generosidad de los vecinos de Mar del Plata, más

la ayuda logística del municipio, pudieron hacerlo

realidad. Es gracias a ellos y a su increíble

esfuerzo que hoy contamos con un espacio físico

para honrar y recordar a los héroes que no

regresaron, sin importar sus rangos militares.

Como estos, hay tantísimos más de homenajes y

tributos a nuestros 13 héroes marplatenses caídos

en Malvinas. Canciones, bustos, calles, recuadros,

plazas, poemas, películas. Ellos se mantienen

presentes porque no son olvidados, el recordar es

un acto de justicia, y una promesa de un futuro

donde reinen la paz y el diálogo.

A nuestros queridos héroes de Malvinas, a los

dueños de nuestros abriles: ¡Honor y Gloria!

En el norte, especí"camente en Inticancha, departamento

de Yavi, Jujuy, el edi"cio de la Escuela

N°303 lleva el nombre de “Tte. Marcelo Gustavo

Márquez”, en honor al piloto marplatense.

Además, entre los aviadores es popular llevar

una copia de la estampa con el poema de Julián

MALVINAS.40

CENTRAL


A 40 años de la Guerra de Malvinas

—Campaña para generar conciencia

CENTRAL


DATA

#La otra batalla

En el marco del 40 aniversario del con"icto

bélico en las islas se desarrolló la campaña

audiovisual “La otra batalla”.

•Fernando Álvarez, presidente del Centro de Ex

Soldados Combatientes en Malvinas, manifestó:

"La otra batalla" recopila testimonios de los

veteranos de guerra y familiares de los caídos en

Malvinas, involucrados activamente en el Centro

de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de

Mar del Plata. Esta campaña se llevó adelante

gracias a la acción coordinada por las Agencias

Amén y News, con la participación de un grupo

de voluntarios creativos que se sumaron para

visibilizar la causa Malvinas a través de distintas

piezas grá"cas y spots audiovisuales.

En el marco conmemorativo por los 40 años del

Con!icto armado en Malvinas, “La Otra Batalla”

pone de mani"esto las luchas personales que los

protagonistas debieron enfrentar al volver a casa

y busca generar conciencia para seguir “malvinizando”

la causa de todos los argentinos, 4

décadas después del con!icto.

•Desde el equipo creativo de la campaña

#LAOTRABATALLA destacaron: “Esta es nuestra

segunda campaña humanitaria, y cuando

decimos humanitaria queremos decir es desde el

corazón. Si la comunicación no se hace de

corazón no le llega a nadie. Los héroes estuvieron

en la guerra, pero todos tenemos que luchar

contra la injusticia, contra el anonimato y contra

el olvido. La guerra abrió heridas y la otra batalla

las está cerrando, con el ejemplo que nos dan los

ex soldados combatientes, un ejemplo de dedicación,

de humanidad, de compromiso.”

Para acceder a más información del Centro de Ex

Soldados Combatientes pueden hacerlo a través

de malvinasmdp.org.ar

—Se trata de una serie de spots

audiovisuales que recopila testimonios

de los sobrevivientes y familiares

de caídos en combate promovidos por

el Centro de Ex Combatientes de

Malvinas en el marco de los 40 años

del con"icto bélico en las islas.

“La otra batalla” fue presentada con

una conferencia de prensa de la que

participaron, además de Álvarez, los

ex soldados combatientes Gustavo

Schroeder, José Lambertini y Sergio

Delgado; y Federico Planes (padre del

ex soldado caído Marcelo Planes).

EQUIPO CREATIVO

Agencia: Amén Argentina

Director Creativo: Sergio Pollaccia

Directora Creativa Digital: Marión Junior

Producción: Silvia Garat

Producción: Lucia Bonifatti

Producción: Cristina Álvarez

Fotógrafo: Christian Heit

Cámara: Leo Mercado

Comunicación: Tatiana Fontana

Cámara Backstage: Julián Gil

Backstage: Iván Gimenez

Banda de Sonido: The Music Agency

Iluminación y Sonido: PLS

Producción: Nicasio Ciappina

Producción: Silvina Casares

CENTRAL




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